Ni FOBO ni FOMO

Al Pulpo ya no le preocupa ser un pulpo en la nube

Ya lo dijimos hace no mucho: Lo de estar como un Pulpo en la nube cada vez es asumido por más gente, y por lo tanto cada vez hay menos personas que sientan aquello que en una de nuestras primeras entradas llamamos vergüenza tecnológica, ni por estar desconectado, ni por exceso de conexión (lo que vendría a ser como estar en una asociación de tecnófilos anónimos).

Por lo tanto, cuando vienen a hablarnos de expresiones como FOMO (Fear of Missing Out, miedo a perderse algo de lo que sale en redes sociales) o FOBO (Fear of Becoming Obsolete, miedo a quedarse obsoleto con las nuevas tecnologías, especialmente en el trabajo), el Pulpo ahora ya cree que lo que él siente sería HOMO y HOBO, donde la H de Happy vendría a sustituir a la F de Fear.

No os creáis que nuestra mascota ha llegado con facilidad a esa agradable sensación, que en parte es una sensación de victoria, porque ha ganado en su empeño. Al contrario, ha tenido que luchar mucho, y ha sido bastante duro mostrar su terquedad tecnófoba al mundo durante años, pareciendo, entonces sí, que sufría FOMO y FOBO. Pero ahora que vemos sin anteojeras tecnófilas la necesidad de desintoxicación digital para mejorar nuestra salud mental, nos damos cuenta de la razón que llevaba teniendo desde hacía mucho. Dicho sea sin ánimo de soltar la frase cuñada de “ya os lo decía yo…”

Dicho todo lo cual, el artículo que os traemos hoy no fomenta la tecnofobia ni la tecnofilia, sino el razonable término medio que consideramos preferible: Aprovechar la tecnología en beneficio propio, y no estar nosotros a su merced.

 

5 claves para identificar si tienes FOBO: ¿estás desconectado de la era digital?

El impacto de la IA y la automatización está generando cambios significativos en el mercado laboral, lo que lleva a un aumento en la necesidad de capacitación continua y la adaptación de nuevas habilidades. Así, se espera que el 20% de los empleados necesiten ser reentrenados y formados de forma continua debido a la adopción de la inteligencia artificial, lo que subraya la importancia de la actualización de habilidades para mitigar el FOBO.

Si te preguntas si estás experimentando este síndrome, la empresa TRC te da 5 claves para identificarlo:

1. Necesitas estar al día con las últimas tendencias tecnológicas

¿Sientes una urgencia constante por conocer cada nuevo avance tecnológico? Ya sea una actualización de software o el lanzamiento de un nuevo gadget, no soportas la idea de estar desinformado. Si estás constantemente pendiente de las novedades tecnológicas, podrías estar experimentando FOBO.

2. Temes que tus habilidades no digitales se vuelvan irrelevantes

Si te angustia pensar que lo que sabes hoy, podría no ser útil mañana en el mercado laboral, enciende tu alerta. El FOBO te hace cuestionar constantemente tu preparación y adaptabilidad para los cambios que las nuevas tecnologías pueden traer. Este miedo puede llevarte a inscribirte en cursos o buscar información constantemente para mantener tus habilidades vigentes.

3. Evitas utilizar nuevas tecnologías por temor a no dominarlas

Aunque te interesa la tecnología, el miedo a no ser capaz de entender o usar correctamente las nuevas herramientas te paraliza. Prefieres quedarte con lo que ya conoces, evitando así la incomodidad de sentirte incompetente con lo nuevo. Esta es una señal clara de FOBO, ya que el temor a no estar a la altura impide tu crecimiento tecnológico.

4. Te sientes abrumado por la cantidad de información tecnológica

Con la sobrecarga de información que existe hoy en día, es fácil sentirse perdido. Si te agobia la idea de no poder procesar toda la información sobre nuevas tecnologías y avances, es posible que estés experimentando FOBO. La saturación de datos puede generar la sensación de estar siempre un paso atrás.

5. Te comparas constantemente con otros en términos de conocimiento tecnológico

Si a menudo te encuentras midiendo tus conocimientos tecnológicos contra los de tus colegas o amigos, y esto te genera inseguridad, es probable que tengas miedo a la obsolescencia tecnológica. La comparación constante puede alimentar el miedo a quedar rezagado y a no poder competir en un mundo cada vez más digitalizado.

 

Reconocer estas señales en tu vida es el primer paso para gestionar este miedo y evitar que afecte tu bienestar y tu desarrollo profesional. Mantenerse actualizado es importante, pero recuerda que el objetivo no es ser un experto en todas las nuevas tecnologías, sino desarrollar una mentalidad resiliente y flexible que te permita adaptarte a los cambios sin perder la calma. No permitas que la ansiedad por estar al día te consuma.