Alarma generalizada ante la vulnerabilidad de los procesadores de Intel, AMD y ARM
Apenas ha comenzado 2018 y ya se ha desatado la primera gran amenaza informática, siguiendo la estela de un 2017 en el que los problemas de seguridad coparon las portadas de todos los medios, especializados o no. En esta ocasión el origen del problema no está en la acción de unos ciberatacantes (aunque serían ellos los que podrían beneficiarse), sino en fallos de diseño en los procesadores de Intel, AMD y ARM.