Amigos, olvidaros de comparaciones jocosas tipo Chiquito de la Calzada en plan “estás más estresado que un teletubbie en una cama de velcro”, o que “el fontanero del Titanic”, o que “el casero de El Fugitivo”. Ahora ya podéis sustituir a esos personajes icónicos que sufren ansiedad por un responsable de ciberseguridad, el estresado del siglo XXI por antonomasia.
Y es que el mundo de las amenazas cibernéticas, la ciberdelincuencia, las pérdidas de datos, los diferentes tipos de malware, etc., etc., están llevando a los altos cargos de los departamentos de seguridad informática de las compañías por la calle de la amargura. Volviendo a los maravillosos chistes de comparativas (añádase el deje “chiquitistaní” a continuación para que surja efecto), muchos de ellos están “más quemados que la piedra del mechero de Bob Marley”…
Y no es broma. Ojo a los datos de un estudio de la compañía de ciberseguridad Symantec al respecto: Cuatro de cada cinco (82%) responsables de seguridad europeos confiesan sentirse “quemados” o exhaustos, mientras que dos tercios (63%) están pensando en dejar la industria o cambiar de trabajo (64%). ¡Ojo cuidado!
¿Y de dónde vienen principalmente los quebraderos de cabeza que están provocando esta situación? Según el estudio, cuatro de cada cinco directivos (86%) señalan que la creciente regulación, como el GDPR y la Directiva NIS, está incrementando esta presión. Dos de cada cinco (40%) reconocen que les preocupa que se les responsabilice personalmente de una fuga de datos. Más de la mitad (55%) temen ser despedidos si se produce una fuga bajo su supervisión. El personal insuficientemente cualificado (80%), el tamaño y complejidad de todo lo que deben proteger (82%) y el creciente volumen de amenazas (82%) contribuyen también significativamente a su estrés.
Otros datos del estudio que ponen los pelos de punta acerca de cómo se le ponen los pelos de punta a estos profesionales son los siguientes:
• El 79% señala que gestionar “demasiados productos o marcas de ciberdefensa” está incrementando sus niveles de estrés.
• Dos tercios (68%) de los responsables de la toma de decisiones en ciberseguridad reconocen que se sienten “paralizados” por el abrumador volumen de alertas de amenazas.
• Un tercio (33%) asegura que las alertas de amenazas, diseñadas para mantener a salvo la empresa, están empeorando la situación debido a su altísimo volumen.
• Ante estas enormes cargas de trabajo, la mayoría de los profesionales de seguridad (67%) admite que sus equipos de ciberseguridad dejan sin hacer trabajo al final de la jornada, con alertas de amenazas que no han sido revisadas.
Así pues, imaginamos que muchos de estos responsables de ciberseguridad ya han dejado en segundo plano su interés por los antivirus o los firewalls, en beneficio del lexatin o del válium…