La tecnología en la formación profesional
La tecnología revoluciona la formación profesional en España
Tecnología e innovación han sido las herramientas que a lo largo de nuestra historia nos han permitido evolucionar. Una transformación que ha cumplido siempre un objetivo: hacernos la vida más sencilla y cómoda. En este sentido, la capacidad que han tenido, y tienen, las distintas sociedades y culturas para implantar estas dos herramientas en su sistema educativo está directamente ligada a la capacidad de las mismas para liderar la transformación.
Hoy la educación experimenta un cambio de enfoque, y es que nunca como en este momento el sistema educativo ha estado tan ligado a proveer a los estudiantes de capacidades y habilidades que mejoren su desempeño laboral futuro. Un momento donde la tecnología e innovación tienen un gran protagonismo. Y si la transformación del sistema educativo está siendo algo general, ésta se está produciendo en mayor medida en el ámbito de la formación profesional. Una línea educativa que en España gana cada año más interés.
Compañías de todos los sectores necesitan avanzar en su proceso de digitalización y, por tanto, precisan de la existencia de perfiles más versátiles y polifacéticos, apoyados principalmente en capacidades tecnológicas. Así, desde las compañías tecnológicas ponemos a disposición del sistema educativo nuestras soluciones para capacitar a los futuros profesionales, a la vez que son estas mismas innovaciones las que les permiten llevar su formación en el resto de materias a un nuevo nivel, mucho más experimental.
La formación profesional evoluciona y lo hace de la mano de la tecnología para facilitar a los estudiantes un currículum teórico y práctico sobre el que basar una incorporación al mercado laboral con las máximas garantías. Así, son miles los jóvenes que hoy cursan esta educación y que pronto generarán un impacto en la sociedad a través de un mayor desarrollo económico de nuestro país.
El último Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) situó la tasa de empleabilidad de la Formación Profesional en el 42,2%, casi cuatro puntos más que la de los empleos universitarios. La tecnología puede hacer que esta demanda vaya a más en los próximos años. Y es que, debido a su propia naturaleza emitentemente práctica, la formación profesional puede desarrollar todo su potencial a través de soluciones como Realidad Virtual, Realidad Aumentada, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas o herramientas de colaboración en línea.
Son muchos los ejemplos reales de esta conexión entre tecnología y formación profesional que ya están elevando exponencialmente las capacidades de aprendizaje de sus alumnos en ámbitos muy diferentes:
1. En el sector de la automoción, la formación de mecánicos de automóviles ya está incluyendo el uso de gafas de Realidad Virtual para desmontar y ensamblar motores virtualmente, experimentando con problemas comunes sin ningún riesgo.
2. En logística, el Internet de las Cosas (IoT) ayuda a que los estudiantes rastreen el flujo de mercancías y analicen datos en tiempo real, preparándolos para la gestión de cadenas de suministro.
3. En la rama de la arquitectura, la Realidad Aumentada está permitiendo a los estudiantes superponer diseños virtuales en entornos reales, facilitando la comprensión de conceptos de diseño arquitectónico.
4. En el mundo agrícola, los sensores del Internet de las Cosas (IoT) pueden monitorizar el suelo y las condiciones climáticas, ayudando a los estudiantes a tomar decisiones más acertadas basadas en datos para el cultivo.
5. En términos generales, la Inteligencia Artificial puede evaluar automáticamente el progreso de los alumnos adaptando los contenidos y ofreciendo ejercicios más desafiantes o repeticiones de conceptos más difíciles según sea necesario. Además, los chatbots proporcionan respuestas a preguntas frecuentes y ofrecen orientación instantánea, mejorando la experiencia del estudiante en línea.
6. Y, por último, las herramientas de colaboración en línea también están teniendo un impacto relevante en el entorno de la comunidad educativa, ya que los estudiantes utilizan plataformas de videoconferencia y de colaboración en tiempo real que les permiten la comunicación con expertos y mentores para acceder a conocimientos y orientación adicionales, mientras les preparan para entornos de trabajo remoto en el futuro.
Estos son solo algunos ejemplos de los beneficios que llevan la implantación de nuevas tecnologías a las aulas de formación profesional.
Ante esta nueva necesidad, las instituciones deberán adaptarse a los avances tecnológicos para capacitar a los estudiantes en un mercado laboral en constante evolución, reduciendo el gap existente entre la oferta laboral y la formación de sus posibles candidatos. Y, junto a ellas, empresas como la nuestra deben desempeñar un papel crucial en esta transformación a través de enfoques innovadores y disruptivos, fomentando la colaboración entre el sector educativo y la industria y contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo de profesionales altamente capacitados y listos para enfrentar los desafíos del futuro.
Jorge Cervera, Innovation Manager de Educación en Vodafone Business
