En la última entrada, nos pusimos a incentivar muy alegremente lo de ponerse a full con los videojuegos mientras nos refugiamos de este interminable calor en nuestras cuevas climatizadas por Mitsubishi, LG, Daikin y compañía. Puede que nos faltase un poco de contención para que, sobre todo con los menores, la cosa no se vaya de madre.
Por otro lado, no deja de ser una paradoja que el tecnófobo Pulpo de repente se pusiera tan tecnófilo, cuando todos sabemos que lo que en realidad lo que le va es lo contrario. Claro, cuando se trata de jugar y divertirse sí, ¿eh amigo octópodo? Aunque también pudiera habernos ocurrido que hubiese tirado de su vena sarcástica y no lo hubiéramos pillado…
Ante la duda, lo mejor es aclarar las cosas lo mejor posible, sin ambigüedades, y a eso viene esta entrada. No a tirar los dispositivos a la basura, ni a elogiar la tecnofobia, pero sí a considerar seriamente la conveniencia de poner límites. Sobre todo, cuando todavía no sabemos a ciencia cierta hasta qué punto es bueno o malo que desde pequeños los niños estén ensimismados con las pantallas, pero sí cuando sabemos, de toda la vida, que todo lo que se lleva al exceso es susceptible de acabar mal.
Ya hubo otra ocasión, el año pasado por estas mismas fechas previas a las vacaciones veraniegas, en la que destacamos la efectividad de la tecnología para hacer que los niños dejen de quejarse en los viajes, y puede que tampoco pusiéramos entonces los suficientes `peros´ al tema (hay veces que el Pulpo está irreconocible). Y es que esa capacidad de abstraer a los chavalucos con los dibus digitales como si se les hubiera dado droga debería por sí misma hacernos pensar que igual no es una droga del todo buena, al menos a partir de cierto número de horas.
Por otro lado, están las ciberamenazas para la seguridad de los dispositivos y los datos que guardamos en ellos. Es de sobra conocido que muchos de los ciberataques se producen por ignorancia o exceso de confianza de los que usamos los móviles, tablets, etc. Si eso lo extrapolamos a la candidez de los niños, la posibilidad de que ocurra algo peligroso aumenta.
Por todo ello, es el momento de dejaros con un par de artículos que sirvan para orientar en lo posible acerca de este controvertido asunto… Ahora ya no podréis decir que hemos pecado de irresponsables con el vicio tecnófilo (quién nos habría visto y quién nos vería…)
El 90% de los adultos españoles piensa que los menores de 18 años tienen una adicción a las pantallas
El 90% de los adultos españoles encuestados considera que los niños y jóvenes menores de 18 años tienen una adicción a las pantallas, según se desprende de una reciente investigación de Norton, una marca líder en ciberseguridad de NortonLifeLock. Y el 87% de los padres encuestados con hijos menores de 18 años también está de acuerdo con esta afirmación.
Como parte del informe Norton Cyber Safety Insights Report 2022, basado en una encuesta online a 1.002 adultos españoles, los encuestados contestaron sobre sus hábitos de consumo de pantallas. El uso de pantallas en la vida cotidiana puede ser tanto una mejora de la vida como a veces una necesidad. Sin embargo, casi 6 de cada 10 de los adultos españoles encuestados admiten que pasan demasiado tiempo mirando pantallas y el 33% reconoce que también tiene una adicción a las pantallas. En torno a la mitad de los adultos españoles encuestados afirman que la cantidad de tiempo que pasan frente a las pantallas repercute negativamente en su salud mental (40%) o física (56%).
Son estos hábitos en los adultos los que se acaban transmitiendo a los niños. Casi 9 de cada 10 encuestados consideran que los padres utilizan demasiado las pantallas como forma para distraer a los niños, incluidos los padres de menores de 18 (87%). Sin embargo, a pesar de considerar que las emplean demasiado, muchos de los adultos encuestados (81%) creen que es imprescindible controlar el tiempo de uso de los niños y jóvenes. Además, el 97% de los padres con hijos menores de 18 años encuestados asegura tomar medidas en el uso de pantallas de sus hijos.
Dado que los niños pasan tanto tiempo frente a los dispositivos, el 93% de los encuestados dicen que ahora es más importante que nunca que los padres hablen con sus hijos sobre ciberseguridad. El 86% afirma que es absolutamente esencial o muy importante que los padres enseñen a sus hijos sobre ciberseguridad, a la par que les enseñan otros aspectos básicos como hábitos saludables (88%), habilidades básicas para la vida (87%) y preparación para emergencias (85%).
Además, más de tres cuartas partes de los adultos encuestados en España (78%) dicen que es absolutamente esencial o muy importante que los padres supervisen la actividad de sus hijos en Internet. Casi 8 de cada 10 adultos españoles encuestados están de acuerdo en que es difícil para los padres mantener a los niños seguros cuando están conectados a Internet. A pesar de que el 88% de los padres de menores de 18 años encuestados dicen que educan regularmente a sus hijos sobre cómo acceder de forma segura a los contenidos en línea, sólo el 44% confían en que sus hijos naveguen por Internet sin supervisión.
