Emociones digitalizadas

…O cómo evitar las emociones, mejor dicho

Las emociones duelen. O asustan. O como mínimo dan palo. ¿Solución? Las canalizamos a través de las apps de mensajería, y así nos evitamos malos rollos. Y así es como empezó la historia de la robotización del ser humano…

¡Hala! Así da gusto, empezando una entrada del blog en plan hater tecnófobo, claro que sí. ¿Pero qué esperabais de este blog? Como si no nos conocierais… Es verdad que podríamos al menos haber tirado de reflexión más profunda y medida, y lo habríamos hechos encantados; de hecho, esa era mi intención, apoyándome en el libro que leí una vez de Sherry Turkle, En defensa de la conversación, pero es que presté dicho libro y no me fue devuelto, cosa de la que podría desahogarme ahora blasfemando por Twitter o Whatsapp, pero sería contradictorio con mi postura respecto del propio tema que estamos tratando aquí.

Así pues, sólo me quedan dos recursos (aparte del del pataleo sintetizado en el primer párrafo): El primero es remitiros a alguna de las entradas del este blog en las que ya hablé de aquel libro (aparte de las dos enlazadas atrás os pongo esta otra), y el segundo es dejaros con un estudio que trata sobre el tema, que podéis ver aquí abajo. Aparte de eso, un par de conclusiones personales: Evitar con un mensaje aquello que nos da palo contar a la cara sólo evita el palo en ese momento, pero lo mantiene o incluso aumenta para posibles ocasiones futuras presenciales, ya que estaremos menos habituados a dicha situación del cara a cara. Eso por no hablar de los malentendidos en las comunicaciones digitales, que no son pocos. Por cierto, ¿os parece que la sociedad actual contiene mejor sus emociones? ¿Os parece que hay poco odio en las redes, o que ese odio no se transmite a cosas que ocurren, a noticias que aparecen de vez en cuando? … Eso sí, para quejarnos de que nuestros amigos no nos hacen caso cuando nos vemos físicamente porque les distrae el móvil, para eso sí somos todos tecnófobos (esto es un poco como lo de conducir, que todo el mundo considera mal conductor a todo el mundo excepto a uno mismo).  ...Ahora vais y lo cascáis… en un mensaje, por supuesto.

 

Más del 75% de los españoles prefiere contar noticias a través de un mensaje desde su smartphone antes que hacerlo en persona

Los acontecimientos de los últimos meses han ido dejando en el horizonte los primeros pasos hacia la vuelta a la normalidad o, al menos, un día a día un poco más parecido a lo que eran nuestras vidas antes de la irrupción de la pandemia. Gracias a factores como la creciente población vacunada, las restricciones a la movilidad se han relajado, dejando, no obstante, para el recuerdo que durante este periodo de separación las personas quisieron estar más cerca que nunca de sus seres queridos.

Esta paradoja ha podido cumplirse gracias, sobre todo, al apoyo de la tecnología y los smartphones. Las experiencias físicas tuvieron que ponerse en cuarentena en varias ocasiones y eso llevó a muchos usuarios a tener que compartir los momentos especiales desde su teléfono. A priori, se trataba de un modelo de comunicación que, mientras duraran las restricciones sanitarias y de movilidad, iba a ayudarnos a mantener el contacto con nuestro círculo más cercano; pero lo cierto es que, a día de hoy, continúa siendo una de las opciones favoritas para relacionarnos, incluso habiendo recuperado parte de la normalidad en cuanto a lo que a presencialidad se refiere.

Así se desprende del "I Estudio sobre Tecnología y Emociones" elaborado por WIKO, que indica que tras varios meses de vivencias digitales, la pantalla parece haberse convertido en una extensión de nosotros mismos, ya que el 75,79% de los españoles prefiere enviar un mensaje de WhatsApp o hacer una publicación en redes sociales para contar noticias a sus amigos antes que hacerlo en persona. Mediante este informe, el fabricante europeo de smartphones ha querido averiguar cómo el uso del teléfono móvil y las nuevas tecnologías, a través de las redes sociales y las apps, han ayudado a sustituir las experiencias físicas para que las personas expresasen sus sentimientos y vencieran la distancia existente con su entorno más cercano ocasionada por la COVID-19.

estudio

Nuevos tiempos, nuevas formas de comunicarse: 2 de cada 3 españoles prefieren informar a su círculo de amigos a través de WhatsApp

