Edge computing, la nueva expresión de moda

Y luego está el Fog computing

Pues sí, a fuerza de escribir artículos sobre palabras definitorias del mundo digital, ya nos hemos hecho fans de la terminología tecnológica, gracias entre otras cosas a su halo mezcla de mística y sofisticación… vamos, que los gurús del sector se flipan un poco al inventarlas…

Y fieles a la cita que cada cierto tiempo se va fraguando para estas entradas, esta vez traemos el término Edge Computing. Algo sobre lo que recientemente hablaron en Xataka, y que cada vez aparece como una tendencia más comentada en el sector tecnológico, acompañando a otros conceptos anteriores y más asentados, con los que está relacionado, como son los archiconocidos Internet de las Cosas y Cloud Computing (el que bautizó la nueva expresión se inspiró clara e intencionadamente en el segundo, eso parece evidente).

En el caso del Edge Computing, el objetivo es que los datos creados por los objetos y dispositivos del Internet de las Cosas se puedan analizar lo más cerca posible de su origen de producción. Lo que se pretende es evitar el tener que enviar los datos por rutas prolongadas hasta hacerlos llegar a la nube, cuyos grandes centros de datos se ocupan normalmente de procesar toda esa información.

¿Y cómo se obra el milagro? Pues haciendo que los objetos de Internet de las Cosas no sean pasivos, sino que tengan la autonomía necesaria para realizar ellos mismos el análisis que necesitan las empresas, para que éstas dispongan en tiempo real de la información de negocio requerida.

Pero no queda ahí la cosa, sino que este nuevo paradigma ha venido acompañado de otra expresión, otra vez de similar inspiración (al fin y al cabo, vienen “en el mismo paquete”): El Fog Computing, ahí es nada… Para los aficionados a la meteorología, esto tiene su gracia: La nube parece con esto haber bajado a ras del suelo y se ha convertido en niebla (“fog” en inglés).

fog_computing

Pero, la verdad, a simple vista parece que, no sólo en la vistosa metáfora, estamos hablando de lo mismo. La definición de este segundo término también hace referencia a la idea de “extender la nube para que esté más cerca de las cosas que producen y se accionan mediante datos de dispositivos IoT”, según un estudio de Cisco, en el que se explica que "cualquier dispositivo con conectividad de red, capacidad de computación y almacenamiento puede ser un nodo de esa "niebla"”.

Pues bueno, es posible que si entramos en aspectos más técnicos de ambos conceptos hallemos las diferencias exactas entre uno y otro, pero, sinceramente, ¿no será que algún gurú se ha vuelto a flipar porque ya no le valía con el término anterior…?

Vale, lo reconozco, qué fácil es ejercer de “cuñao” desde un blog humilde como éste…

…y luego está lo del chiste evidente en alusión al título de nuestro blog, pero es que es inevitable mencionarlo… ¿ahora vamos a estar como un pulpo en la niebla…? Y si hubiéramos llamado a la web, como ya contamos, con otra de las propuestas iniciales, “Como un pulpo en Silicon Valley”, ¿ahora tendríamos que cambiarlo por “Como un pulpo en Londres”…?

Post by Albert