La inteligencia artificial jugará un papel fundamental en la gestión eficiente del agua
La escasez de agua y la regulación del consumo son las premisas de un nuevo paradigma en el que la tecnología juega un papel fundamental para una correcta gestión del agua.
Algo sobre lo que el subdirector de Estudios y Programas en el Canal de Isabel II, Fernando Arlandis, señaló que hay un problema de adaptación a las nuevas reglas, donde el cambio climático es el principal escollo.
Sobre este aspecto, así como para dilucidar la estrategia de los próximos años en el sector, se debatió en la segunda edición del evento ‘Smart Water: La tecnología al servicio del agua’, celebrado en Madrid y organizado por Executive Forum. En dicho espacio participaron empresas de la talla de Minsait by Indra, Auara y el Canal de Isabel II.
Las estimaciones por parte de los organismos internacionales encargados señalan que el agua dulce accesible por el ser humano constituye prácticamente un 1% del total existente. Una cifra a tener muy en cuenta para trabajar de manera concienzuda en inversiones y respuestas eficientes de cara a conseguir una gestión mejor y más sostenible en nuestro planeta.
Y es que es esa la principal preocupación de los organismos y compañías: Modificar y revolucionar el modelo de gestión y consumo del agua, gracias a la tecnología, debido a su escasez. Porque el modelo ha cambiado con el paso de los años. “Poco a poco ese escenario y sus prioridades fueron virando. Las infraestructuras ya estaban construidas, por lo que se trabajó en una correcta gestión de la demanda, y por ese motivo se establecieron tarifas y elementos de comportamiento. Ahora, trabajamos contra el cambio climático, y todavía tenemos un serio problema de adaptación”, aseguró Fernando Arlandis.
Además, destacó que el Canal de Isabel II trabaja desde dos años en un Plan Estratégico con un desenlace en el año 2030 bajo los principios de transparencia, eficacia y sostenibilidad. “Hemos advertido que no existe una profunda preocupación sobre estos asuntos y una de nuestras líneas de trabajo es precisamente involucrar a la sociedad en esta tarea tan importante”, afirmó.
Proyectos sociales para conseguir agua potable en todo el mundo
Una línea social en la que sí incide y basa su proyecto Antonio Espinosa de los Monteros, CEO y Cofundador de Auara. “Auara es una empresa social que basa su principal misión en la falta de agua potable en países en vías de desarrollo. Una empresa sin ánimo de lucro”, definió el propio Antonio Espinosa.
“Desde un inicio lo que queremos es darle la vuelta al concepto de ONG, convirtiendo al donante en cliente. En otros términos, proponer una solución e involucrar esta causa en el mercado de consumo en España, Europa, Occidente en definitiva. Creamos una relación directa entre la compra de nuestra agua embotellada y el impacto que tiene esa compra, porque se calcula que, en el mundo, cerca de 700 millones de personas no tienen acceso a agua potable”, continuó.
La inteligencia artificial como solución a la gestión del agua
Entre las herramientas para llevar a cabo un uso y gestión más eficiente del agua, la inteligencia artificial revolucionará -ya lo está haciendo-, el sector. “No solo en este sector, sino que la Inteligencia Artificial cambiará nuestro día a día, tal y como lo conocemos”, manifestó el director de Energía & Utilities y responsable de la Práctica del Agua de INDRA, Maurizio de Stefano.
“La Inteligencia Artificial trabaja en cuatro áreas funcionales: sentir, razonar, actuar y aceptar. Todo ello a través de dos metodologías de aprendizaje y razonamiento. Una explosión de datos que actualmente llega, en su mayoría a través de móviles y redes sociales, pero que poco a poco se incrementarán por millones gracias a los dispositivos de IoT -Internet de las Cosas- que cada vez más se asientan en nuestras vidas”, continuó.
“Enfocado a sectores como el del agua, la acción artificial permite saber si las infraestructuras, a tiempo real, tienen algún problema, pérdida o rotura. Incluso de qué tipo es, por ejemplo, un vertido de agua y si esa agua tiene elementos químicos inesperados. Esta tecnología mejora la gestión de estas construcciones para dar el mejor servicio y ser lo más eficientes posibles”, concluyó Maurizio de Stefano.