Puede que algunos de vosotros penséis que no hemos descubierto América con el título de esta entrada, o que a buenas horas mangas verdes, y tal. Pero por mucho que lo del streaming esté ya más que asumido, no deja de ser un hecho que las suscripciones siguen aumentando.
Es verdad que todo en esta era digital lleva ya los suficientes años dando la turra como para que empiece a sonar a rutina; quizá por eso siguen “inventando” conceptos “nuevos” que intenten volver a sorprendernos, como la moda del metaverso que estalló hace ya un año. Sin embargo, lo cierto es que la popularidad de esta revolución tecnológica no ha tocado techo, porque todo en su ámbito sigue creciendo, como vimos en la anterior entrada con Internet y las redes sociales.
Y dentro de todo ese crecimiento imparable, se incluye también lo del consumo de vídeo bajo demanda a través de plataformas de streaming. Como hemos dicho, cada vez son más los hogares con suscripciones a las mismas. Puede que algunos de los que lleváis ya años ahí enganchados, con un vicio que no podéis ya vivir sin ello, penséis que todo el mundo estaba ya en vuestra misma situación, pero no: Todavía hay gente que se pone a ver la tele de toda la vida, cenando con “el parte” (aka. Telediario), y necesitando pausas publicitarias durante las películas para ir al baño y demás necesidades domésticas. Pero cada vez menos.
Este mismo que escribe no lleva tanto tiempo disfrutando del streaming, si dejamos de lado los vídeos de Youtube. ¡Vaya suerte que tuve cuando se me ocurrió ponerme un plan de teléfono e Internet que incluía tres de las plataformas! Porque apenas un mes más tarde más o menos nos quedamos todos confinados en nuestras casas: Ni que lo hubiera intuido, que no es el caso, porque en aquel momento todavía estábamos en plan chulito: “el virus aquí no va a llegar” o “hay tiempo de comer sin problema”.
Desde entonces, no sólo he pasado horas y horas con una forma de entretenimiento del que renegaba anteriormente (el de las series), sino que además este tipo de contenidos me han proporcionado temática tecnológica de la que hablar en este mismo blog, gracias a las muchas películas y series que se han hecho y se están haciendo relacionadas en mayor o menor medida con la informática. El ejemplo más evidente, el que nos convirtió en unos críticos en toda regla, es el de la popular serie Black Mirror.
Por lo tanto, no puedo negar que, de las muchas consecuencias de la transformación digital que lleva viviendo nuestra sociedad las últimas décadas, y entre las cuales hay muchas que me hacen sentir como el nombre de este blog indica, una de las que he acabado acogiendo con mayor aceptación y agrado es precisamente esta del streaming. Ahora bien, también es cierto que tiene sus aspectos negativos, como todo (no podemos evitar nuestra vena tecnófoba, que se le va a hacer). Y es justo reconocer que, aunque muchas de las series y películas que se ofrecen como vídeo bajo demanda están muy bien, también hay cada truño que es para hacérselo mirar. La cantidad de producciones es enorme, inabarcable (y ese es otro problema para la psicología de la capacidad de elección), y muchas ficciones parecen hechas como churros, explotando hasta la saciedad aquello que ya ha funcionado. Es algo así como si nos dieran droga para tenernos enganchados, pero cada vez importase menos la calidad y más el principio adictivo de la sustancia. Así pasa, que luego el personal cree que controla, y no. Si es que basta con algo como los vídeos de gatitos para lograr que la gente tarde en acostarse por la noche…
En fin, vamos a dejarnos de diatribas, y os vamos a mostrar, con datos, cómo está creciendo exactamente el mercado del streaming en la actualidad. Lo más probable es que antes de poneros a leer el artículo de aquí abajo (e incluso estas líneas previas) os pongáis a ver alguna peli o serie en alguna plataforma, pero eso sólo sirve para demostrar que todo esto es cierto.
El mercado de streaming en España se vuelve hipercompetitivo
En el mercado español del streaming, se observaron los siguientes comportamientos durante el periodo de julio a septiembre de 2022, según el servicio Entertainment on Demand de Kantar:
• El pasado septiembre, unos 12,4 millones de hogares españoles utilizaban al menos una plataforma de vídeo en streaming, lo que supone una penetración del 66% de estos servicios.
• Los hogares conectados a plataformas de suscripción de contenido de vídeo bajo demanda (SVoD, por sus siglas en inglés) accedieron a una media de 3,3 plataformas de streaming, mientras que un 11% hizo uso de seis o más servicios de vídeo bajo demanda diferentes.
• El 2,7% de los hogares españoles contrató un nuevo servicio de vídeo bajo demanda en los últimos tres meses, siendo Amazon Prime Video la opción más escogida con una cuota del 43% entre los nuevos suscriptores registrados en ese trimestre.
• El 23% de los que planean cancelar al menos una suscripción de vídeo bajo demanda en el próximo trimestre lo hacen para ahorrar dinero como principal motivo.
