Blockchain y derechos de autor
Un estudio detalla los retos tecnológicos y científicos para mejorar los sistemas que emplean blockchain para proteger los derechos de autor y facilitar su implantación.
La cadena de bloques (blockchain) es una tecnología descentralizada que se utiliza para proteger la seguridad y la privacidad de las transacciones en línea y que habitualmente se asocia a criptomonedas como el bitcóin. Sin embargo, se trata de un mecanismo que se puede usar en todo tipo de intercambios del ámbito digital.
Un nuevo estudio de los investigadores del grupo K-riptography and Information Security for Open Networks (KISON), del Internet Interdisiciplinary Insitute (IN3), Amna Qureshi y del catedrático David Megías — director del IN3— ha analizado los sistemas existentes de protección de contenido multimedia basados en la cadena de bloques y ha establecido una clasificación según sus características técnicas, los mecanismos de protección que utilizan y su rendimiento. El trabajo es el primer análisis detallado sobre este tipo de aplicaciones y plantea retos tecnológicos y científicos para mejorar estos sistemas y facilitar su implantación.
«La blockhain tiene un excelente potencial para ser usada ampliamente en aplicaciones de gestión y protección de derechos de autor, pero todavía hay muchos problemas abiertos que deben ser investigados y analizados más a fondo para crear aplicaciones que puedan beneficiarse plenamente del uso de esta tecnología», destacan los investigadores.
Una brecha en la investigación
El crecimiento de la distribución de contenidos audiovisuales a través de plataformas de internet o de distribución de archivos de igual a igual (P2P, por su sigla en inglés) ha hecho que aspectos como la seguridad de los contenidos, la preservación de los derechos de autor y el rastreo de los infractores sean cada vez más urgentes para los propietarios de contenidos, productores y distribuidores. Ante esta problemática, la cadena de bloques permite, en palabras de los investigadores, «cargar contenido con derechos de autor, controlar las opciones de licencias, gestionar la distribución, rastrear las fuentes de piratería y recibir pagos por el uso del contenido».
Sin embargo, a pesar del auge del sector y de las capacidades de esta tecnología, el nuevo estudio destaca que los sistemas de protección de derechos de autor (copyright) basados en la cadena de bloques todavía son muy escasos. «Esta situación apunta hacia una brecha en la investigación, y para rellenar este vacío se necesita una taxonomía que pudiese integrar los aspectos técnicos y el conocimiento de estos sistemas y sirviese como guía a los investigadores para desarrollar mejores sistemas de protección de derechos de autor multimedia basados en blockchain», afirman.
Comparación de los sistemas de protección de derechos de autor
Con el objetivo de paliar esta carencia, y a partir de una revisión de la literatura científica, los investigadores han analizado dieciocho sistemas de protección de contenido multimedia basados en la cadena de bloques y los han comparado sistemáticamente estudiando si se trata de redes públicas o privadas, qué técnicas de protección digital utilizan —como por ejemplo la encriptación o las marcas de agua digitales—, y también cuál es su rendimiento en términos de escalabilidad, robustez frente a ciberataques, tiempo de respuesta o capacidad de almacenamiento de datos.
Los resultados han permitido señalar algunas de las lagunas de la investigación necesaria para la implantación de la cadena de bloques en este ámbito: por un lado, en cuanto a aspectos generales, como la interoperabilidad debida a la falta de estándares universales y a la falta de modelos de validación de prueba de concepto o de resolución de conflictos; por otro lado, en cuanto al diseño de sistemas de protección de contenido multimedia que puedan soportar la tecnología de la cadena de bloques al incorporar sistemas distribuidos o avances tecnológicos y garantías de seguridad que sean aceptadas por todas las partes involucradas.
Se trata de unas líneas maestras para conseguir mejorar la usabilidad de la tecnología de la cadena de bloques en un ámbito con un gran potencial de crecimiento. Sin embargo, para los investigadores, el éxito futuro dependerá de otros factores relacionados con la tecnología, como «la escalabilidad, la confiabilidad o la adopción del mercado, que son difíciles de prever».
Un libro de contabilidad digital y seguro
La blockchain es conocida también como cadena de bloques porque funciona como un libro de contabilidad digital distribuido —y, por tanto, descentralizado—, en el que los registros serían bloques conectados y cifrados criptográficamente. Cada bloque se vincula criptográficamente con el anterior después de la validación distribuida, ya que en ella participan el resto de los usuarios de la red, lo que evita tener que depender de costosos intermediarios. Además, a medida que se agregan nuevos bloques, normalmente los antiguos ya no se pueden modificar ni eliminar, lo que evita la manipulación.