Estamos de vuelta… ¡con la ENTRADA 101!

…no será un número redondo, ¡pero es capicúa!

Pues sí amigos, hemos vuelto de las vacaciones, y como durante las mismas no me apetece escribir sobre tecnología (cosas de desconectar, llamadme loco –modo sarcasmo-…) y menos sobre la vuelta al tajo (llamadme aún más loco –modo hipersarcasmo-…), he encontrado una excusa para preparar la entrada sobre el regreso (esa que hay que hacer para que conste que ya estamos aquí, puro postureo –a la mierda el sarcasmo, hombre ya!).

…Pero resulta que la excusa es algo sobre lo que yo siempre suelo despotricar (tanto sarcasmo y al final parezco bobo), que es la glorificación y santificación de los números, que para las matemáticas y sus innumerables aplicaciones están muy bien y son muy útiles (aquí donde me veis, yo mismo estudié ciencias), pero fuera de eso nos llevan a celebraciones tontas del estilo “Hoy hace 107 años que nació Perico el de los Palotes”, “Estamos en el 243 aniversario de la muerte de Fulanito de Tal”, o “Tal día como hoy hace 684 primaveras que le salió su primer grano pajero a Menganito de Cual” (hola Google). Por no hablar de libros tipo “1.001 novelas que tienes que leer antes de morirte”, “2.547 películas que tienes que ver antes de que vayas por la novela 577 del libro anterior”, o “34.527 libros sobre cosas que tienes que hacer que debes al menos hojear antes de decidir qué puñetas te apetece hacer realmente con tu p… vida y no lo que nosotros te digamos en estos libros de m…”.

La cosa es que, antes de irnos de vacaciones hace un mes, Rachel dejó escrita la despedida sin ser consciente (ni yo tampoco, a ver si os pensáis que estoy normalmente pendiente de estas chorradas) de que aquella era exactamente la entrada número 100 de nuestro querido blog. Ahora me ha dado por contar el número de páginas que llevábamos, y eran 10, que a 10 entradas por página son… (música del Un, Dos Tres)… pues eso, el redondo número 100. Bueno, pues casi mejor, porque los números redondos me gustan menos que los capicúas, hala.

Para finalizar esta tontería de entrada (lo que demuestra mi teoría de la tontería del culto a los números –el sarcasmo ya me lo he dejado en Albacete, y no es que haya pasado por ahí en mis vacaciones-), haré una breve relación de cosas de las cuales hay un total de 101 unidades, como homenaje aún mayor a la chorrada de la que os llevo dando la turra desde hace varios párrafos (hay que tenerlos cuadrados para haber leído hasta aquí); una meta-chorrada, vaya, una chorrada elevada a sí misma, un logaritmo neperiano de chorradas…

Según la Wikipedia, tenemos:

•    Kilómetro 101, una ley que regulaba la liberación de un Gulag en la Unión Soviética.

•    Es el número de teclas en el teclado de una computadora normal (mira, una referencia tecnológica, no podía faltar).

•    Es el número de departamentos de Francia.

•    La novela y película de animación infantil 101 dálmatas.

•    El álbum 101 del grupo inglés Depeche Mode.

•    Es el número de la habitación de Zoey Brooks en la serie de televisión Zoey 101.

•    En la novela distópica de George Orwell 1984 es el número de la famosa habitación del terror, en la cual someten a diferentes torturas dependiendo del individuo. En la obra, el protagonista Winston Smith fue torturado con ratas.

•    Es el nombre de un túnel de la ciudad de Tegucigalpa en el Boulevard Suyapa llamado también Juventud 101.

•    Es el nombre y número de km de la multitudinaria prueba de ultrafondo y mountain bike que organiza todos los años la Legión española en la ciudad de Ronda (Málaga) con el nombre de "Los 101 km en 24 horas", comúnmente llamada también "Los 101 km de Ronda de la Legión"-

Y a todo esto yo añadiré la Fuente de los 101 caños (aunque otros aseguran que son 100, jejeje), en el nacimiento del Río Guadalhorce:

fuente

Bueno, pues así de tontunos (como es habitual) comenzamos la nueva temporada 2018 – 2019 en Como un pulpo en la nube. A partir de aquí, empezaremos a preparar las siguientes 101 entradas, repletas de temas tecnológicos, tratados en general con algo menos de sinvergonzonería que en ésta (aunque no mucha menos, ya nos conocéis)…

¡Que os sea leve el regreso de las vacaciones (al menos más que a nosotros, que ya veis como estamos de lo nuestro)!