• La casa del dragón, de HBO Max, fue el título preferido por los usuarios suscritos a servicios de vídeo bajo demanda en el tercer trimestre de 2022, seguido de cerca por Stranger Things (Netflix) y El señor de los anillos: los anillos de poder (Prime Video).
“El streaming tiene cada vez más presencia en España, donde siete de cada diez hogares están suscritos a una plataforma, por delante de países como Alemania (53%) y Reino Unido (56%)”, apunta Dominic Sunnebo, Director Global de Insights en Kantar, división Worldpanel. “Vemos incluso que es un mercado cuyo crecimiento todavía es muy exponencial, que puede llegar a más del 80% de la población como así sucede en Estados Unidos con cinco plataformas contratadas por hogar”.
“Según este estudio de Kantar, los usuarios contratan estas plataformas de streaming para poder visualizar el contenido que quieren en cualquier momento y lugar, así como la calidad que ofrece este servicio en cuanto a contenidos. Al contrario de lo que puede pensarse, evitar la publicidad o tener un periodo de prueba gratuito no estarían entre los principales motivos de elección”, explica Mayte González, Directora de Shopper y Media en Kantar, división Worldpanel.
La suscripción a plataformas VoD sigue siendo muy popular
En este primer informe del servicio Entertainment on Demand de Kantar sobre España, queda patente la enorme popularidad del vídeo en streaming en el mercado español, siendo este uno de los más competitivos de Europa. La preferencia por estos contenidos es también notable dentro de un amplio espectro demográfico, con el 53% de los hogares españoles con miembros de más de 65 años accediendo al menos a un SVoD, en comparación al 24% registrado en Alemania dentro del mismo rango de edad de usuarios.
El SVoD en España es un mercado con muchas opciones para los consumidores, ya que cuenta con servicios propios como Movistar+ y Filmin compitiendo a su vez con potencias globales como Netflix, Prime Video y HBO Max. Prime Video es el SVoD número uno en España, al cual accede el 68% de los hogares, seguido de cerca por Netflix (66%). HBO Max y Disney+ se mantienen casi igualados, con un 25% y un 24% respectivamente, mientras que Movistar+ es elegido por el 17% de los hogares con SVoD.
Aunque la proporción de hogares en España que acceden a servicios SVoD es alta, también es frecuente el uso compartido de contraseñas, lo que significa que el porcentaje de quienes pagan suele ser notablemente inferior al de los que tienen acceso. Este uso compartido de contraseñas está más presente en el caso de Netflix y Disney+, puesto que más de uno de cada cuatro hogares accede a estos servicios compartiendo claves con otros usuarios.
Netflix, la gran favorita entre las plataformas de los españoles
Los niveles de recomendación de los suscriptores de Netflix eclipsan a los de su competencia, con un Net Promoter Score (NPS) —un indicador que mide las probabilidades de que un usuario recomiende una empresa o producto— de +32, en comparación con los de Disney (+23) y Prime Video (+17). HBO Max, aunque muestra un crecimiento significativo trimestre tras trimestre, alcanza un NPS de solo +13, muy lejos de su resultado en el mercado estadounidense, donde suele competir con Netflix y Disney+ por el primer puesto. Aun así, el aumento en la recomendación de suscriptores de HBO Max se debe al lanzamiento de la precuela de Juego de tronos, La casa del dragón, que fue el título más elegido y recomendado en España en el tercer trimestre de 2022.
Entre los hogares que planean activamente contratar un nuevo servicio SVoD de aquí a finales de año, HBO Max es la opción más considerada por los españoles (24%). A pesar de que los suscriptores de HBO Max valoran muy positivamente sus contenidos, existe una clara brecha de satisfacción en cuanto a la experiencia con la interfaz de esta plataforma frente a la de Netflix y Disney+. En general, los españoles calificaron a Netflix como la mejor en cuanto a variedad de series de televisión y películas clásicas disponibles. Por su parte, Disney+ ocupó el primer puesto en cantidad de contenidos originales, número de películas de estreno y contenidos infantiles. Asimismo, en línea con su estrategia de calidad antes que cantidad, AppleTV+ destacó por la calidad de los programas que ofrece, mientras que Prime Video, que suele incluirse dentro de un paquete más amplio, encabezó la clasificación en cuanto a la relación calidad-precio.
Menos propensos a los atracones de series
Existen algunas diferencias notables respecto a los hábitos de los usuarios españoles en comparación con sus vecinos europeos y los principales mercados internacionales de streaming. Solo el 33% de los internautas españoles afirma ver series del tirón con regularidad, mientras que en Estados Unidos esta cifra alcanza el 61% y en Alemania el 50% de los casos. Los usuarios españoles también son los que declaran en menor medida utilizar estos servicios de vídeo en streaming como una forma de escapar de la realidad, aunque sí afirman hacerlo como actividad para pasar el tiempo. De hecho, más de la mitad de los internautas españoles asegura que ver películas o series es su pasatiempo favorito, con un porcentaje mayor que en Alemania y Gran Bretaña.