Radiografía del uso de apps para ligar y sus ciberamenazas

Doxing y otras prácticas de riesgo en Internet

¡Ya llegó la primavera, amigos! Ya nos cambiaron la hora, cosa que con la tecnología no tenemos ni que hacer nosotros (salvo con ese reloj de agujas a pilas que sigues teniendo colgado en la concina por inercia o por ser un recuerdo familiar), la luz dura más tiempo, los pajarillos cantan, las nubes se levantan, las plantas florecen, etc., etc.

Y con la llegada de la primavera, ya se sabe que la sangre se altera. O eso dicen. Y si no, en cualquier caso, en esta época o en cualquier otra, la gente busca pareja. Y, cómo no, ahí está de nuevo la tecnología, como en tantos otros ámbitos, en este caso para facilitar los flirteos y las zalamerías. Y es que en el siglo XXI lo raro es que la cosa no empiece a través de aplicaciones móviles para ligar. El método antiguo ya se denomina ligue analógico, en ese punto estamos.

Si, vale, de acuerdo, este tema igual ya está muy manido. Incluso los que nos seguís desde hace años recordaréis que ya publicamos entradas sobre lo mismo en su día. En cualquier caso, como hemos dicho la cosa no para de evolucionar, y prueba de ello son los datos del estudio que os traemos hoy. Ya sea mediante apps o a través de páginas web, lo de la interacción online para conocer gente sigue creciendo, y en algunos sitios como Madrid ya se acerca a la mitad del total la cantidad de gente que lo hace. Si consideramos que hay que descontar a la gente que, felizmente emparejada y sin ánimo de cambiar su situación ni buscar más allá de su relación actual, más la que sencillamente no está para esas cosas (o no cree estarlo) aun estando sola, y que por tanto no ligan por ningún tipo de método, se confirma lo que decíamos acerca de la preferencia actual por Internet y las aplicaciones en la mayoría de los casos.

Y luego está otro asunto que no es baladí, y que también se trata en el mismo informe, que son las amenazas para la ciberseguridad que este uso masivo supone. Riesgos de todo tipo, principalmente relacionados con la privacidad, pero no solo. Ciberamenazas con nombres de esos tan modernos que les gusta poner a los tecnólogos, como doxing, catfishing, o sexting (efectivamente, si quieres sonar “moderno”, dilo en inglés, no tiene más misterio), y con las cuales hay que tener mucho cuidado, especialmente en el caso de adolescentes (que esa muchachada sí que tiene la sangre alterada…)

Por lo tanto, aquí os dejamos con este análisis del estado actual del ligoteo digital, y ya vosotros y vosotras comprobáis si os sentís parte esos datos o si bien queréis entrar a formar parte de los mismos o no. Eso sí, procurad evitar acabar identificándoos como víctimas de lo que se cuenta en la segunda parte del estudio. Para ello, hay una serie de consejos al final.

 

Los madrileños, entre los españoles que más recurren a apps para ligar

2 de cada 10 madrileños han conocido a sus parejas a través de Internet. Así lo revela una encuesta1 realizada por Kaspersky, empresa global de ciberseguridad, a más de 2000 personas en España. De ella también se desprende que el 46% de los madrileños usa o ha usado en alguna ocasión estas aplicaciones de citas 'online' para ligar. Se sitúan así, solo precedidos por canarios y ceutíes, entre los españoles que más recurren a este tipo de plataformas. Por su parte, es en Asturias, Castilla León y Baleares donde menos las utilizan.

porcentajes

Sin embargo, en lugar del amor, lo que muchas personas encuentran son estafas. Y es que, a medida que aumenta la actividad de los usuarios en estas aplicaciones, también pueden crecer los riesgos asociados a ellas. En particular, los expertos destacan que el doxing (proceso de recopilar y publicar los datos personales de una persona, a menudo como acto de venganza) es una de las principales amenazas que se encuentran los usuarios de estas apps de citas. De hecho, según otro estudio de Kaspersky, uno de cada siete usuarios españoles de aplicaciones de citas (14%) ha sido víctima de esta práctica, porque muchas de estas plataformas suelen requerir un registro a través de redes sociales, donde se alberga gran cantidad de fotografías e información personal.

El doxing no solo es una práctica que amenaza a los solteros y solteras que buscan el amor. Cada vez son más las parejas que, debido al alto nivel de confianza que tienen, renuncian a su privacidad y comparten el acceso a sus dispositivos para mostrar que no hay nada que esconder. Pero ¿qué puede ocurrir tras la ruptura? Algunas personas se vengan de sus exparejas publicando fotografías recopiladas a lo largo de la relación.

Los expertos de Kaspersky recuerdan que, además del doxing, el amor online también se enfrenta a otras amenazas. Por ello, comparten los principales términos relacionados con las formas de estafa o acoso en redes sociales y apps de citas:

•    Catfishing. Crear una cuenta o identidad falsa en redes sociales con el objetivo de engañar a otras personas para que compartan información personal o crean que están conversando con una persona o cuenta real.

