Los propios impulsores actuales de la inteligencia artificial previenen de su riesgo para el fin de la humanidad
La preocupación por el auge imparable de la inteligencia artificial ha adquirido tintes apocalípticos con una nueva carta abierta.
Los autores más conocidos de esta nueva advertencia no coinciden con los de la publicada hace unos meses, más moderada. Lo paradójico es que en esta ocasión se trata de líderes tecnológicos más directamente implicados en el desarrollo actual de la tecnología de IA. Por ejemplo, entre está ellos Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, la iniciativa sin ánimo de lucro desarrolladora del popular Chat GPT. Altman ya advirtió hace poco de los riesgos de la IA ante el Congreso de los EEUU. Otros líderes firmantes son Demis Hassabis y Dario Amodei, respectivos directores ejecutivos de Google DeepMind y Anthropic.
La nueva carta afirma textualmente que “Mitigar el riesgo de extinción de la IA debería ser una prioridad mundial junto con otros riesgos a escala social, como las pandemias y la guerra nuclear”. La introducción de la palabra “extinción”, junto a conceptos de similares connotaciones apocalípticas como las pandemias o la amenaza nuclear, elevan el discurso preventivo frente a los supuestos riesgos de la inteligencia artificial. No obstante, las declaraciones de Altman ante el Congreso de los EEUU parecen ahora un paso previo: “Mi peor miedo es que esta tecnología salga mal. Y si sale mal, puede salir muy mal”. Bien es cierto que, entre ambas declaraciones, Altman ha estado en Europa para defender la permanencia de la tecnología de Open AI en nuestro continente, tras amenazar con lo contrario por la regulación europea.
En la carta firmada hace dos meses por personalidades como Elon Musk, precisamente uno de los fundadores de Open AI, que luego abandonó el proyecto, o Steve Wozniak, co-fundador de Apple, se solicitaba “que pausen inmediatamente durante al menos 6 meses el entrenamiento de sistemas de IA más potentes que GPT-4”. Los dos, junto a otros, ya habían firmado otro comunicado al respecto de la IA hace siete años con similar preocupación, poco antes de fundarse Open AI.