Las mujeres superan a los hombres en las apps de juegos
Las previsiones acerca del entretenimiento móvil han cambiado radicalmente desde la crisis sanitaria del coronavirus. Y lo han hecho al alza.
Las previsiones acerca del entretenimiento móvil han cambiado radicalmente desde la crisis sanitaria del coronavirus. Y lo han hecho al alza.
Ni nos gusta la expresión nueva normalidad, ni nos apasionan las manidas tendencias tecnológicas de las que suele hablar cuando se cambia de año.
Una cosa es el debate acerca de la implementación de aplicaciones móviles de rastreo de contagios de Covid-19, entendiendo que su uso sería exclusivamente para contener la expansión del virus, y otra muy distinta es añadir a la discusión el supuesto de que esta tecnología acabe llevando a otros objetivos más lucrativos y sobre todo contrarios a la privacidad.
Cuatro claves tecnológicas para que el sector turístico haga frente a la crisis del COVID-19 durante la temporada de verano.
El 64 por ciento de los nuevos clientes afirman haber recurrido a la firma electrónica a causa del coronavirus, y el 93.3 por ciento prevé seguir utilizándola pese a la vuelta a la normalidad.
El 57,4 por ciento de las pequeñas y medianas empresas en España ve nada o poco probable que el teletrabajo aumente en el futuro en su negocio y el 53,1 por ciento tampoco cree que lo haga la inversión en las herramientas tecnológicas para facilitarlo.
Una preocupación común en el ecosistema empresarial es cómo va a afectar la crisis sanitaria y económica derivada de la COVID-19 a la estabilidad de los negocios.
Microsoft y LinkedIn han anunciado esta semana una nueva iniciativa para facilitar formación tecnológica gratuita a personas desempleadas y ayudar al reciclaje de los profesionales de tecnología de nuestro país.
En la nueva normalidad, hemos adaptado nuestros patrones de uso y consumo para muchas cosas, y también para el carsharing, una de las opciones de transporte urbano que más adeptos ha ganado en los últimos años, por ser un sistema sostenible, cómodo y flexible.
Las grandes firmas de abogados generan de manera recurrente informes, análisis de sentencias o valoraciones de nueva normativa. Sus autores son normalmente socios de prestigiosos bufetes, cuya energía está centrada en litigar pero deben dedicar un tiempo del que no disponen a la edición de documentos.
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