Rompiendo mitos sobre los ordenadores

Sí amigos, año 2025 y este tema se resiste a quedar desfasado

En medio de esta época de la inteligencia artificial generativa, en la que incluso conceptos tecnológicos que hasta hace poco nos seguían resultando vanguardistas, como la computación en la nube o el internet de las cosas, ya no suenan tan molones debido a la rutina, todavía tenemos que seguir usando cachivaches que provienen del siglo pasado para que en nuestro trabajo podamos recurrir a todas esas nuevas tecnologías que lo están petando ahora.

En el centro de toda esa cacharrería informática de siempre están los míticos ordenadores personales. Los usaron tus abuelos, los usan tus padres, los usas tú. Han cambiado mucho, han aumentado sus capacidades, pasaron de ser dispositivos aislados a tener conexión a internet, y ahora se empiezan a vender “con herramientas de IA incorporadas” como parte del anzuelo para que compres uno. Y para los aficionados a los videojuegos hay toda una evolución, desde los 8 bits a los gráficos 4K, desde el soporte en cintas de cassette hasta los juegos online.

De alguna manera, el ordenador es a la informática algo así como la rueda a la industria: siempre ha estado ahí. Aunque es verdad que su importancia relativa en la actualidad tiene bastante poco glamour, porque estamos en una época en la que incluso sus sucesores del siglo XXI, los smartphones, ya no provocan los grandes titulares de las keynotes de Apple de hace uno años. Han quedado como un vestigio del que, por otro lado, no podemos ni queremos deshacernos: El hardware madre imprescindible. Un poco como el reggaetón: ya no necesita estar de moda para seguir dando la turra.

Y alrededor de este auténtico dinosaurio no extinto de la cibernética, de este mito viviente vaya, existen a su vez diversos mitos sobre su uso y capacidades. Mitos heredados o no del pasado tecnológico, que se siguen repitiendo como mantras rancios de filosofías cuñadistas. Mientras los púberes hablan de TikTok y de ChatGPT, los jubilados nos cuentan batallitas sobre lo que es bueno y malo acerca de las baterías de los portátiles, por ejemplo. Pues ya está bien; ha llegado el momento de dignificar al PC, de devolverlo al lugar que se merece en el olimpo de las tecnologías de la información, y de explicar las verdades detrás de todos esos bulos y dogmas fake que se han aceptado sin más, hombre ya. No queremos que falsos y autoproclamados expertos en barbacoas nos digan cómo hay que hacer la carne, así que pedimos el mismo respeto y seriedad a la hora de hablar de los ordenadores.

Para todo ello, os dejamos con el siguiente artículo. Y mientras, planeamos la siguiente duda: ¿el ordenador seguirá estando siempre ahí? ¿Cuántas décadas más lo seguiremos utilizando? ¿Cómo será en el futuro, cuando la computación cuántica lo domine todo? ¿seguiremos explicando en el próximo siglo si es bueno o no tener la batería enchufada todo el rato…?

 

Desmontando mitos tecnológicos: 7 verdades que cambiarán tu idea sobre los ordenadores

PC

Hace un cuarto de siglo, el mundo vivía con el temor de un colapso tecnológico sin precedentes: el efecto 2000. Hoy, 25 años después, sabemos que los temores por un caos financiero o a un colapso de las infraestructuras críticas quedaron en nada. Los ordenadores son más inteligentes, confiables y esenciales que nunca, gracias a los avances tecnológicos y la innovación que nos ha permitido transformar nuestras vidas. Sin embargo, algunos mitos en torno a su funcionamiento aún persisten, y el equipo de PcComponentes, ecommerce español experto en tecnología, ha querido preparar esta guía para desmentir aquellos más extendidos.

La evolución de los ordenadores ha llevado al diseño de equipos optimizados para el gaming, o la programación o el diseño gráfico, entre otros, pero hay ciertas creencias que aún siguen vigentes entre los usuarios y que afectan a algunas de las características más básicas de estos dispositivos:

“Dejar el cargador del portátil conectado continuamente arruina la batería”

Este mito tiene su origen en las baterías antiguas, que sufrían "efecto memoria", por la producción de cristales en el interior de las baterías si no se descargaban por completo. Las baterías modernas, de iones de litio, cuentan con sistemas inteligentes que detienen la carga una vez que se alcanza el 100%, por lo que mantener el cargador conectado no tiene un efecto significativo sobre su vida útil. No obstante, se recomienda desenchufarlo ocasionalmente para evitar sobrecalentamientos innecesarios, así como proteger el dispositivo de temperaturas extremas.

