Estados Unidos, de nuevo contra el cifrado de datos
Como en una auténtica guerra de ataque y contraataque, los sucesos recientes en torno al cifrado de datos siguen provocando nuevas acciones y sus consecuentes reacciones. Tras la nueva encriptación de WhatsApp, que por otro lado cuestionan los expertos, Estados Unidos mueve ahora ficha.
Un proyecto de ley redactado por senadores estadounidenses, cuyo borrador ha sido filtrado a Internet por el medio Scribd, aspira a convertir en ilegal el cifrado extremo a extremo. Se trata de una iniciativa que llevaría el nombre de “Ley de 2016 sobre el cumplimiento de requerimientos judiciales”.
En el documento se establece que cualquier empresa que reciba una orden judicial para que las autoridades puedan acceder a datos almacenados en soportes informáticos “deberá proporcionar, de manera expedita, información o datos en formato sensible e inteligible, o proporcionar la asistencia técnica adecuada que haga posible obtener tal información o datos”, lo que incluye “información almacenada en un soporte remoto, en un dispositivo habilitado, diseñado, licenciado o manufacturado por una empresa tecnológica o proveedor de servicios”.
El hecho de que los fabricantes o proveedores de servicios pudieran cumplir con la obligación a que conduciría esta ley, implicaría que el cifrado extremo a extremo fuese ilegal, porque de lo contrario se incurriría en una imposibilidad, ya que esas compañías carecerían de la posibilidad de acceso a los datos encriptados.
El orden de los sucesos en los últimos meses en esa guerra por el cifrado ha sido el siguiente: El FBI requiere a Apple desbloquear el cifrado del iPhone de un sospechoso de los asesinatos de San Bernardino; Apple se niega a la petición; El FBI interpone una demanda; mientras Apple se sigue negando y otras compañías y organizaciones (entre ellas la ONU) apoyan al gigante de la manzana, el FBI consigue desbloquear el iPhone con la ayuda de un tercero; WhatsApp mueve ficha mejorando su cifrado, cosa en la que ya trabajan otras compañías (la última es WordPress). Finalmente, parece que EEUU quiere cortar de raíz el asunto.