Espejo Negro, T3 E2: Playtest

Este capítulo está de miedo

Pues me está gustando la tercera temporada de Black Mirror, fíjate. Sí, ya se que esa frase suena caducada, pero yo veo las series cuando me apetece, ¿vale?

El caso es que llevo dos episodios que me han parecido de los mejores hasta ahora, y de hecho este segundo creo que sube directamente al pódium de todos los que he visto. Y sí, soy consciente de que, otra vez, no parece una opinión muy compartida, pero es lo que hay; No lo hago aposta, lo juro.

Hay algo que parece, al menos de momento, común en esta tercera temporada, y que creo que es la razón principal de que estos dos capítulos me parezcan por encima de la media de las dos primeras temporadas, y es algo de lo que ya había hablado en anteriores entradas: El desarrollo de las historias, en relación a su duración: Hasta ahora me parecía que el metraje de los episodios, en general, era demasiado corto como para narrar bien la trama, sobre todo en cuanto a la definición de sus personajes. Nosedive y Playtest duran apenas unos 15 minutos más de lo que era habitual, y sólo con eso los personajes me parecen mucho mejor dibujados desde el principio, lo que me ayuda a entrar mejor en las situaciones que viven.

En este caso, hay quien puede pensar que la introducción da demasiadas vueltas antes de llegar al tema tecnológico del que realmente trata el capítulo, que es el que explica su título, pero yo creo que es necesario apuntar varias cosas que luego van a tener relevancia, especialmente en referencia a la relación del protagonista con su madre. Pero también porque, de forma muy sintética, se introducen multitud de detallitos que son “clavos en la pared en los que luego se colgarán cuadros” (y nunca mejor dicho): Arañas en videojuegos, desenfado para vencer el miedo (las turbulencias del avión), heridas en los San Fermines y cicatrices en el hombro, etc. Y sobre todo, nos convencemos de que el protagonista es buen tío, pero tiene sus cosillas…

Desde ese planteamiento, y durante la mayor parte del desarrollo posterior, independientemente del contenido, me parece una de las tramas mejor narradas de todas las que he visto hasta ahora en Black Mirror. Luego, cuando ya está inmerso en la parte más intensa de la historia (el playtest “chungo”, por así llamarlo), la narrativa se vuelve algo más rutinaria y tópica del terror / suspense (incluyendo algún plano Hitchcockiano, niano niano), pero que para mi gusto sigue funcionando, y que si al final no alcanza la excelencia es por la sucesión de giros de guion del desenlace, que me introducen en una montaña rusa de “me convence, no me convence, etc.” que acaba desluciéndolo un poco. Una pena, porque en mi opinión iba camino de ser directamente el mejor de la serie.

playtesting

Implicaciones tecnológicas

Pero en fin, vamos al turrón, que para eso esto es un blog de tecnología. Ya hemos comentado en varias ocasiones que Black Mirror tiene episodios en los que la tecnología se acerca más a la realidad y otros en los que avanza hacia la ciencia ficción. En Playtest todo comienza con la sensación de que el mundo es más o menos como el actual y toda la gente, protagonistas incluidos, viven aproximadamente como nosotros (cosa que luego quedará desmentida o matizada por un detalle del que ahora hablaré), lo cual no es poco en cuanto al mundo digital: mensajes programados para eludir llamadas “incómodas”, postureo turístico en redes sociales, videojuegos móviles, apps de citas, búsqueda online de trabajo… todo parece normal, dentro de lo normalizada que tenemos esta revolución informática. Ese es otro punto a favor de la introducción que antes he alabado, porque de esa forma, el asombro del protagonista al vivir en sus carnes el grado de desarrollo alcanzado por una empresa de videojuegos es compartido por nosotros: El personaje se asombra al mismo tiempo que el espectador, y esa es una empatía que pocos capítulos de Black Mirror han sabido trabajar igual de bien.

Una vez en el escenario de la prueba o testeo del videojuego, nos dan en la cara con el detalle que cuestiona la aparente normalidad del inicio del episodio: Resulta que leer libros es cosa del pasado desde hace mucho tiempo, y los personajes bromean con la idea de que antaño la gente hiciera ese esfuerzo como cuando los “nacidos digitales” se preguntan en 2021 cómo podíamos vivir sin Internet. De hecho, en esa misma escena, un poco antes, ya nos preparan sobre esa misma idea: El protagonista se ve, aburrido, en una casa sin tecnología, y no logra evitar el impulso de ir a sacar de su bolsillo un móvil que no lleva. El detalle de los libros puede ser tomado como una anécdota, un sarcasmo del guion, pero también interpretarse como una forma de darle otra lectura al capítulo, aportándole el plano distópico que parecía faltar hasta ese momento… aunque nada comparable a lo que va a empezar a suceder en los siguientes minutos. Por cierto, el libro comienza con el poema de Edgar Alan Poe, El Cuervo, del que hay un par de aspectos que inspiran el desarrollo posterior.

Finalmente, el meollo tecnológico de la cuestión en Playtest no es que sea de los más interesantes o inquietantes que se han visto en Black Mirror, pero sí ha sido mejor tratado que otros que me parece que podrían haber dado para más en otros episodios: aquí la cosa llega a asustarme bastante, y no por las “apariciones” terroríficas. Apunta especialmente a los riesgos de la incorporación de técnicas digitales invasivas en nuestro cerebro, y lo relaciona directa y acertadamente con la parte de la trama que trata la historia del padre del protagonista, que sufría alzhéimer (y que luego tiene uno de los giros finales en mi opinión más efectivos en la escena en la que vemos por primera vez a la madre en persona). Es un tema sensible con el que no me quiero meter en un jardín, pero no pocos gurús tecnológicos y científicos han defendido el uso de la tecnología como posible forma de vencer a esa terrible enfermedad, mientras que el capítulo se decanta por la idea de que pudiera ocurrir precisamente todo lo contrario. Por otro lado, se me ocurre que esta temática podría casar de alguna manera, y llevarse a un punto aún más apocalíptico, con la del capítulo Toda tu historia, por cierto, otro de los que más me gustan: Menudo crossover hay ahí esperando…

Pues nada más por hoy, y ya sabéis: Si os llama vuestra madre, ¡coged el móvil, sinvergüenzas!

 

Nota del Pulpo: 7,5 / 10