Cualquiera se atreve a decir nada en contra, en estos momentos, de la fiesta de la que todos los medios de comunicación hablan por estas fechas. Primero, porque en sí misma es sagrada, como tantas y tantas fiestas, y segundo por vivir en la era de los llamados “ofendiditos”. Pero a mí, que vivo al límite y sin miedos, me viene bien sacarla a colación con el tema que tratamos hoy en el blog.
No os preocupéis, no voy a alimentar polémicas taurinas o animalistas ni nada por el estilo, no van por ahí los tiros (independientemente de mi opinión). Simplemente quiero destacar que si hay algo a lo que dudo que ayuden los encierros pamploneses es a reducir los niveles de estrés. Cualquier hijo de vecino que lleve arrastrando el cabreo y la ansiedad de la pandemia (cuyas cifras ahora mismo que parecía que ya estaba olvidado no son muy buenas precisamente), más la guerra, más la inflación, más los habituales problemas personales de cada uno, etc., y que piense “¿qué puedo hacer para relajarme?”, no lo veo yo diciendo: “¡Ya está!, ¡me voy a poner a correr delante de unos toros para que no me hinquen los cuernos!”. Alguno dirá que una vez que se supere el trance sale uno desahogado, y no lo voy a discutir, pero así de entrada no sería la primera solución que yo buscaría cuando la cabeza está a punto de estallar.
Otra alternativa a la que en general tampoco acudiría (y entramos ya en materia) es la también sacrosanta tecnología. Ya lo hemos tratado en varias ocasiones, tanto recientes como más o menos antiguas, pero sigue siendo recurrente el estudio de la manera en que la revolución digital afecta a nuestra salud mental. Porque además, si pensamos en todos esos factores antes mencionados, propios de la época en que vivimos (los felices veinte), no deja de ser cierto que el ver esos mismos hechos una y otra vez a través de Internet, incluyendo los comentarios coléricos de la gente en redes sociales, puede provocar que la sensación de que el mundo se va al infierno se multiplique más de la cuenta.
Prueba de ello es el estudio que os traemos en esta ocasión, en el que se pone de relieve hasta qué punto el personal percibe cómo la tecnología le estresa. Que no sé yo si saber esto, o pensar en ello, puede todavía aumentar más el propio estrés, y por lo tanto ya estaríamos hablando de un meta-estrés, que además, tratándose de un estrés por la tecnología, podríamos tal vez llamarlo el estrés del metaverso, o el meta-estrés del metaverso, o el meta-estrés en verso (que al menos sonará más bonito que en prosa…).
Yo no sé si escribir sobre esto me desestresa o al revés, pero os voy a dejar ya con el estudio, que se me acaba el tiempo y me va a acabar pillando el toro… ¡qué estrés!
Al 71% de la población le preocupa padecer ansiedad o estrés por el uso inadecuado de las tecnologías
La incorporación de las redes sociales como canales de conexión con los demás ofrece muchos beneficios como el fácil acceso a nuevos conocimientos y aprendizajes, la mejora en la comunicación interpersonal además de la posibilidad de encontrar oportunidades laborales. Sin embargo, es cierto que son numerosos los riesgos que conlleva para la salud el uso de estas plataformas. Por ello, el estudio 'Brújula: Beneficios y riesgos del uso de Internet y las redes sociales', impulsado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), nos revela que el 71% de los encuestados está bastante o muy preocupado por el posible impacto del uso inadecuado de las nuevas tecnologías.
Percepción de posibles riesgos por mal uso de la tecnología y redes sociales
Deusto Salud destaca los datos del estudio mencionado anteriormente, donde se revelan algunos de los posibles problemas relacionados con el uso inadecuado de las tecnologías y redes sociales, como:
● Aparición de nuevos tipos de adicciones. Un 46% está seguro de que las nuevas tecnologías favorecen su aparición.
● Pérdida de capacidades mentales. Casi el 57% de las personas opina que un uso inadecuado de las nuevas tecnologías afectará, probablemente o con total seguridad, a las capacidades mentales de la población.
● Ansiedad o estrés. El 71% de las personas mayores de 15 años que usan Internet en España creen muy probable o seguro que un uso inadecuado puede generar este tipo de patologías.
En este sentido, el estudio de ONTSI también destaca otros riesgos que pueden surgir, como la pérdida de habilidades sociales, para un 66%, empeoramiento de la calidad del sueño, para un 42,7%, o la pérdida de noción del tiempo, para un 40,5%. Por otra parte, un 47,5% señala la posibilidad de sufrir ciberacoso. Si unimos a este porcentaje el 32% que cree que es probable que se amplifique este riesgo por el mal uso de las redes sociales, podemos concluir que para casi ocho de cada diez personas existe riesgo de vivir acoso cibernético. Además, el 35% cree que el uso inadecuado de las redes seguramente genere sensación de presión social.
Adicionalmente, Deusto Salud destaca la aparición de conceptos nuevos como FOMO (ansiedad por estar desconectado), grooming (acoso de adultos hacia menores de edad por medio de las redes sociales), exposición constante a fake news, así como autoestima desajustada, alteración de nuestro autoconcepto y la percepción ficticia de la realidad, entre otros efectos negativos que puede causar un mal uso de las redes sociales.
Consejos para un buen uso de las redes sociales
Con motivo de fomentar un uso adecuado de las redes sociales, desde Deusto Salud comparten unos tips para prevenir los riesgos en la salud que, potencialmente, conlleva la presencia en dichas plataformas digitales:
1. Preguntarte: ¿Para qué quieres entrar en esta red social? Define tus objetivos.
2. Respeta al resto de personas. Unas malas palabras o insultos, pueden doler más tras una pantalla que en persona.
3. No te compares con nadie. Jamás serás esa otra persona, solo puedes ser una mejor o peor versión de ti misma. Compárate siempre contigo, nunca con el resto.
4. Si encuentras un contenido que te genere inseguridad o desagrado, evítalo o bien utiliza los canales de denuncia para avisar de contenido inapropiado.
5. Preguntarte: ¿Has conseguido lo que buscabas? ¿Cómo te sientes después de ver estos contenidos? ¿Cómo le puedes sacar mejor partido para ti?
Por último, Deusto Salud destaca la importancia de la prevención (alfabetización de medios) a la hora de dotar a los usuarios de habilidades de comunicación y herramientas para resistir a la presión social y, además, fomentar el pensamiento crítico, la empatía, conciencia en la toma de decisiones y, por otro lado, hacer psicoeducación sobre los sesgos cognitivos, con el fin de evitar la distorsión de la información que recibimos.