Pues sí amigos, vivimos en un mundo bipolarizado. Y es que en el fondo nos gustan las polémicas, nos va la marcha, lo llevamos dentro, y para poder participar en ello hay que mojarse: O estás conmigo o estás contra mí. Lo vemos en todos los ámbitos de la vida: Ideología A contra ideología B; partido político A contra partido político B; equipo de fútbol A contra equipo de fútbol B; creyentes contra ateos; moros contra cristianos; Messis contra Cristianos; machistas contra feministas; patriotas contra antipatriotas; solteros contra casados; Villarriba contra Villabajo; Pepsi contra CocaCola; La Fuerza contra el Lado Oscuro; Coyote contra Correcaminos...
Desde luego, el mundo de las nuevas tecnologías no escapa a esta realidad. En este post, voy a tratar de recopilar y resumir una serie de ejemplos, y es posible que en un futuro nos centremos en ellos a través de nuevas entradas específicas.
En la propia oficina en la que trabajamos surgen aveces algunas de las polémicas que de hecho me han inspirado para este post. Por ejemplo, tenemos a los admiradores de los productos de Apple frente al resto: Los primeros defienden la alta calidad de los materiales y del ecosistema propio hardware – software del gigante de la manzana, hasta el punto de llegar a separar la tecnología en dos mundos: Una cosa son los PCs y otra cosa son los Mac; por un lado están las tablets (sean de la marca que sean) y por otro lado los iPads; etc. Frente a esto, un compañero suele llamar a los partidarios de Apple como fan-boys: "Lo mismo te lo pueden hacer productos de otras marcas, y te ahorras un pastizal", lo que lleva a otra reacción generalizada, la de tildar de "sibaritas" a dichos consumidores de la compañía de Tim Cook.
Llevada al mundo móvil, la anterior polémica se traduce en iOS contra Android, poniendo el foco en el sistema operativo y no en el "cacharro", olvidando que en la pugna (dominada con mucho en España por la marca de Google) participan montones de fabricantes que integran Android frente a uno sólo, de nuevo Apple, lo que casi da la razón al concepto anterior de "la manzana contra el resto del mundo". Sin embargo, la contienda más encarnizada ha sido siempre la de Apple contra Samsung, si bien ahora un chino llamado Huawei se cuela en el lío como si fuera un Atleti contra Madrid y Barça.
Fuera de las contiendas más mediáticas, otro debate (y quebradero de cabeza) que surge en la oficina es respecto al sistema operativo de los ordenadores. Muchos de los compañeros están poniendo el grito en el cielo por la instalación de Linux, que les trae por la calle de la amargura por la falta de costumbre, mientras que el encargado del cambio lo que no soporta es la plataforma de Microsoft, y de hecho ha pasado por una etapa desesperada con las interminables y terribles actualizaciones de Windows 10. Esto lleva también al eterno debate entre software libre y software privativo.
Sobre el almacenamiento de datos, y ya sea por razones de funcionalidad o de seguridad, hay quien prefiere recurrir a nuestra querida nube, y quien sigue decantándose por formatos físicos. Y esto da lugar a sub-opciones: En el primer caso, los debates giran entorno a qué plataforma es mejor o más fiable, y en el segundo se puede optar por conformarse con el discos duro del PC, por hacer copias de seguridad en discos duros externos, llenar hasta petar la propia memoria del móvil, y pocos deben quedar ya que guarden las cosas en CD-ROMs (de hecho hace poco se dejó de considerar su cálculo a efectos de mercado). No hay pocos que recurran a un poco de todo lo anterior, tanto cloud como físico. Eso sí, lo más polémico de todo en este apartado, es más bien el borrado o destrucción de estos formatos por parte de aquellos a quienes han pillao con el carrito del helao, ya me entendéis...
Cuál es el mejor Antivirus, cuál la mejor app para tal o cual servicio, cuál la mejor tienda online, etc., por no hablar de verdaderos conflictos como los taxistas contra Uber, la piratería contra la propiedad intelectual, e incluso los propios tecnnófobos contra los tecnófilos... la lista es interminable, y las discusiones, a veces muy encendidas...
¿Cómo os posicionáis en estos asuntos? ¿Qué otros frentes abiertos se os ocurren? Ya sabéis que tenéis las redes sociales para proponernos materia al respecto. Seguramente abordaremos estos asuntos más detenidamente, e incluso no es descartable que montemos debates con tertulianos a grito pelao, tipo Sálvame o Chiringuito de los Jugones, que es lo que vende...
Post by Albert