La adaptación de los hábitos más cotidianos, en cuanto a relaciones sociales se refiere, ha favorecido que la evolución hacia la comunicación digital se haya producido de forma natural hasta el punto de que ya es algo que tienen interiorizado la mayoría de los usuarios. Un hecho que se refleja en el informe, que revela que el 66,11% de los entrevistados prefiere contar decisiones o noticias a sus amigos a través de un mensaje de WhatsApp, ya sea por privado a una persona o a un grupo reducido de amigos. También que los otros canales digitales por los que se cuentan noticias son mediante un mensaje privado en redes sociales (5,09%) o a través de una publicación pública en redes para avisar a todos los contactos a la vez (4,60%). No obstante, todavía hay quien prefiere hacerlo a través de una llamada telefónica (16,65%) o en persona (7,54%), una modalidad que se incrementa con respecto a la media global en el grupo de jóvenes de 18 a 24 años, ya que un 12,61% apuesta por el cara a cara.

Por sexos también se registran algunas diferencias al elegir el canal de comunicación, siendo las mujeres (67,98%) las que apuestan más por un mensaje privado de WhatsApp que los hombres (64,26%). Sin embargo, los hombres (6,25%) son más proclives que las mujeres (3,93%) a comunicar sus decisiones a través de un privado en redes sociales y también a contar hechos con una publicación pública en redes (5,47%), puesto que las mujeres bajan esta media con un 3,73%.

La inmediatez, una de las grandes ventajas de la tecnología valorada por 3 de cada 4 usuarios

Del estudio también se desprenden los principales motivos por los que los encuestados utilizan WhatsApp o las redes sociales para comunicar noticias a su entorno más próximo. El primero de ellos es porque ofrecen rapidez y sencillez (74,83%), lo que se convierte en la razón que valora más positivamente el grupo de entrevistados con edades comprendidas entre los 35 y los 44 años con un 76,80% de apoyo. En segundo lugar, porque permiten contar la misma historia a varias personas a la vez (46,35%), una ventaja especialmente apreciada por los usuarios de 25 a 34 años (48,18%).

Otra de las razones que argumentan los encuestados es porque facilitan la expresión de los sentimientos más que en persona (15,13%), un dato que es ampliamente superado por los jóvenes de 18 a 24 años, que han registrado una media del 28,57%. Por último, el 11,55% de los participantes en el estudio apunta que estos canales permiten gestionar mejor las emociones que el mensaje despierta en la persona que lo recibe y los mensajes que contestamos en respuesta a estas reacciones, un aspecto muy valorado por los usuarios de 45 a 54 años, que aumentan la media con un 13,41%.

Las redes sociales, un canal que acerca emocionalmente a 4 de cada 10 jóvenes de 18 a 24 años con sus seres queridos

Cuando decimos que la pantalla es la extensión de nosotros mismos, también se refiere a que estar presente en el mundo digital es casi como estarlo en el mundo físico. Al menos, esta es la tendencia que se registra entre los jóvenes que han participado en el "I Estudio de Tecnología y Emociones". El informe señala que el 31,89% de los encuestados de 25 a 34 años se interesan más por las personas de su entorno que son más activas en redes sociales, un dato que en los jóvenes de 18 a 24 años aumenta al 39,64%, lo que confirma que estas franjas de edad son las que se sitúan por encima de la media total, que se centra en un 25,57%.

El uso del smartphone por parte de nuestro acompañante en reuniones presenciales molesta a casi 7 de cada 10 usuarios

Durante el confinamiento, la tecnología y los teléfonos móviles fueron nuestros grandes aliados para mantener el contacto y comunicar noticias a nuestros seres queridos. Dos herramientas que parecen haberse quedado con nosotros, ya que, aunque se esté recuperando paso a paso la normalidad para organizar quedadas en persona, la utilización del smartphone continúa siendo una realidad en los encuentros presenciales.

Por ello, el estudio también recoge cuáles son nuestras reacciones cuando, en mitad de una cena o de una conversación importante cara a cara, alguno de los participantes comienza a utilizar su smartphone.

Ante una escena de este tipo, casi el 70% de los encuestados (69,54%) dice sentirse molesto cuando su pareja o amigos le ignoran por usar su teléfono móvil mientras disfrutan de una comida o una cena juntos o están hablando de algo importante, una cifra que aumenta hasta el 75,14% entre los usuarios de 25 a 34 años. En menor medida, este momento cada vez más habitual crea indiferencia a un 16,45% del total de los usuarios y a un 2,45% les avergüenza.

A las mujeres (77,21%), en mayor medida que a los hombres (61,91%), les molesta que su pareja o amigos les ignoren durante una comida o cena por estar usando su dispositivo. A los hombres (21,09%) les despierta más un sentimiento de indiferencia que a ellas (11,79%).