•    Deepfake. Es una técnica de inteligencia artificial que permite crear vídeos falsos de personas que aparentemente son reales, utilizando algoritmos de aprendizaje y vídeos o imágenes ya existentes de personas reales. Es posible utilizarla para hacerse pasar por personas famosas, despertando el interés de la víctima.

•    Flamear. Lanzar mensajes hostiles o insultantes que no tienen la intención de ser constructivos, sino que buscan establecer una posición de autoridad y/o superioridad.

•    Gaslight (luz de gas). Manipular la autopercepción de la otra persona para hacerla dudar de su propia realidad, su memoria, su percepción y/o su cordura. Puede incluso consistir en la escenificación de situaciones extrañas con el fin de desorientar a la víctima.

•    Gossip. En esta práctica se utilizan los programas de mensajería o las redes sociales para extender rumores. Además de los riesgos derivados de la falsedad de la información, extender estos rumores en Internet puede ser un detonante de conductas de ciberacoso.

•    Grooming. Acciones deliberadamente emprendidas por un adulto a través de Internet con el objetivo de ganarse la confianza y amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional.

•    Sexting. Envío de contenidos de tipo sexual producidos de forma voluntaria por la propia persona emisora. Hay que ser cauteloso y enviar solo este tipo de contenidos a personas de confianza o evitar mostrar el rostro en las imágenes.

•    Stalkear. Forma de acoso y espionaje que consiste en monitorizar de forma compulsiva la actividad de una persona en las redes sociales.

En este sentido, cabe destacar que la probabilidad de que un usuario se vea afectado por estas amenazas puede depender de las medidas de seguridad implementadas en cada aplicación y de las vulnerabilidades que contenga. Concretamente, según un tercer estudio sobre las aplicaciones de citas más populares, 6 de ellas permitían averiguar la ubicación del usuario; 4 permitían averiguar el nombre real del usuario y encontrar sus cuentas en otras redes sociales; y otras 4 permitían interceptar datos enviados por la aplicación que podían contener información sensible.

Además, desde Kaspersky recomiendan seguir estos consejos:

•    En las redes sociales, no aceptes peticiones de amistad de personas que no conozcas.

•    No vincules tu Instagram (u otras cuentas de redes sociales) a tu perfil de la app de citas. Eso aporta demasiada información personal que puede ser utilizada de forma malintencionada. Incluso si ya has configurado Instagram para una mayor privacidad y seguridad, hay más riesgo que beneficios en la vinculación de las cuentas

•    No divulgues demasiada información personal en un perfil de citas, tampoco a alguien con quien solo hayas hablado por Internet. Los estafadores pueden aprovechar datos como tu apellido o lugar de trabajo para robar tu identidad.

•    Accede a sitios de citas fiables y mantén conversaciones a través de su servicio de mensajería. Los estafadores querrán cambiar rápidamente a los mensajes, redes sociales o al teléfono. Así, no constará que te han pedido dinero en el sitio de citas.

•    Tómatelo con calma. Hazle preguntas a tu presunta cita y fíjate en las contradicciones que te hagan pensar que puede estar tratando de engañarte.

•    Sospecha del exceso de elogios. Pega el texto en un motor de búsqueda y comprueba si hay palabras que coinciden con las de sitios web que denuncian estafas románticas.

•    No tengas una sensación de seguridad errónea porque seas tú quien haya iniciado el contacto. Los estafadores irrumpen en las webs y aplicaciones de citas con perfiles falsos y esperan a que las víctimas acudan a ellos.

•    No envíes fotos comprometedoras a desconocidos en la red con las que podrían hacerte chantaje en un futuro.

•    Interrumpe el contacto inmediatamente si empiezas a sospechar que el individuo es un estafador. Comunícalo al sitio web o a la aplicación de citas en la que le conociste.

•    No hagas clic en enlaces o descargas de las BIOS de los usuarios, tampoco en aquellos mensajes que creas que no sean pertinentes en la conversación que estás teniendo.

•    Si decides reunirte con tu supuesta cita en persona, cuéntales a tu familia y amigos dónde vas a ir y queda en un espacio público. No es recomendable viajar al extranjero para quedar con alguien a quien no has visto nunca.

•    No envíes dinero o tarjetas regalo ni reveles tus detalles bancarios a alguien que hayas conocido en la red.

•    Utiliza una solución de seguridad para evitar que hagas clic en enlaces maliciosos que un estafador pueda enviarte, además de evitar otras amenazas como virus, ransomware y ataques de phishing en general.

Las aplicaciones de citas se han vuelto más seguras desde un punto de vista técnico en los últimos años, en particular en cuanto a la transferencia de datos. A pesar de ello, siguen representando un riesgo importante cuando se trata de exponer demasiada información personal de los usuarios, lo que los hace vulnerables a amenazas como el ciberacoso y el doxing”, afirma Marc Rivero, Senior Security Researcher de Kaspersky.