La semana pasada se celebró en Barcelona el MWC2018, o lo que es lo mismo Mobile World Congress 2018, la gran feria de telefonía. Estoy segura de que muchos de los temas importantes que se han valorado en el congreso han estado relacionados con los datos de ciberataques que hemos tenido, tenemos y prevemos tener.
Nos envuelve un estado de incertidumbre donde las vulnerabilidades digitales son una de nuestras mayores preocupaciones. El año que nos dejó, nos ha dado razones para temerse lo peor y resúmenes como los que nos ofrece el MIT (Massachusetts Institute of Technology) sobre las amenazas que se ciernen sobre nosotros son razón para no bajar la guardia.
La industria de los delitos cibernéticos encuentra constantemente objetivos de ataque cibernético y con herramientas cada vez más sofisticadas.
Os destaco por su virulencia, estos procedimientos:
El primero, es la pesadilla de cualquier gran empresa, corporación o entidad financiera. Sufrir un ataque que dé lugar a una fuga masiva de datos personales de clientes. Y ojito, porque los expertos dicen que este tipo de ataque será ejemplo junto al robo de patrones de comportamiento y navegación de los usuarios en plataformas como Google o Facebook.
¿Quién no ha escuchado hablar sobre el famoso WannaCry o Petya? El pulpo le dedico varias entradas el año pasado (ver aquí y aquí, respectivamente). ¿Y os acordáis de la extorsión a organismos como el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido? Pues dudo que este año no volvamos a escuchar sobre estos “secuestros informáticos”. Gigantes como Amazon o Google tienen previsión de invertir para proteger sus estructuras, así que los que son más pequeños estarán más expuestos y serán objetivo más accesible para los extorsionadores.
Hablamos mucho del IoT y de la Inteligencia Artificial que trae asociada una tecnología donde muchos puestos de trabajo pueden verse sustituidos por máquinas más baratas y eficaces. Pero ‘los malos’ pueden usar esas herramientas de Machine Learning y Deep Learning en su beneficio, y convertir esto en un arma peligrosa. La que se puede liar en un phishing automatizado, dirigido a un usuario y que este se expanda con la ayuda de esa Inteligencia Artificial… ¡no quiero pensarlo!
Hablemos del ciberterrorismo. Causar la interrupción del suministro ya sea eléctrico, de agua o gas, secuestrar sistemas generales de gestión de una ciudad, o causar el caos en determinados países puede ser algo que empiece a ser tan común como hablar de fútbol en los telediarios. Por lo que las instituciones deben ponerle freno para evitarlo.
La verdad que no tenía idea que la minería de criptomonedas es un trabajo legal y encima lucrativo, pero que requiere de gran capacidad de procesamiento y energía para resolver las operaciones matemáticas complejas, propias del Blockchain. Así que los piratas van a tener que buscar alternativas para robar la capacidad de procesamiento y utilizarla para hacerse con criptodivisas de todo tipo.
Finalizo con la ultima advertencia que hace MIT sobre los resultados de las elecciones en EEUU el año pasado donde noticias falsas y ciberataques fueron una nueva arma electoral. Los piratas podrían atacar los sistemas de conteo de votos para decidir futuros comicios… ¡qué horror!
Vamos, que si nos paramos a pensarlo un poco tras leer estas cosas se nos queda el miedo metido en el cuerpo.
¿Creéis que hacemos lo suficiente para protegernos o por el contrario pensamos que no nos pasará a nosotros? ¿Vivimos confiados y desconocedores de esta realidad que acecha?
¡Abrimos debate!
Post By Rachel