Inmersos en la recta final de ese momento mediáticamente apasionante para unos e insoportable para otros que es una campaña electoral, la política ha confluido con el tema tecnológico de moda desde hace unos meses, la inteligencia artificial. No es que sea una unión de ideas que no se hubiera tratado antes, de hecho en este mismo blog ya lo hicimos, pero en este momento tan álgido de la IA es como que llama más la atención, y aunque no somos amigos del clickbait tampoco desdeñamos intentar subir visitas aprovechando eventos.
La entrada que os hemos enlazado en el párrafo anterior fue publicada en esta página web hace casi dos años exactos, así que aún quedaba tiempo para que se hiciera tan popular una aplicación de IA como Chat GPT. Pues bien, en ella se mostraba una opinión claramente favorable de la mayoría de los encuestados en un estudio hacia el uso de la inteligencia artificial en los sistemas democráticos, sustituyendo a los políticos. Por poner un par de ejemplos, el 56,2 % opinaba que los algoritmos tomarían mejores decisiones que los políticos, y el El 82% consideraba que ayudarían a solucionar la corrupción en la política.
Como ya dijimos en aquella entrada, ahora que estamos viendo – otra vez – el estilazo admirable y repleto de profundidad que se destila en el debate político actual, parece fácil sentirse identificado con esas afirmaciones de confianza hacia las máquinas. Pero, al mismo tiempo, estamos también un poco más preocupados por el nivel de dominio de la inteligencia y las decisiones a que puede llegar la IA, así que se produce un cierto choque de preferencias entre la posibilidad humana y la informática para regir nuestros destinos. En palabras menos rimbombantes, no queda claro si sería salir de Malaga para ir a Malagón, o de Guatemala para ir a Guatepeor.
Nos habría gustado conversar con el propio Chat GPT para que él mismo nos mostrara su visión al respecto de estos temas, y hacer así uno de esos posts que tanto nos entretienen (y tanto trabajo nos quitan, dicho sea de paso), pero resulta que hoy la aplicación está colgada, saturada de que la uséis tanto y a todas horas, que mira que sois pesaditos y tenéis vicio, a ver si salís a pasear al perro un rato u otra cosa, ¡hombre ya! Así pues, os tendréis que conformar con un reciente artículo sobre cómo, de hecho, la inteligencia artificial se está usando ya (no directamente, no os penséis que son robots, aunque más de uno y una los parezcan), en el mundo de la política. Os dejamos con ello. Y el domingo, no mandéis a Chat GPT a votar por vosotros, que creo que no está admitido (todavía).
Candidatos y partidos políticos se benefician de inteligencia artificial conversacional para llegar a más electores
En cualquier tipo de competición, la clave para el éxito está en la innovación, y por supuesto, las candidaturas políticas no son la excepción. En 1932, Roosevelt utilizó la radio para conectar con su audiencia; luego, Reagan transmitió vídeos pregrabados, y durante su tiempo en la Casa Blanca, Obama se ganó el apoyo de los estadounidenses con una exitosa campaña de marketing y redes sociales.
"En pleno auge de la inteligencia artificial, cada vez más partidos políticos y candidatos utilizan bots para conectar mejor con su audiencia, mantener conversaciones uno a uno, perfilar mejor sus campañas de marketing y convertir a más electores. Hemos visto un aumento en la activación de WhatsApp Business Platform para este fin", comenta Jaime Navarro, CEO de GUS.
A través de plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp Business Platform, la versión de negocios para comunicación a gran escala de WhatsApp, los equipos electorales pueden automatizar este canal para:
• Responder FAQs sobre los candidatos, los partidos políticos, las campañas, cómo votar, a dónde acudir, qué documentación llevar
• Enviar información relevante sobre acciones, propuestas y eventos
• Enviar recordatorios sobre fechas de votación
• Iniciar conversaciones uno a uno para recolectar información sobre las preocupaciones reales de los votantes
Y es que la interacción de los equipos de campaña y candidatos con afiliados y electores a través de este canal es mucho más efectiva que usando las herramientas tradicionales como correo, email o llamadas telefónicas, ya que tiene, en promedio, un 98% de tasa de lectura de los mensajes (versus 20% de un correo electrónico o newsletter) y es 5 veces más barato que una llamada de call center.
Entidades de gobierno como la Autoridad de Electricidad y Agua de Dubai, el Ministerio de Comunicación e Información de Singapur, o la agencia de gobierno 'Travel For London', o la Oficina Tributaria de Australia ya utilizan inteligencia artificial para conectar con su audiencia.
En 2022, candidatos como Rick Caruso, del partido demócrata en Estados Unidos, contrataron la tecnología de GUS para realizar campañas de envíos masivos durante las elecciones a la alcaldía de Los Ángeles. En total, más de 200.000 mensajes fueron enviados con una tasa de apertura del 85% para conocer si el electorado seguía confiando en él y saber su intención de voto. También utilizaron la plataforma para enviar información y recordatorios sobre qué día eran las elecciones y cómo podían votar enviando centenares de miles de mensajes proactivos.
"La IA conversacional es una poderosa herramienta que permite conectar a gran escala y entablar un diálogo significativo con la comunidad. Hoy, las personas queremos conversar, y nosotros brindamos las herramientas necesarias para que cualquier tipo de negocio pueda hacerlo de forma rápida, sencilla, automatizada y personalizada", finaliza Navarro.