La meteorología en tus manos

¡El tiempo está loco! ¿…lo está?

Desde que los telediarios ponen a un reportero en el Puerto de Navacerrada para cubrir la inesperadísima noticia de la llegada de las nieves en invierno, o desde que los periodistas se empeñan en preguntar a los meteorólogos qué tiempo va hacer durante toda una estación (para ejemplificar lo absurdo que esto resulta, os recuerdo que para este invierno se aventuraron a pronosticar que sería más húmedo de lo normal, y ya veis cómo va la cosa…), las condiciones atmosféricas han pasado a incorporar una serie de mitos, exageraciones y cuñadismos de todo tipo a las ya de por sí miles de conversaciones triviales que se producían de toda la vida en los ascensores de las comunidades de vecinos (con frases tan clásicas como la que subtitula esta entrada).

Pero claro, he aquí que ahora también llevamos encima un maravilloso predictor de meteorología encima (porque ahora lo llevamos TODO encima, gracias a la magia de la tecnología), así que el hombre o mujer del tiempo nos cabe en el móvil. Con eso se supone que deberíamos saber mucho más que antes sobre el tiempo, no sólo las obviedades o los falsos mitos… ¿seguro…?

Bueno, lo cierto es que la información directa del tiempo que nos ofrece el Smartphone de manera instantánea, desde la misma pantalla de inicio, es en realidad como todo lo que suele ofrecer la tecnología: Simple, sencillo, accesible, rapidito, etc. O sea, si va a llover o va a hacer sol, o frío o calor, y poco más. Sí, vale, a partir de ahí se puede profundizar todo lo que uno quiera, pero, ¿quién lo hace? ¿Y ya está? ¿Eso es la meteorología? ¿Y dónde queda la procedencia de las borrascas, los mapas de isobaras, las probabilidades sujetas a las diferentes variables (temperatura, presión atmosférica, humedad relativa), etc., etc., etc….? Pues no amigos, la meteorología no es algo tan simple como para dejarlo en “para mañana dan lluvia” (como quien da publicidad a la salida del metro) y ya. Así que las conversaciones de ascensor difícilmente van a mejorar gran cosa, casi puede que hasta sea al revés, que Montesdeoca y compañía al menos nos hacían pensar un poquillo…

Lo cierto es que la meteorología no solo es una ciencia tan compleja e imprecisa como cualquiera que maneje tantos factores del mundo de las leyes físicas, máxime a una escala tan potente como la atmósfera terrestre, sino que además, a nivel estadístico exige un tratamiento de datos gigantesco. Por eso, la simplicidad de la presentación de las apps más populares del tiempo puede llevar a la errónea sensación de que el tiempo que va a hacer podría ser algo así como una programación diseñada e infalible, como si fuera tan seguro como lo que van a poner en la tele esta noche. Nada más lejos de la realidad.

Y para muestra un botón. El gráfico que os presento a continuación es una síntesis de todas las fuentes de información que maneja una sola página web de pronósticos del tiempo para una sola localización concreta en un momento dado; es decir, lo que dicen los datos estadísticos recopilados por los diferentes satélites meteorológicos y diversos modelos matemáticos para ese lugar concreto. Cada uno de ellos da una predicción distinta, y luego la web hace una estimación en base a sus propios algoritmos, y saca una especie de conclusión que es la que el usuario ve e interpreta como “infalible”. Pero fijaos cuántas situaciones distintas podrían darse en realidad, según cada modelo:

Multimodel

Y claro, luego cuando la predicción falla, aunque sea un poquito, ponemos el grito en el cielo con lo mala que es la APP. Pero claro, la aplicación no da un resultado incuestionable, da una probabilidad. Y no me refiero al “85% de probabilidad de lluvia”, sino que dentro de eso hay una probabilidad de que ese porcentaje tampoco sea exacto. Salvando las distancias, es como creerse a pies juntillas lo que dicen las casas de apuestas online sobre quién va a ganar el partido, o las encuestas sobre cuántos escaños va a sacar cada partido en las elecciones… Pues eso, que queremos que la realidad sea tan mágica como la tecnología que lucimos en nuestras manos, y eso no puede ser, al menos de momento.

Algo que suele ocurrirnos cuando nos enfadamos con los fallos de las predicciones de las APPs del tiempo (sobre todo si nos ha arruinado un planazo de vacaciones, o en la barbacoa con los amigos ha aparecido Murphy con su ley para fastidiarla), es que tratamos de ir buscando de una a otra APP para ver si damos con una más fiable. Y aquí se produce un engañoso efecto psicológico: Siempre, toda nueva aplicación, parece mejor que las anteriores. Eso es porque la mayoría de las veces las aplicaciones aciertan, con lo que las primeras veces nos parecen buenas… hasta que llega el primer desacierto, y empezamos a mosquearnos. Y es sabido que los recuerdos resultan más duraderos y difíciles de superar cuando son negativos que cuando las cosas salen bien… así que esa nueva aplicación, cuando ya nos ha fastidiado dos o tres veces, pasa a la lista negra, y enseguida parece superada por la nueva que nos instalemos.

Lo cierto es que todas las aplicaciones manejan un gran volumen de datos, y todo ello nos lleva a una tendencia tecnológica de los últimos años de la que ya hemos hablado varias veces: El Big Data y la analítica predictiva, que es muy útil pero no infalible (recordemos los pronósticos fallidos para el Mundial de Fútbol del año pasado). Hace falta algo llamado analista o científico de datos, es decir una persona, que en el ámbito del tiempo se llama meteorólogo. Y este explica mucho mejor lo que puede pasar y el por qué.

Si no queréis cabrearos sin más con las “pifias” de las APPs del tiempo, lo que yo os recomiendo es buscar páginas web donde se trate la meteorología con mayor profundidad, con el aporte humano, y aprender de paso un poco más del tema. De esa forma, os convertiréis en el más sabio del ascensor de vuestra casa… y nadie querrá subir con vosotros para soportaros la turra que les vais a dar…!!!

Post by Albert