La crisis de Ucrania en la cadena de suministro
Como se está viendo en las últimas semanas, la escalada de las tensiones derivadas de la crisis de Ucrania tiene en jaque a los diferentes players mundiales, sembrando el pánico entre los inversores, lo que trae consigo importantes consecuencias económicas y empresariales.
De hecho, se ha anunciado una caída del IBEX35 del 2,55% y las bolsas europeas se han teñido de rojo en la última jornada. Esta desestabilización derivada del conflicto ucraniano afecta de forma directa a la cadena de suministro, una nueva crisis de abastecimiento que se suma a otras muy recientes derivadas de la pandemia, de la crisis de los semiconductores en China o del colapso en el Canal de Suez.
Actualmente España no es un país que se provea en exceso de materiales y productos de la zona de conflicto (ni Rusia ni Ucrania se encuentran en el Top 10 de países de los que España importa productos). El sector agroalimentario es el que más dañado puede verse si llega a desencadenarse la guerra, ya que el 30% del cereal y el 60% del girasol proceden de la zona ucraniana. Sin embargo, la desestabilidad del posible conflicto puede tener consecuencias a todos los niveles y en todos los sectores, por el incremento de precios, fluctuaciones de demanda, inflación, etc. Cualquier crisis que afecte en cualquier medida a algún país de la Unión con el que tengamos relación, afectará al negocio.
"Si las empresas no han empezado a gestionar ya el riesgo, a hablar con sus proveedores o a buscar alternativas, entonces van tarde", explica Rosario Piazza, CEO de Fullstep. "A pesar de las recientes lecciones que nos han dado crisis anteriores, o la pandemia, todavía quedan empresas de todos los tamaños y sectores que necesitan desarrollar esta área y dotarse de un programa para el control de riesgos del proveedor, que idealmente incluya la creación de un comité de riesgos".
Pero ¿qué pueden o deben hacer las empresas? Desde Fullstep, explican los pasos que deben seguir si se desencadena la guerra:
1. Es importante diseñar un mapa de riesgos que permita identificar los posibles problemas en la cadena de suministro de la empresa, así como las acciones que se deben llevar a cabo ante estos posibles riesgos.
2. Sentarse urgentemente con los proveedores actuales de la compañía, analizar y conocer su realidad, buscar soluciones de forma conjunta para asegurar el suministro a través de ellos, y considerar la posibilidad de una mayor inversión en caso necesario.
3. Buscar asimismo posibles alternativas, tanto en cuanto a fuentes de suministro como en cuanto a los propios materiales a comprar.
4. Diseñar un plan a corto o largo plazo. La previsión y anticipación es crucial en estos casos, en los que se requieren plazos mínimos de búsqueda de nuevos proveedores, de homologación, de 'testeo'... o tiempos de gestión de otras consecuencias como cambios de producción y organizativos.
Desde Fullstep ofrecen dos soluciones fundamentales ante la situación actual:
1 Detección y definición de dónde se encuentra el riesgo real en la cadena de suministro. Visualizar y analizar un mapa de riesgo diseñado ad-hoc teniendo en cuenta las necesidades de cada empresa.
2. Ayuda en la ejecución del plan para reducir el riesgo de compra y suministro, buscando proveedores y materiales alternativos. Así como a buscar nuevas palancas con sus proveedores actuales.