Transformando las telecomunicaciones desde el edge
Daan Huybregts, Field CTO de Zscaler, explica cómo la computación perimetral puede renovar el sector de las telecomunicaciones y cómo, con la infraestructura de seguridad adecuada, puede ser un potente impulsor de la conectividad en todos los mercados verticales.
Al igual que usted y yo esperamos un enchufe tenga electricidad, los usuarios exigen que sus dispositivos tengan conectividad. Dondequiera que estén, esperan que las redes ofrezcan potencia, rendimiento y seguridad. Pero la gran expectación suscitada por la 5G ha sido quizás mucho mayor que el valor que ha aportado hasta ahora. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿están las empresas de telecomunicaciones a la altura de las expectativas de los usuarios con la 5G y preparadas para la siguiente fase de la tecnología de redes móviles?
La respuesta simple es que no. ¿Por qué? Porque para poder aprovechar todo el potencial de la 5G necesitan el edge computing. Las empresas de telecomunicaciones hablan de edge computing como los clientes hablan de 5G, pero pocas lo utilizan para ofrecer un valor real. El problema radica a menudo en definir qué es la computación perimetral, qué ventajas puede aportar a las empresas y cómo hacerlas realidad de forma segura, de modo que este es un buen punto de partida.
¿Qué es el edge computing?
El edge computing es una nueva forma de suministrar capacidad informática acercándola al usuario y al origen de los datos. Permite que la computación resida más cerca de las fuentes de datos a través de una red de dispositivos periféricos. Esto permite procesar los datos de forma más rápida y eficiente en ubicaciones remotas, lo que se traduce en resultados obtenidos en tiempo real y en un mejor rendimiento.
A diferencia de los modelos anteriores, en los que la potencia de cálculo se centralizaba en las propias instalaciones, situar la computación en el perímetro permite a las empresas aprovechar las ventajas de la 5G creando nuevas aplicaciones y servicios que antes eran impensables por falta de velocidad y fiabilidad. Por ejemplo, podrán habilitar experiencias inmersivas con realidad aumentada, fabricación inteligente con dispositivos IoT o vehículos autónomos con baja latencia. Y lo que quizá es más importante, si se combina 5G con edge, mejorarán radicalmente las velocidades de las comunidades que tienen dificultades para conectarse a las redes de una vez por todas.
Para entender cómo funciona, imaginemos una empresa de telecomunicaciones que explota una red 5G en una zona urbana densamente poblada. Con un alto número de usuarios concentrados en un área geográfica pequeña, la red puede congestionarse rápidamente, lo que se traduce en velocidades de datos lentas y conexiones interrumpidas. Para solucionar este problema, una teleco puede utilizar edge computing para procesar y analizar los datos más cerca de los usuarios, en lugar de depender de un centro de datos centralizado. Situados en lugares estratégicos de la ciudad, como galerías subterráneas, los pequeños centros de datos o microcentros de datos pueden procesar y analizar sin necesidad de enviar los datos a un servidor centralizado situado a kilómetros de distancia. ¿Cuál es el resultado? Servicios de red más rápidos, fiables y eficientes para los clientes.
Oportunidades para las operadoras de telecomunicaciones
Es evidente que estos nuevos escenarios de uso pueden impulsar la innovación y el crecimiento de las empresas. Sin embargo, en la actualidad, los proveedores de telecomunicaciones están perdiendo terreno frente a los hiperescaladores de la nube, que están penetrando en el mercado de las telecomunicaciones. Para seguir siendo relevantes, las telecos necesitan aprovechar las capacidades edge y sus servicios de conectividad de alta velocidad para ofrecer servicios diferenciados y de valor añadido que satisfagan las necesidades siempre cambiantes de sus clientes. Al facilitar una conectividad segura y fiable para cualquier dispositivo, cualquier aplicación y cualquier ubicación, pueden convertirse en algo más que proveedores de red, pueden convertirse en verdaderos facilitadores de la transformación digital con una propuesta de valor para las organizaciones.
