Quién regula la actividad online de los hijos

En muchos casos, ellos mismos

No es nuestro deseo volver a ponernos pesaditos en plan moralistas o similar, pero hay datos de los que no es malo hacerse eco para que el personal los tenga en cuenta, por si las moscas. Recuperamos así el tema de cómo y cuánto dejamos a los hijos estar pegados a la tecnología.

Y en esta ocasión la advertencia viene de un conocido fabricante de ciberseguridad, Kaspersky, lo que lleva a imaginar, como así es, que las consecuencias de la dejadez de muchos padres en estos asuntos no sólo afectan a los propios hijos que podrían sufrir adicción a la tecnología (que en cualquier caso es lo más grave), sino también a la seguridad informática de los dispositivos domésticos.

Por aportar un pequeño punto de vista, al respecto del título del artículo, que transcribimos a continuación, es fácil suponer que hay una ligera inconsistencia en el mismo, tal vez intencionada: Esa “autorregulación” que hacen muchos menores de su actividad online no podría llamarse así en muchos de los casos. Sencillamente, los hay que se conectan y seguramente se olvidan del mundo (offline). Pero también es verdad que habrá de todo…

Más del 50% de las familias españolas deja que sus hijos autorregulen su actividad online

Más de la mitad de los padres españoles (53%) confía en que sus hijos autorregulen el tiempo que pasan en la red. Sin embargo, cerca del 70% admite que ellos mismos dedican demasiadas horas a estar conectados, y que el uso de Internet y los dispositivos móviles, en general, afecta a la vida familiar. Esta es una de las principales conclusiones de un reciente estudio global realizado por Kaspersky para explorar las tendencias, prácticas y desafíos de mantener la seguridad de los niños en la red.

No hay duda de que las actividades digitales pueden ser adictivas y distraer seriamente a los menores de las experiencias del mundo real. No obstante, más de la mitad de los progenitores españoles confía en que sus hijos sepan controlar cuánto tiempo dedican a Internet, con una ligera diferencia en función del sexo, ya que este porcentaje alcanza el 56% en el caso de los padres y 50% en el de las madres.

Pero no se trata sólo de que los padres crean que sus hijos son capaces de desconectarse cuando no están vigilando. El 37% de las familias españolas ni siquiera siente la necesidad de controlar o supervisar sus actividades en la red o el uso de Internet en general. Esto podría ser una estrategia arriesgada ya que, a pesar de la familiaridad de los niños con las aplicaciones online y la navegación por Internet, los ciberriesgos están a sólo un clic de distancia.

Junto con este planteamiento sobre la actividad online de los menores, la encuesta también muestra que los padres no son restrictivos sobre sus propios hábitos en cuanto al uso del móvil o el tiempo de conexión. El 70% reconoce ser un poco adicto a la web. Además, el 83% admite haber utilizado dispositivos conectados a Internet o móviles delante de su hijo o hijos en casa, y más de la mitad (58%) ha permitido, a veces, que estos interrumpan una conversación con sus hijos.

"Internet y los servicios digitales ofrecen a los niños una amplia gama de contenidos atractivos, y pueden retener su atención durante mucho tiempo. Es necesario recordar que el mundo real puede ser aún más atractivo, especialmente si los padres están dispuestos a invertir su tiempo y realizar actividades en familia. Este tiempo es aún más importante y valioso para las familias y los amigos, para conectarse, crear lazos especiales y compartir recuerdos", comenta Marina Titova, directora de Marketing de Productos de Consumo de Kaspersky.

Para ayudar a que sus hijos distribuyan de manera apropiada su tiempo en Internet, Kaspersky recomienda tomar las siguientes medidas:

•    Muéstrale tu atención dejando a un lado tu dispositivo en aquellos momentos en los que tu hijo necesite tu atención.

•    Si consideras que tus hijos pasan demasiado tiempo online, no te precipites poniendo límites. En su lugar, háblalo con ellos tranquilamente, para no provocar una reacción negativa que podría ser dañina a largo plazo.

•    Haz que el tiempo de ocio sea más variado y atractivo para que tu hijo quiera alejarse de su dispositivo. Por ejemplo, probar un nuevo deporte o hacer más actividades en familia.

•    Debatir las reglas básicas sobre el uso de las redes sociales y otras herramientas de comunicación, para que no afecten al trabajo escolar ni a la interacción con los amigos en el mundo real.

•    Establecer normas para toda la familia, de manera que los niños no se sientan discriminados o injustamente restringidos en su uso de Internet. Esto podría incluir no tener teléfonos en la mesa, instaurar un toque de queda para el uso de los dispositivos o incluso dejarlos en otro lugar a la hora de acostarse.