Luz verde a la Ley de IA en la UE
El Parlamento Europeo ha dado luz verde en una votación este miércoles 13 de marzo a la aprobación de su primer Reglamento de Inteligencia Artificial.
A raíz de este hecho, ofrecemos las valoraciones de dos expertos en la materia.
Sergio Rodríguez de Guzmán, CTO de PUE, valora la regulación de la IA como un hecho positivo, ya que "la aprobación de esta normativa nos permitirá tener una hoja de ruta ante el imparable avance de la IA Generativa. Sin embargo, las organizaciones, tanto públicas como privadas tienen que pensar en la importancia del desarrollo de sistemas de gestión de datos que les permitan tener el control absoluto sobre sus fuentes de información, especialmente si es de carácter sensible. Los resultados producidos por modelos de IA generativa dependen de manera directa de la calidad de los datos sobre los que aprenden, por lo que garantizar la fiabilidad y gobernabilidad de datos provenientes de fuentes fiables es fundamental para obtener las respuestas adecuadas. Dentro de toda compañía reside un valor muy importante: sus datos internos. Y con el desarrollo de soluciones específicas de GenAI pueden afrontar estos retos de manera controlada, sin depender de terceros".
Alfred Maeso, Lead Expert en Netmind y Responsable del CoE de Innovación y Transformación Digital en SELAM (Sur de Europa y Latinoamérica) en BTS añade lo siguiente:
La ley de inteligencia artificial de la UE busca regular su uso en aspectos que puedan afectar a los derechos fundamentales y obliga a sus desarrolladores a cumplir unas salvaguardas más estrictas.
En BTS, como expertos en transformación empresarial, creemos que, a la hora de adoptar esta tecnología en las empresas, es necesario también aplicar ciertas salvaguardas y un enfoque holístico. Un reciente estudio publicado por Salesforce señalaba a finales de 2023 que el 61% de los trabajadores españoles reconocía haber utilizado herramientas de IA generativa, aunque no estuvieran formalmente aprobadas, ni hubieran sido formados para ello.
Esto es un riesgo para las empresas. A la hora de introducir la IA es imprescindible pensar en cuál es el propósito: ¿qué áreas, tareas o funciones queremos mejorar? Desde la dirección se debe construir una estrategia en la se defina en qué departamentos y de qué manera se debe implantar la IA. Asimismo, es necesario promover la disposición de los trabajadores a aceptar el cambio.
En definitiva, el desafío no solo radica en la implementación técnica de la IA, sino en la construcción de una estrategia que la integre de manera orgánica en el tejido empresarial. Crear una cultura que fomente la experimentación, el aprendizaje continuo y la adaptación es esencial.