La entrada de hoy no es especialmente rompedora en cuanto a novedad: Aunque el porcentaje de gente que ha entrado en el mundo de las criptomonedas es todavía bastante minoritario, es un tema del que se lleva hablando desde hace bastante tiempo.
Sin embargo, nosotros hasta ahora no lo habíamos tocado, salvo para hacer un chistecillo, tal y como hicimos en este post. Y aunque sabéis que nos gusta más ese estilo graciosete que ponernos en plan académico (lo cual sería pretender demasiado), sí que es cierto que hace tiempo que no ofrecemos una entrada “didáctica”, como hicimos varias veces el año pasado. Pero que queden claras las comillas, porque algunas de aquellas entradas eran más desvergonzadas que serias, también hay que recordarlo (si es que no lo podemos evitar…)
Esta vez la cosa sí que va a ser más formal, pero dentro de lo accesible a cualquier público. Y es que, precisamente debido a la relativamente escasa utilización de las criptomonedas, aunque esté en boca de muchos, la mayoría no sabrían explicar de manera elaborada cómo funciona la cosa. Poe eso nos viene muy bien el artículo que nos han hecho llegar, y que reproducimos a continuación.
¿Qué son las criptomonedas?
En los últimos meses, cada vez se oye más el término criptomoneda, pero la gran mayoría de la gente no sabe qué significa y cómo y dónde puede utilizarlas. De hecho, en la actualidad sólo el 7% de los españoles sabe cómo funciona este ‘dinero’ virtual. Por ello, PaynoPain, empresa tecnológica española especializada en el desarrollo de herramientas de pagos online, señala cuáles son las claves de esta nueva forma de pago.
La criptomoneda es un medio digital de intercambio que utiliza técnicas de cifrado (criptografía) robustas para asegurar las transacciones, lo que evita que la moneda pueda ser falsificada. La criptomoneda surge de la idea de crear una nueva forma de dinero descentralizado (no dependiente de los Bancos Centrales ni de Gobiernos), en la que la criptografía sea el único mecanismo de control.
En 2009 empieza a operar el Bitcoin, una de las criptodivisas más conocidas. Sin embargo, existen 2.500 criptomonedas diferentes en la actualidad, todas con sus propias características y aplicaciones. Con ellas, ya es posible pagar productos o servicios en Internet e, incluso, en algunas tiendas físicas donde ya las aceptan como medio de pago.
Pero, ¿cómo conseguir criptomonedas? Hay diferentes formas, cada una con un nivel diferente de complejidad, como realizar pequeñas tareas de faucets (sitios web y aplicaciones), que pagan en criptomonedas; acogerse a las promociones que hacen algunos sitios de Internet en dinero virtual; integrarse en una red de marketing de afiliados, en la que las comisiones se paguen en criptomonedas; o ‘minarlo’ uno mismo a través de potentes equipos tecnológicos dedicados en exclusiva a esta tarea y un software específico. La más sencilla es comprarla con la divisa convencional a terceros en plataformas de cambio a través de Internet.
¿Cómo se utilizan las criptomonedas?
Las criptomonedas se gestionan a través de una base de datos llamada Blockchain o cadena de bloques, en la que se registran de forma permanente todas las operaciones realizadas por el usuario de estas monedas virtuales. Cada persona posee sus claves criptográficas que son necesarias para realizar cualquier tipo de operación por lo que, la pérdida de estas claves implicará la pérdida del dinero. Además, antes de que la operación concluya, la comunidad tiene que aprobar la operación, evitando así duplicar las transacciones.
En la actualidad, según datos de Statista, el 10% de la población española utiliza o es propietario de alguna criptomoneda, lo que convierte a España en uno de los países europeos con mayor tasa de adopción. Aun así, el camino que queda por recorrer es largo.
“Como en la adopción de cualquier nueva tecnología la sencillez de uso es una variable clave”, afirma Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain. “Conseguir un uso más intuitivo permitirá generalizar su uso entre los ciudadanos”.