La necesidad de educar en ciberseguridad es palpable en el hecho de que el 77% de los padres con hijos menores de 18 años encuestados asegura que sus hijos han hecho algo en sus dispositivos inteligentes sin su permiso. Las principales actividades que los menores han realizado sin supervisión son las siguientes:
· Contactar con alguien inintencionadamente (43%).
· Hacer clic en un enlace sospechoso (37%).
· Acceder a contenidos para adultos o inapropiados para su edad (25%).
· Facilitar información personal (25%).
"No queremos que la gente se pase la noche en vela preocupándose por la seguridad en línea de sus hijos y por cómo pueden quedar expuestos los datos personales de su familia", afirma Iskander Sanchez-Rola, Head of Privacy Research en NortonLifeLock. "Estoy con todos los padres que tienen estas preocupaciones sobre cómo podemos mantener a los niños seguros en línea de las constantes amenazas a las que están expuestos. Tened conversaciones frecuentes con vuestros hijos sobre ciberseguridad, utilizad un gestor de contraseñas para generar y almacenar contraseñas complejas de forma segura, sed escépticos con cualquier cosa en línea y considerad soluciones de ciberseguridad integrales para vuestros dispositivos, para ayudarles a vivir sus vidas digitales de forma segura".
Según los encuestados, el smartphone es, con diferencia, el dispositivo al que los adultos en España creen que dedican demasiado tiempo (56%), especialmente los adultos más jóvenes de 18 a 39 años (77% frente al 48% de los encuestados de 40 años más). Más de un tercio de los adultos dicen lo mismo sobre las pantallas de ordenador (39%) y las televisiones (35%).
Norton comparte ocho pasos sencillos para ayudar a que niños, adolescentes, padres y toda la familia estén más seguros en Internet:
• Conocer los peligros de Internet. Cuando se trata de ciberseguridad, los niños suelen ser uno de los eslabones más débiles de la familia, y eso puede ser por falta de conocimiento de los peligros de Internet. Es muy importante enseñar a los niños a conocer las actividades sospechosas en la red, así como animarlos a pedir ayuda si algo les parece inusual.
• Recordar que la identidad online es importante. Los estafadores pueden engañar a los niños para que revelen documentos personales, proporcionar números de tarjetas de crédito u otra información que podría ser mal utilizada. Recuerda a los niños que no deben revelar demasiada información sobre sí mismos. Un servicio de monitorización de la Dark Web te permite registrar la información personal de tu familia, para que puedas ser notificado y tomar medidas, en caso de que aparezca en ella.
• Tener cuidado con el phishing y con lo que se descarga. ¿Conocen todos los miembros de tu hogar que no deben hacer clic en un enlace que supuestamente procede de su banco o de un amigo? Enseña a tus hijos sobre las estafas de phishing y adviértelas de que no deben hacer clic en las URL de un correo electrónico, un mensaje de una red social o descargar contenido de webs que no son de confianza.
• Utilizar un gestor de contraseñas y mantener las cuentas de las redes sociales seguras. Refuerza la protección de tus contraseñas con un programa de gestión de contraseñas, que puede recordar contraseñas únicas para todas tus cuentas. Lo mejor de todo es que con un gestor de contraseñas solo tienes que recordar una contraseña.
• Tener cuidado con lo que se publica online. Es importante que los niños, los adolescentes y los miembros de la familia sepan cuánta información es demasiada. Por ejemplo, un carné de conducir o compartir online un itinerario de viaje podría ser información valiosa para los cibercriminales.
• Hacer copias de seguridad periódicamente. El ransomware, un tipo de software malicioso, es muy popular entre los ciberdelincuentes, que pueden bloquear tu ordenador para que no puedas acceder a tus archivos valiosos. Una de las mejores maneras de prevenir la amenaza del ransomware es hacer copias de seguridad de tus datos con regularidad. Haz también una copia de seguridad de los dispositivos de tus hijos, y enseña a tus adolescentes a hacer lo mismo.
• Mantener la conexión a Internet segura en casa y en lugares públicos. Casi todos los miembros de la familia pueden acceder a tu conexión a Internet y los ciberdelincuentes pueden aprovecharse de la situación y piratear los routers domésticos para acceder a varios dispositivos conectados a tu red, si estos no están protegidos. Asegúrate de que tu sistema wifi doméstico tiene una contraseña difícil de descifrar y considera utilizar un software de ciberseguridad que identifique a los usuarios no autorizados en tu red. Por último, una VPN (Virtual Private Network) es una de las mejores formas de ayudar a proteger la información que se envía y recibe mientras se está conectado a internet, tanto en tu hogar como a la hora de conectarse a redes públicas.
• Instalar una suite completa de ciberseguridad. Para ayudar a prevenir que los miembros de la familia hagan clic en los enlaces y visiten los sitios equivocados, instala una solución integral de ciberseguridad que ofrezca protección a toda la familia y sus dispositivos. Tu smartphone y tu tableta necesitan tanta protección como tu ordenador y tus portátiles.