Para ofrecer estas mejoras a un mayor número de organizaciones, las empresas de telecomunicaciones deben pasar a asumir una función de consultoría y empezar a educar a sus clientes sobre las posibilidades de alojar aplicaciones en el extremo de la red, más cerca de los usuarios y dispositivos que necesitan la conectividad. Muchas organizaciones ya han puesto en marcha una iniciativa que da prioridad a la nube, ya que no quieren seguir poseyendo una infraestructura propia. Sin embargo, necesitan asesoramiento para aprovechar las ventajas reales de sus esfuerzos de digitalización. Limitarse a utilizar una estrategia "lift and shift" para mover las cargas de trabajo on premise a la nube no funcionará, ya que la organización se encontrará con problemas de conectividad, cuando sus aplicaciones hayan abandonado sus centros de datos y los usuarios trabajen desde cualquier lugar.
Para las empresas, esto significa actualizar el software y la infraestructura de sus componentes a servidores periféricos, gateways o routers, e implantar herramientas de supervisión y gestión de la red para controlar todos los flujos de datos en tiempo real y garantizar un rendimiento y una fiabilidad óptimos. También empiezan a aparecer quebraderos de cabeza sobre el cumplimiento de la normativa y la gestión de riesgos. En este nuevo mundo, las telecos pueden convertirse en la columna vertebral de las redes periféricas basándose en su infraestructura 5G, ofreciendo la conectividad que puede soportar las aplicaciones y dispositivos periféricos al ofrecer modelos de acceso fiables.
No se trata de un cambio de la noche a la mañana. La computación perimetral presenta importantes desafíos para las empresas, como la complejidad de la red, la escalabilidad del hardware de seguridad y las limitaciones presupuestarias. Para superar estos retos, necesitan adoptar proyectos de transformación digital combinando nuevas aplicaciones, conectividad y seguridad sin reservas. Aquí es donde entran en juego las tecnologías por capas.
Cómo la confianza cero hace posible la conectividad edge
La seguridad es fundamental porque las cargas de trabajo en el edge son un objetivo muy apetecible para los ciberataques. Muchos terminales cuentan con conectividad a Internet integrada, lo que ofrece un nuevo punto de acceso a los ciberdelincuentes. Aunque no hace falta decirlo, cualquier amenaza podría ser devastadora y es probable que pueda interrumpir las operaciones, robar y cifrar datos confidenciales. Es lógico que esto ponga nerviosas a las empresas, sobre todo si se tiene en cuenta que el edge computing está descentralizado por naturaleza y, por tanto, el departamento de TI tiene menos visibilidad de la superficie de ataque. Para convertir la indecisión en confianza, los directivos deben tener garantías de seguridad.
Utilizando el enfoque Zero Trust como arquitectura superpuesta a cualquier infraestructura de soporte, las organizaciones pueden hacer frente a estos problemas y conseguir un óptimo rendimiento y seguridad. Las telecos han visto el potencial de un servicio combinado de conectividad y seguridad y empiezan a ofrecer sistemas universales en las instalaciones del cliente (uCPE). Un dispositivo uCPE ejecuta varias funciones de red como software virtualizado en una única plataforma de hardware, eliminando la necesidad de varios dispositivos dedicados en el cliente y mejorando la calidad del servicio. Al utilizar la función Zero Trust en un equipo uCPE, las empresas de telecomunicaciones pueden crear una conexión de dentro a fuera desde este equipo al mundo exterior, lo que esencialmente elimina la superficie de ataque de los dispositivos de computación perimetral.
Avanzar juntos: Infraestructura y conectividad
Este enfoque, que combina la conectividad global con la seguridad de confianza cero, es el que hará que las empresas de telecomunicaciones se vean más recompensadas en la era de la conectividad 5G. La 5G y la computación edge pueden revolucionar los servicios que las telecos pueden prestar a sus clientes y partners: desde ofrecer procesamiento de datos y análisis en tiempo real para unos sectores como la producción, la sanidad y el transporte, hasta mejorar la experiencia de usuario para aplicaciones que requieren gran ancho de banda y baja latencia, como los juegos, la realidad aumentada y el streaming de vídeo.
Estamos ante transformaciones inevitables. Se trata de ver quién consigue materializar antes las expectativas. Con la capacidad de 5G ya en gran parte disponible, la carrera hacia el edge ya ha comenzado.
