Año Tres Mil Novecientos Setenta y pico, siglo arriba siglo abajo, que tampoco nos vamos a pillar los dedos con los números, que diría el gran José Luis Cuerda en Tiempo Después. Charlton Heston andando en taparrabos por una playa en un ambiente post-apocalíptico. A la vuelta de un acantilado, lo ve. Un cine de verano en ruinas cuya pantalla tiene la particularidad de tener forma vertical, en vez de la tradicional apaisada u horizontal. El bueno de Charlton, a falta de su rifle en ese momento, se desahoga gritando: “¡Nooooo! ¡Al final lo hicisteis! ¡Yo os maldigo!”.
La traslación de toda esta visión alegórica a la realidad consiste en que, al parecer, una de mis pesadillas que comenté en una vieja entrada, la referente a la moda de los videos de formato vertical, está finalmente calando a la hora de determinar los nuevos vídeos profesionales que se lanzan, al menos en el campo de la publicidad móvil. Que vale, que decir que eso va a terminar trasladándose al cine puede ser una exageración y bla bla bla, pero es que uno se para a pensar en el verdadero motivo por el que esto está ocurriendo, y se demuestra mi teoría de que el gusto de la gente está en plena decadencia (lo siento por si alguien atisba una ligera mezcla de misantropía y ranciedad, no es mi intención, más allá de tocar un poquito las narices…)
La cosa es que el informe MOVR Mobile de 2017 asegura que los usuarios móviles mantienen sus móviles en posición vertical el 90% del tiempo (lo cual en principio parece lógico), lo que indica que no suelen girar el dispositivo a la posición horizontal incluso (y aquí viene lo absurdo) aunque el contenido esté ideado para visualizarse en visión panorámica o apaisada. Es decir, que casi siempre prefieren ver esas imágenes o vídeos más pequeños que el máximo tamaño que permite el Smartphone. Una de dos, o es un problema de escasa inteligencia (ignorar que se puede ver mejor), o lo dicho, de mal gusto, o incluso gusto por una variante del masoquismo: tratar de quedarse más ciego que un topo con unas Ray-Ban…
…y lo más cachondo es que todavía tratan de justificarlo, ojito: Los usuarios están más dispuestos a ver los vídeos en vertical, explica el estudio, ya que no tendrán que hacer EL ESFUERZO de girar el móvil… ¡el esfuerzo! ¡claaaaro! ¡Ahora sí lo entiendo! Pues si a esa tarea titánica es a lo que ahora llaman esfuerzo los millennials y demás, lo que no entiendo es cómo toda esa gente es capaz de madrugar por las mañanas para ir al curro, o de tender la ropa, o de fregar los platos, o… claro, cómo no van a triunfar los robots limpiadores de suelos… o cómo no van a surgir tecnologías incluso para que la cama se haga sola, como nos contó Rachel en su día… En fin, mi esperanza por la raza humana se desvanece. La fuerza no nos acompaña…
A mí esta absurda serie de circunstancias no pensadas (1. es más cómodo no girar el móvil, 2. se pone de moda ver contenidos en vertical, 3. la publicidad produce publicidad en vertical) me recuerda a algo que fue ocurriendo en mi casa cuando era un chaval: La luz a través de la ventana producía un reflejo en la pantalla del televisor a la hora del almuerzo, así que bajábamos cada día más la persiana para poder ver bien el telediario; llegó un momento que casi comíamos a oscuras, y como tampoco era plan de gastar electricidad a pleno mediodía encendiendo la luz, acabamos escuchando la radio para poder ver bien otra vez el plato de lentejas… lo dicho, absurdo, no pensado vaya. Es cambiar la evolución racional por el apaño cutre.
Insisto, espero por el bien del séptimo arte (que ya está en horas bajas) que esto no se acabe extendiendo como un virus y se quede sólo en una broma de El mundo today… Sólo le vería algo de sentido para películas tipo King Kong, El coloso en llamas, o El ataque de la mujer de 50 pies…
Post by Albert