“Más RAM siempre significa mejor rendimiento”

Aunque la memoria RAM es crucial para el rendimiento de un ordenador, tener más RAM de la necesaria no garantiza una mejora en la velocidad o capacidad de respuesta del equipo, ya que su utilidad depende del tipo de tareas que se realicen. Por ejemplo, 8 GB de RAM son suficientes para funciones básicas, mientras que, para actividades más exigentes, como gaming, edición de video, se recomienda optar por 16 o incluso 32 GB. Invertir en una RAM superior puede ser un gasto innecesario si otros componentes, como el procesador o el disco duro, no están al mismo nivel.

“Encender/apagar frecuentemente el PC puede dañarlo”

Heredado de equipos más antiguos, este mito elude al desgaste que los ciclos repetidos de encendido y apagado podían generar en ordenadores con unidades mecánicas de disco duro. Hoy en día, gracias a las fuentes de alimentación avanzadas y los discos SSD, los equipos actuales pueden soportar miles de ciclos sin experimentar daños. De hecho, los expertos indican que apagar el equipo regularmente es beneficioso, ya que permite liberar memoria y mantener un rendimiento óptimo. Reiniciar el ordenador ante un fallo técnico es un hábito casi universal que no tiene por qué dañarlo, aunque no siempre será la solución ideal. En situaciones complejas, recurrir a expertos sigue siendo la opción más adecuada.

“Un ordenador no necesita una rutina de limpieza regular”

La acumulación de polvo puede suponer más que un problema estético en nuestros ordenadores. Su depósito en rejillas de ventilación y componentes internos puede bloquear el flujo de aire, sobrecalentando el sistema y generando electricidad estática en ambientes secos. Esto, además de disminuir el rendimiento del ordenador, puede reducir la vida útil de los componentes de forma considerable, causando fallos críticos en la CPU o GPU. Por ello, la recomendación de los expertos es realizar una limpieza interna al equipo cada 6-12 meses, utilizando aire comprimido con cuidado de no dañarlo.

Romper con creencias desfasadas y adoptar buenas prácticas es clave para optimizar el rendimiento de un ordenador a largo plazo. Habitualmente forzamos la batería del PC hasta que se agota, pero mantener la carga entre 20 y un 80% es fundamental para prolongar la vida útil de la misma”, explica Jonatan Cabanes, responsable de I+D+i y especialista en ordenadores de PcComponentes.

“Es necesario un monitor 4K para disfrutar de los videojuegos”

Aunque un monitor 4K proporciona una calidad visual increíble, no es imprescindible para disfrutar de una buena experiencia de juego. De hecho, una resolución de 1080p, combinada con tasas de refresco superiores, es preferible para practicar juegos competitivos. La mayoría de los gamers prefieren apostar por monitores con una resolución media, pero con una tasa de refresco de al menos 120-144 Hz, lo que permite disfrutar de una experiencia de juego rápida e inmersiva.

“Para jugar a videojuegos necesitamos un ordenador de sobremesa”

Los portátiles gaming actuales han alcanzado niveles de rendimiento que rivalizan con los ordenadores de sobremesa, gracias a los avances en procesadores y tarjetas gráficas. Estos dispositivos, equipados con componentes potentes, ofrecen poder suficiente para disfrutar de los videojuegos con fluidez. Además, su portabilidad los hace ideales para gamers que desean poder jugar estén donde estén, por lo que su popularidad ha crecido estos últimos años entre aquellos que valoran la combinación de rendimiento y movilidad.

“Las GPUs más caras son esenciales para gaming”

Aunque las tarjetas gráficas de gama alta ofrecen un rendimiento impresionante, no son necesarias para todos los jugadores. Muchos videojuegos populares pueden ejecutarse sin problemas en tarjetas de gama media, permitiendo a los gamers elegir modelos significativamente más asequibles y, combinarlas con un buen procesador para una experiencia de juego fluida. Ante la duda, lo mejor es acudir a expertos en tecnología, que pueden recomendar una GPU ideal en función del uso, presupuesto y otros componentes del equipo de cada usuario.

Jonatan Cabanes, responsable de I+D+i y especialista en ordenadores de PcComponentes indica que “El tamaño de la VRAM es crucial al elegir una GPU, pero no es el único factor. Tecnologías como la generación de frames pueden inclinar la balanza entre modelos y ofrecen un impacto significativo en el rendimiento. La clave para elegir una GPU es considerar su propósito principal, ya que cada tipo de arquitectura está diseñada para satisfacer diferentes necesidades y debe evaluarse en función de su rendimiento real”.