Al hablar de cómo está cambiando y cambiará el mundo con la tecnología, tengo que reconocer que en alguna entrada reciente me he puesto demasiado en plan filósofo profundo, más de postureo que de verdadero nivel intelectual, también es verdad. Así que hoy voy a hablar de lo que verdaderamente interesa en este país, sin contar la lógica e imprescindible preocupación por la separación de Paula Echevarría y David Bustamante, por supuesto. Me refiero, claro está, al fútbol ¡faltaría más!
Los aficionados al deporte rey están viendo últimamente una serie de pruebas, en determinados partidos de fútbol, para la implementación de sistemas tecnológicos que faciliten -de momento sólo fáciliten, ojo al matiz-, la habitualmente polémica labor arbitral. Dichas pruebas están dando resultados dispares, unas veces optimistas, y otras todo lo contrario, lo que está ocasionando que también surjan nuevas polémicas al respecto del propio asunto. Pero yo voy a echarle morro y a jugar a la ciencia ficción, e imaginar qué ocurrirá en el futuro en el caso de que la tecnología acabe resultando infalible para este denostado menester.
Resulta difícil poner pegas a que cuestiones objetivas o geométricas, como que el balón supere o no la línea de gol, o el en ocasiones difícil de apreciar fuera de juego, puedan ser resueltos sin lugar posible a dudas, como lleva ocurriendo desde hace unos cuantos años con el llamado ojo de halcón en el tenis. Otra cosa es cuestiones en principio más difíciles o interpretables, como la intencionalidad de los jugadores en las faltas o cuando el balón les da en el brazo... pero... ¿y la Inteligencia Artificial de la que precisamente hemos hablado en aquella entrada...? ¿Llegará un robot a tener la inteligencia de un humano pero sin emociones para dejarse influir o manipular? ¿Qué me decís ahora, futboleros? ¡Já! Con esto no contabais...
Si, amigos, el futuro está ahí, en un escenario en el que imaginar a futbolistas simulando faltas o haciendo teatro delante de un robot sería ridículo e incluso cómico hasta límites insospechados... bueno, salvo tal vez para los mejores dramaturgos de los campos de primera división, que están acostumbrados a dicho ridículo y ya no lo sienten o no les importa...
Pero claro, tanto en el caso de las jugadas objetivas como en las discutibles, ocurriría una cosa con el arbitraje tecnológico perfecto: Le quitaríamos protagonismo a la polémica, esa salsa del fútbol sin la cual miles de bares españoles serían bastante más silenciosos, y montones de tertulianos deportivos tendrían que ponerse a hablar de si sube o baja el precio del cuero con el que se hacen las botas de los jugadores, por ejemplo.
...O tal vez no. Porque claro, si ahora la culpa de todo es del árbitro, entonces la respuesta a la pregunta del título del post sería ésta: Los Roncero, Piqué y demás se quejarían, por supuesto, del informático. Es más, villaratos o conspiraciones en el palco del Bernabéu serían sustituidos por presuntas tramas de cibercriminales hackeando los sistemas de arbitraje tecnológicos... no, amigos futboleros, no debéis preocuparos: El espectáculo del polemismo seguiría adelante. ¡Como Dios manda!
Post by Albert