Todavía aterrizando mentalmente de las vacaciones, la búsqueda de ideas con las que conseguir que el blog esté a la altura de las propuestas del año pasado se nos está haciendo un poquillo ardua, para qué vamos a engañaros. Pero no os preocupéis, que algo saldrá de las brillantes cabezas de nuestro equipo.
De momento, ya tenemos cubierta la sección de críticas cinematográficas y/o televisivas con potencial material más que de sobra para que nuestro Boyero cefalópodo continúe con la senda abierta en la temporada anterior con la sección del Espejo Negro, tal y como anunciamos la semana pasada. Ahora bien, ¿qué pasa con la otra sub-sección que abrimos también hace un año, la de los exámenes sobre tecnología?
Bueno, pues aquí hay que reconocer que, en caso de que quisiéramos seguir adelante con el asunto académico, salvo que os examináramos de temas de los que no os hemos hablado en el blog en plan divulgativo (bueno, ejem, si es que llegamos a eso si quiera…), material como tal no nos queda. También es verdad que sería muy fiel a nuestro estilo perverso y maquiavélico que efectivamente hiciéramos eso mismo: examinaros de lo que no os hemos hablado… Jejeje (risa sardónica).
Pero no, de momento no vamos a ser tan malotes. Entonces, ¿qué? Bueno, pues de momento tenemos en mente una idea que tal vez pongamos en marcha: Haceros test sobre cosas que se hayan publicado las semanas anteriores en el blog, aunque no sean sobre divulgación tecnológica propiamente dicha, o incluso en la propia revista digital madre, Hay Canal. Así comprobamos (o mejor dicho, comprobáis) cuanto interés tenéis realmente en el sector tecnológico. No os podéis quejar, que buscar los temas os va a resultar facilito a los amantes de lo de copiar, y tal…
Y mientras tanto, cabe la posibilidad de que entre los contenidos del blog recuperemos la costumbre de hacer algún que otro post divulgativo nuevo, con lo que tendríamos material nuevo para volver a hacer exámenes más canónicos, por así llamarlos. En fin, que sea lo que sea, ya encontraremos la manera de teneros otra vez entretenidos con el pasatiempo este, que es al fin y al cabo el objetivo último de Como un pulpo en la nube: Que ustedes lo pasen bien… y nosotros también, para qué negarlo.