Los robots no determinan el futuro
¿Cómo son de humanos los robots? O, planteado de otra forma, ¿hasta qué punto los humanos nos estamos adaptando a convivir con dispositivos robóticos, llegando a verlos casi como seres animados?
Sobre estas cuestiones orbitó la conferencia The Future of Human-Robot Interaction que Kate Darling, especialista en investigación en el MIT Media Lab cuyo trabajo se centra en las implicaciones legales y éticas de la tecnología, presentó en el Sónar+D 2023 de Barcelona el pasado 15 de junio.
Darling, una de las mayores expertas mundiales en ética robótica, analizó en su ponencia, patrocinada por la consultora Seidor, cómo son y cómo van a ser las interacciones entre humanos y robots. Un tema ineludible habida cuenta de la evolución exponencial que ha vivido la robótica en la última década. Una de sus conclusiones más significativas es que las personas tenemos una tendencia inherente a trasladar emociones humanas a cosas no humanas cuando estas tienen rasgos personales: movimientos, caras... En sus investigaciones, Darling ha observado que muchas veces las personas, cuando se dirigen a dispositivos robóticos, tienden a verlos como seres vivos, por ejemplo poniendo nombres a sus robots de limpieza y resistiéndose a desecharlos cuando se averían.
En los grupos de trabajo organizados por Darling para analizar a nivel sociológico la interacción de las personas con los robots, se han observado reacciones negativas ante el maltrato a robots, o el hecho de que las personas más empáticas reaccionan estableciendo mayor empatía con robots que poseen una conducta -hablan, responden con acciones a nuestras órdenes, etc.-. La especialista del MIT advirtió de que a día de hoy la tecnología ya no es un simple elemento de trabajo, forma parte de nuestra vida cotidiana, compartimos espacio con ella en el día a día y, en muchos aspectos, nos ha sobrepasado.
Respecto a la inteligencia artificial, Darling se preguntó por qué tenemos que obligar a las IA a ver el mundo de la misma manera que nosotros, cuando ellas tienen una lógica diferente. Quizá esto sea un error. Y finalizó señalando que debemos entender mejor nuestras tendencias sociales para poder guiar mejor todo este proceso de interacción con los robots e inteligencias artificiales. Respondiendo a los temores sobre la forma en que nos afectará esta evolución tecnológica, concluyó que “los robots no determinan el futuro, sino que lo hacemos nosotros”.
La conferencia de Darling se enmarcó en el Sónar+D 2023, un apartado que explora la fusión del arte con la tecnología dentro del Sónar, el festival barcelonés de música, creatividad y tecnología que este año cumple 30 ediciones. Además de las ponencias, los asistentes pudieron recorrer un hall con expositores en el que varios artistas mostraron sus trabajos uniendo arte visual, musical, de realidad virtual... con tecnología. En el Sónar+D 2023, que estuvo patrocinado por la consultora tecnológica Seidor, se pudo escuchar, tocar y debatir sobre cómo se aplica la IA a la producción musical o audiovisual, junto a las posibles consecuencias éticas, industriales y sociales de su uso. También se abordó el modo en que las comunidades artísticas pueden actuar, concienciar y divulgar sobre la emergencia climática.
AUSAPE, la Asociación de Usuarios de SAP en España, que mantiene una relación de colaboración con Seidor y que comparte la visión de conectar las dimensiones humana y tecnológica que inspira Sónar+D, estuvo presente en el evento. Su vicepresidente y vocal de Grandes Eventos, Nacho Santillana, junto a Sandra Isart, vocal de Formación, Empleo, Mujer y Tecnología; David Gràcia, responsable de Comunicación y Web, y David Arrizabalaga, secretario-tesorero y vocal de Relación con SAP, acudieron a Sónar+D para conocer las tendencias en la interacción de arte, tecnología y sociedad.
Santillana declaró que “participar en este tipo de eventos es enriquecedor porque puedes ver cómo la fusión de diferentes disciplinas artísticas con la tecnología permite obtener resultados, desconozco si monetizables, pero que sí incitan a la reflexión. Había ejemplos como ser consciente del número de mails o cartas enviadas en 1 minuto en el mundo con el ruido de un lápiz, o de casas vendidas con una cerradura, o de terremotos con platos y tazas… También había un juego del Twister musical, y el caso elegido por BSC (Barcelona Supercomputing) era crear nubes de puntos con las canciones y cantantes de los últimos 30 años del Sónar, que se agrupaban por tipo, idioma, país, etc… pero lo más interesante era que en función de ritmos y acordes, era capaz de catalogar una canción. En definitiva, música como plato principal, pero arte y tecnología también”.
Andrea Faroppa, directora de Sonar+D, lo describió como un “laboratorio de humanización”, destacando la importancia de humanizar el arte y la tecnología. Josep Benito, CEO de Seidor, aprovechó la celebración del 40 aniversario de la firma para repasar los hitos de la historia de Seidor y reiteró sus compromisos con la aceleración de los modelos de negocio, la digitalización de procesos aprovechando las nuevas tecnologías y la necesidad de afrontar la escasez de talento tecnológico, la sostenibilidad y los cambios demográficos y políticos, focos en los que ya están trabajando de cara a los próximos años. “Es la tecnología la que debe apostar por lo que nos hace humanos”, afirmó Benito.
También tomaron la palabra tres de los principales partners tecnológicos desde los inicios de Seidor: IBM, SAP y Microsoft, que comentaron su alianza con la firma, y otros más recientes, como Salesforce, Cisco y Google Cloud. Clientes y asociaciones felicitaron por su 40 aniversario a Seidor, que finalizó con un vídeo corporativo conmemorativo centrado en lo que se y lo que no se ve. Iván González, director de Marketing de Seidor, concluyó con el alegato y lema del 40 aniversario: Liderazgo humanista tecnológico, acerca de la responsabilidad con la necesidad de humanizar la tecnología y hacer que las empresas sean cercanas, diversas y sostenibles y tengan en cuenta a las personas.
