¡Y venga a hablar de Inteligencia Artificial! ¡A todas horas y en todos los sitios! Que si IA por aquí, que si IA por allá… Y no me voy a meter en lo mucho que se adoran esas siglas, y en lo moderno que queda usar únicamente esas dos letras, como si fueran a salir sarpullidos por pronunciar, aunque solo sea una vez, las palabras completas: I-N-T-EL-I-G-E-N-C-I-A A-R-T-I-F-I-C-I-A-L. Sí, parezco Pepu Hernández cuando España ganó el mundial de BA-LON-CES-TO, pero efectivamente no me han salido sarpullidos.
Ahora, eso sí, en realidad únicamente estamos hablando actualmente de un tipo concreto de Inteligencia Artificial, que es la IA Generativa, la de las aplicaciones que crean cosas, como dibujitos, textos, vídeos, etc., o la de las apps que te responden a lo que sea cuando necesitas información, traducir algo de un idioma a otro, etc. Los Copilot, Chat GPT o DeepSeek de turno, vaya. Pero hay muchos más tipos de IAs campando por el mundo cibernético, y de eso vamos a hablar hoy. Y no, no voy a pedirle a ningún software de IA de los nombrados (ni ningún otro) que me lo explique, porque hay información más que de sobra en Internet sobre el tema, como vais a poder comprobar.
De hecho, la idea de esta entrada del blog comienza leyendo un artículo de opinión publicado en nuestra revista digital madre hayCANAL, en el que se mencionan otros dos tipos de Inteligencia Artificial, la IA predictiva y la IA prescriptiva. La primera, según este artículo, se dedica -cosa que no os va a sorprender si habéis leído su nombre- a predecir el futuro, suponemos que de formas más elaboradas y científicas que Sandro Rey o el Pulpo Paul; Mientras que la segunda tiene por objeto tomar decisiones (en ese sentido, su nombre suena a receta médica, la verdad).
A partir de aquí, yo esperaba encontrar a través del ciberespacio otros tipos de IAs con similar denominación a las mencionadas, todo en la línea de la Inteligencia Artificial Generativa (también simplificada en unas siglas “cool” que en este caso son GenAI). Sin embargo, sólo di, en ese tipo de expresiones, con la IA agéntica, que encima ya tiene una definición mucho más densita y confusa, ojo a la turra: conjunto de sistemas que actúan como agentes inteligentes, capaces de percibir su entorno, analizar la información que reciben de este y ejecutar acciones o tomar decisiones para cumplir con objetivos específicos; Vamos, que uno ya no puede tener claro por qué una IA prescriptiva no podría ser también una IA agéntica y/o viceversa…
Pero lo que sí encontré es muchas otras formas de clasificar tipos de Inteligencia Artificial, y entonces aquí ya sí que podemos decir aquello de que aquí hay más lío que en la Roma de Nerón. Hay algo que sí parece posible: Que una cosa es que queramos denominar IAs según la moda actual (es decir, siguiendo la estela de la IA generativa), y otra que, mucho antes de Chat GPT y compañía, ya existían las IAs con diferentes tipos y clasificaciones, y eso es lo que me he encontrado mayoritariamente por la red, resumido en este artículo.
Para no seguir convirtiendo este post en un chorizo infumable, trataré de resumir lo máximo posible, aunque eso sea prácticamente imposible. Entre otras cosas, porque no es que haya diversos tipos de IAs, es que hay diversos tipos de clasificaciones que dan lugar, cada una, a diversos tipos de IAs. Por ejemplo, un profesor universitario estadounidense de Ciencias de la Computación llamado Arend Hintze creó su propia clasificación, según la cual hay o puede haber (refiriéndonos a lo que existe y al plano especulativo) Máquinas Reactivas (usan la IA para tomar decisiones pero sin recordar ni aprender), con Memoria Limitada (ya recuerdan un poquillo), con Teoría de la Mente (pueden reflexionar como la mente humana) y la IA autoconsciente (estas ya serían esos robots de las películas que aún no existen y que normalmente dan miedo…)
Existe otra clasificación de IAs basada en su nivel de inteligencia, dentro de la cual tendríamos la IA Estrecha o IA débil, cuyas siglas son ANI: Es la más tonta, y apenas sirve para hacer una única cosa o tarea concreta. La IA General o AGI que ya sabe hacer de todo, y que se supone que está en desarrollo. Y la Súper IA, que estaría bien como personaje de Marvel o DC, y que será cuando la inteligencia artificial sea más lista que el propio ser humano (de nuevo miedito).
Dos informáticos llamados Stuart Russell y Peter Norvig tienen otra clasificación de la que no me apetece explicar en qué consiste cada tipo (lo podéis leer en el artículo antes mencionado) porque ya sus nombres ya explican algo (aunque interpretarlo tiene lo suyo): Sistemas que piensan como humanos, sistemas que actúan como humanos, sistemas que piensan racionalmente y sistemas que actúan racionalmente. Me fascina, eso sí, que los dos primeros tipos estén diferenciados de los dos últimos, porque eso pareciera decir tanto de las ideas de bombero torero que podemos llegar a tener las personas… ¿de verdad también queremos que a las IAs se les vaya tanto la olla…?
Y finalmente, tenemos denominaciones que hemos escuchado en más o menos el último decenio o poco más. Ahí entra el Machine Learning o Aprendizaje Automático, que analiza los datos para aprender de ellos y tomar decisiones con base en estos aprendizajes. El Deep Learning o Apredizaje Profundo, cuando ya aparecen los celebérrimos algoritmos, cuya estructura se parece a las redes neuronales humanas. Y el Sistema experto, que son programas informáticos para resolver cosas concretas (lo cual me recuerda a la antes mencionada IA estrecha).
Pues nada, ahí tenéis materia para estudiar, lo cual significa que… Siiiiii amigos, efectivamente va a volver próximamente el Pulpo examinador, que lleva un largo tiempo en plan sabático, y ya está bien, ¿no? Permaneced atentos…