Los contratiempos de Apple y Samsung en el inicio de curso
Los dos mayores competidores mundiales del mercado de los smartphones han regresado de las vacaciones con problemas, aunque bien diferentes. Apple afronta una multa millonaria de la Comisión Europea por favores fiscales en Irlanda, y Samsung retira provisionalmente del mercado su último buque insignia, el Galaxy Note 7, debido a las combustiones espontáneas que han sufrido varios terminales.
Por un lado, Bruselas exige a Apple devolver 13.000 millones de euros por las ventajas fiscales ilegales que según la Comisión Europea ha recibido el gigante norteamericano en Irlanda. La decisión del ejecutivo comunitario se hizo pública el martes, y es la consecuencia de una investigación iniciada hace tres años, en la que se ha concluido que desde 1991 Apple se ha beneficiado de rebajas de impuestos en Irlanda.
El CEO de Apple, Tim Cook, ha dicho en una entrevista del periódico Irish Independent que la CE se refiere a una tasa impositiva ilegal según él “falsa” durante el año 2014, en concreto del 0,005%: "No tengo idea de dónde sale el número”, dice el directivo, que asegura: “Aquí está la verdad: ese año pagamos 400 millones de dólares a Irlanda y eso es tomar como base la tasa estatutaria del 12,5%". Cook ha calificado de “basura política” la acusación de Bruselas. Su compañía apelará la decisión.
Incendio en Samsung
De una índole totalmente diferente es el problema al que se enfrenta Sansung: Varios terminales vendidos de su último dispositivo móvil, el Galaxy Note 7, se han incendiado espontáneamente en el momento de ser cargadas sus baterías. Esto ha llevado a la suspensión provisional de la comercialización del que estaba llamado a ser su nuevo producto estrella.
El director de la división de telefonía móvil de Samsung, Koh Dong-jin, ha explicado que las combustiones se han producido por baterías defectuosas. La filial samsung SDI, encargada de suministrar las baterías, aseguraba el jueves que no le constaba información alguna acerca de fallos en las mismas, pero la investigación puesta en marcha por la compañía para detectar el fallo en el control de calidad ha descubierto 24 baterías defectuosas entre un millón de terminales examinados.
Por lo tanto, tropiezo para una compañía que empezaba a remontar el vuelo desde hacía meses. Este mismo viernes iba a ponerse a la venta en España el Samsung Galaxy Note 7, pero de momento ha sido retrasado una semana más, aunque no se descarta que la espera se prolongue.