Hoy toca volver al entretenimiento, dejando para próximas entradas los temas serios y profesionales sobre tecnología, como el de la semana pasada. Paradójicamente, y como ya dijimos en un post anterior, es al querer evadirnos cuando volvemos a mencionar el monotema en el que nos vemos inmersos estas semanas.
Y es que a nadie se le escapa que el encierro en nuestras casas ha provocado una mayor necesidad de recurrir al ocio online, y entre otras cosas los gamers están jugando más -¡todavía!- de lo habitual. Y claro, eso provoca que la demanda de comunicaciones por Internet también se eleve de manera notable, lo que a su vez provoca que las redes vayan más cargadas que el moflete de un hámster.
¿Y entonces qué pasa? Pues que estás a punto de meterle el gol de la victoria a ese usuario al que nunca habías ganado antes, y de repente se te corta o ralentiza la conexión, y cuando vuelve compruebas que has mandado el balón al quinto anfiteatro. Y eso jode, vaya que si jode. Y tú no eres el único afectado, porque al empezar a pegar gritos como un poseso, tu abuela, que está en su casa de videoconferencia con tu madre, al oírte de fondo se cree que te ha subido la fiebre y le suben a ella las pulsaciones al temerse lo peor, lo que provoca un aviso en su smartwatch, que lanza una comunicación automática al hospital, y al rato aparece una ambulancia en su calle, sus vecinos se asoman por las ventanas, empiezan a grabar vídeos con el móvil, los envían por whatsapp a todo quisqui, alguno se hace viral, se sobrecarga aún más la red, y así no acabamos nunca de resolver el problema…!
Así pues, esta vez nos ponemos al servicio de las condiciones ideales para disfrutar de los videojuegos online, para evitar de esa forma el efecto mariposa que derivaría en el caos total, cosa que en estos tiempos no conviene precisamente. Para un gamer, su primera misión es entender que su bienestar es la base y el centro neurálgico del sostenimiento de la sociedad. Cuidando su conexión, nos cuidan a todos.
Afortunadamente, contamos con el consejo experto de TP-Link, proveedor de soluciones de conectividad, para resolver este problema (porque, la verdad, nosotros mismos no tenemos ni idea, que vemos las series y películas en streaming a trompicones o pixeladas hasta dejarnos ciegos…) Esto nos explican desde la mencionada compañía:
Estos días de confinamiento en los hogares, los aficionados a los videojuegos están teniendo algunas dificultades a la hora de disponer de la mejor conexión a internet durante sus partidas online, lo que puede producir cortes y retardos en función de las interferencias o de los usuarios conectados.
El hecho de que estos días un mayor número de usuarios se mantengan conectados de forma simultánea está dando lugar a una reducción de velocidad en la red (menor ancho de banda) y mayor latencia (fundamental para los juegos online). Esto puede provocar que el usuario note cortes en sus partidas online o que nuestras acciones tarden más tiempo en desarrollarse, lo que puede convertirse en una desventaja frente al resto de jugadores.
Desde TP-Link te indican 5 recomendaciones para mejorar la red con el objetivo de que las partidas online se conviertan en una verdadera experiencia:
• Revisar la velocidad contratada con el operador. Para ver películas en streaming y jugar online se recomienda contar con una velocidad mínima de 25 Mbps (si es simétrica, mucho mejor). Además, la tecnología que empleamos también es un aspecto a tener en cuenta. La fibra óptica tiene menos ping (latencia) que el ADSL.
• Conectar por cable siempre es mejor. Una conexión por cable LAN garantiza la máxima velocidad de conexión y la eliminación de las interferencias habituales del WiFi. Además, también garantiza un ping menor, habitualmente inestable en una conexión WiFi. Si tienes opción de cable, no lo dudes.
• Garantizar la mejor señal WiFi en toda la casa. En ocasiones, la distancia del PC o consola al router puede ocasionar que la señal de internet se vea afectada. En estos casos, lo ideal es instalar un extensor de cobertura o un PLC (transmisión de Internet a través de la red eléctrica) para garantizar la mejor señal. Una opción superior es apostar por un Deco, que al combinar WiFi con la tecnología Mesh proporciona WiFi inteligente en toda tu casa, lo que da lugar a la máxima velocidad, mayor estabilidad, menor latencia, una conexión sin cortes al moverse de un lado a otro y un aumento de la potencia de la señal que elimina las zonas muertas de tu casa.
• Reducir el número de dispositivos conectados a la misma red WiFi. Casi todo gira en torno a Internet en la actualidad. Esto da lugar a un gran número de dispositivos conectados de forma simultánea y permanente a la red. Cuanto mayor sea este número peor será la velocidad de navegación. Un consejo para reducir los dispositivos conectados a la misma red WiFi es repartirlos entre las dos bandas de frecuencia del router (de 2,4 GHz y 5 GHz).
• Disponer de un router adaptado a nuestras necesidades. Por lo general, las operadoras proporcionan un router estándar a todos sus clientes. Estos dispositivos sirven para los usuarios que navegan por internet de forma puntual, pero no son los más idóneos para actividades como jugar online o teletrabajar. En estos casos, lo recomendable es sustituir ese router por uno adaptado que nos proporcione mayor velocidad al mismo tiempo que optimiza el flujo de juegos, asegurando una inmersión total. Estos dispositivos, además, pueden contar con la última tecnología inalámbrica Wi-Fi 6, que permite velocidades más altas y mayor capacidad y estabilidad con muchos dispositivos conectados.