Mientras seguimos esperando pacientemente la llegada de esa nueva Filomena que no pocas noticias de ambición clickbait y tufillo a bulo o como mínimo a exageración han vaticinado durante semanas a través de Internet, hemos recibido un artículo sobre el propósito mucho más serio y preciso que los meteorólogos siguen poniendo en la mejora de su labor, apoyándose cada vez más en la tecnología.
Este es un tema sobre el que ya hablamos hace bastante tiempo, pero que no para de evolucionar. La capacidad de acierto de las previsiones del tiempo ha ido mejorando con los años a través de diferentes ámbitos de la tecnología, y ahora lo está haciendo a pasos agigantados en la era más avanzada de la historia de la informática. Por ello, cualquier artículo que escribamos se quedará corto pasado un tiempo.
Pero, si la cosa sigue avanzando todavía más, ¿hasta dónde va a llegar la precisión? El ideal supongo que estaría en una notificación en el móvil exactamente un minuto antes de que caiga la primera gota, otra que te avise de que te sujetes la gorra justo antes de una ráfaga de viento, o incluso otra que te diga el momento y la distancia a la que va a caer el siguiente rayo en una tormenta, ¿os imagináis? Y luego también hará falta una predicción meteorológica para el metaverso, digo yo, y esa sí que debería ser infalible… ¿Qué en el metaverso no va a llover? ¿Pero es que no habéis visto El show de Truman…?
Dejando a un lado la contradicción entre llamar exagerados a otros y lo que hemos escrito en el anterior párrafo, la meteorología del mundo digital no sólo va a ir enfocada a elegir el mejor día para lavar el coche, sino a aspectos más importantes relacionados con el cambio climático y la eficiencia energética. Sobre todo esto trata el mencionado artículo, con el que os dejamos ya.
Las tendencias que marcarán un antes y un después en la predicción meteorológica
La meteorología ha cobrado importancia en las agendas gubernamentales, y la sociedad se muestra preocupada por unas condiciones climáticas cada vez más extremas. El 2021 estuvo protagonizado por importantes fenómenos como la borrasca Filomena, que afectó a todo el país; incendios extremos en la Península debido a las altas temperaturas; o la crecida del río Ebro que inundó buena parte de la ribera de Navarra y Aragón.
En este contexto, Meteo for Energy, compañía especializada en meteorología aplicada a la predicción energética, ha analizado las principales tendencias que marcarán los avances del sector en los próximos años y cómo la innovación en predicción meteorológica sentará las bases para evolucionar hacia modelos de ciudades más inteligentes y preparadas para este tipo de acontecimientos.
• Supercomputación y computación cuántica contra el cambio climático. El aumento exponencial de los datos adquiridos a través de las nuevas tecnologías ha supuesto una mejora drástica en el resultado de las predicciones. Esto, claro está, no sería posible sin procesadores capaces de tratar toda la información. Cada vez disponemos de una mayor cantidad de datos y la prioridad ahora está en traducirlos y cribarlos de forma rápida y veraz. Estos innovadores formatos de procesamiento permitirán crear modelos meteorológicos cada vez más precisos y se prevé que tengan un papel central en la resolución de grandes problemas sociales como la sostenibilidad y el cambio climático.
• Mayor precisión para evitar el caos. Según la famosa teoría del caos determinista, el aleteo de una mariposa puede provocar un huracán al otro lado del mundo. No sabemos si provocarlo, pero probablemente sí que modificaría la predicción del mismo. Las condiciones iniciales influyen de forma directa en la predicción y es muy importante que estas sean fiables dado que, un pequeño error de medición en esas condiciones iniciales, puede mandar al traste el pronóstico. La búsqueda de sensores y tecnología cada vez más fiable, así como sistemas de inteligencia artificial que detecten posibles errores y fallos en las mediciones, serán algunas de las claves de los próximos años.
• Predicciones ultra localizadas. Predecir a pequeña escala lo que sucederá en un punto concreto del mapa será otra de las tendencias. Gracias a las predicciones mediante técnicas de Inteligencia Artificial se puede calcular el rendimiento energético de una industria, la energía que se generará en un parque eólico, las condiciones climáticas para las competiciones de Fórmula 1 o el vestuario que debemos llevar en una boda. Más allá del tiempo que hará en una comunidad autónoma, podremos saber exactamente si lloverá o no en el balcón de casa.
• Dispositivos personales móviles para predecir el clima. Hay varios proyectos en marcha que buscan crear una red a gran escala en la que se tomen datos desde los dispositivos móviles personales. Para esto, se emplea la señal GPS, que ayuda a determinar la humedad relativa en la atmósfera en diferentes puntos del globo: esto sirve para realizar una recopilación masiva de datos con el objetivo de mejorar las predicciones meteorológicas.
• Inteligencia artificial para convertirse en una Smart City. La inteligencia artificial marcará un antes y un después en la previsión meteorológica mejorando, entre otras cosas, las predicciones a corto plazo. Esta tecnología está haciendo que los métodos de predicción existentes sean más eficientes, contribuyendo a aumentos en la velocidad y precisión de la predicción, y ya ha permitido grandes avances para detectar y estimar las rutas de condiciones climáticas adversas como lluvias intensas, fuertes vientos, tornados o granizo con mayor exactitud. Esto permitirá a las administraciones públicas tener una previsión eficaz para poder tomar mejores decisiones ante fenómenos climáticos.