5 tips para promover buenos hábitos digitales en niños
De acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), a partir del confinamiento, el tiempo que los niños pasan conectados a Internet aumentó considerablemente. Se estima que en México, 50% de las niñas y niños de entre 6 y 11 años navegan en la red, y que esta condición aumenta en adolescentes de 12 a 17 años, donde la cifra va del 80 al 94%.
"Si bien las pantallas y los avances tecnológicos son parte de la vida de las nuevas generaciones, tenemos la responsabilidad de enseñar hábitos digitales que guíen a los niños y adolescentes en el entorno digital. Es importante brindarles herramientas que garanticen un presente y futuro positivo para ellos. Necesitamos formar a creadores de tecnología que generen otras propuestas detrás de la pantalla, y que se preparen para los retos del mañana. Probablemente hoy el código y la programación le parezcan lejanos a tu hijo o hija, pero mañana puede ser la prueba para desempeñarse mejor en cualquiera de las carreras o trabajos que elijan", comparte Aida Sarabia COO y Country Manager de Crack The Code, academia en línea que empodera a niñas, niños y jóvenes de habla hispana en Ciencias de la computación, código y programación.
Las generaciones jóvenes están acostumbradas a obtener respuestas con sólo un clic, y a que su entretenimiento, socialización y tareas escolares sean digitales. Con la pandemia, gran parte de las actividades cotidianas se trasladaron al mundo digital: cursos de formación, talleres de recreación, así como el contacto familiar y con los amigos. La orientación y supervisión para fomentar una navegación segura y productiva es imprescindible.
Si no sabes por dónde empezar para fomentar hábitos digitales positivos para tus hijos, aquí tienes cinco tips para lograrlo:
• Impulsar su creatividad. Los niños y adolescentes son capaces de generar nuevas ideas a través de la tecnología. El reto de crear les brinda múltiples beneficios, por ejemplo en autoestima, niños y jóvenes desarrollan confianza en ellos mismos al ver los resultados que pueden alcanzar. No temas en buscar opciones donde tu hijo tenga que crear un sitio web, apps o programar videojuegos y robots. Además, es una forma divertida de concientizar a niñas, niños y adolescentes a usar con responsabilidad la tecnología.
• Establecer límites de conexión y controles parentales. Dar un tiempo determinado para el uso de dispositivos evita la hiperconectividad sin guía. Una buena comunicación con los hijos permite implementar códigos de conducta y hablar de manera transparente sobre los peligros a los que se exponen al compartir información sensible en redes sociales o en determinadas plataformas. No olvides que con apps de control parental puedes restringir acceso a contenido inapropiado e incluso limitar el tiempo de conexión. La meta con este hábito es que poco a poco aprendan a diferenciar entre entretenimiento y aprendizaje.
• Fomentar el equilibrio entre lo digital y lo presencial. Si bien la tecnología está presente en cada ámbito y desconectarse no es una tarea fácil, no vivimos en un mundo virtual. Genera reglas en las que puedan disfrutar de la tecnología al alcance de su mano y de la vida diaria con amigos, juegos, salidas al parque. Limita el tiempo de conexión y promueve que existan actividades útiles, no sólo de distracción, importante mantener responsabilidades activas como tener su cuarto limpio, ayudar a escombrar o actividades para su desarrollo como leer un libro, pintar o hacer una actividad física.
• Buscar actividades digitales donde puedan participar padres e hijos. Los padres deben estar dispuestos a descubrir y probar las nuevas tendencias, conocer los intereses y gustos de sus hijos, acompañarlos y ser aliados de la tecnología en el proceso formativo al mundo digital de los niños. No es necesario tener a una mamá o papá programador, pero sí es clave que conozcan de qué va el tema, cómo funciona, qué parte le interesa más a sus niños. La clave es que todos tengan un criterio formado hacia el mundo digital
• Ayúdalos a descubrir opciones más allá de los videojuegos o redes sociales. El aprendizaje tecnológico no está peleado con el entretenimiento, existen diversas alternativas a las que pueden acceder para enriquecer sus conocimientos, adquirir nuevas habilidades y ampliar sus horizontes. Hay talleres, cursos o aplicaciones que refuerzan desde el desarrollo motriz, hasta el lenguaje, y brindan herramientas más avanzadas para incursionar en la programación, emprendimiento, robótica, entre otros, siempre con bases lúdicas. Actualmente existen opciones que con la tecnología te enseñan un suceso histórico, otros que te retan a crear contenidos y algunos a generar tus propias opciones de entretenimiento.
El avance tecnológico continuará y no es posible detenerlo, la clave no está en contraponerse a las pantallas, sino en entender cómo funciona y aplicarlo en favor del desarrollo de los pequeños. Esta es la importancia de fomentar buenos hábitos digitales, la meta es generar mayor conciencia y criterio, sin dejar de lado la diversión y el juego.