Cinco trucos del WiFi que ayudan a hacer más eficiente la conectividad en el hogar

Para que no se te cuelgue en el momento más inoportuno, por ejemplo

El WiFi es esa tecnología de conectividad que, desde hace ya más de 25 años (se creó en 1999) suministra a nuestros hogares algo tan diariamente utilizado como la electricidad que nos dan los enchufes o incluso el agua que sale por los grifos. Por supuesto, algo así también merecía uno de esos maravillosos e imprescindibles Días Mundiales, que en el caso del WiFi se celebra cada 20 de junio.

Lo malo del Wi-Fi, al igual que en el caso de la electricidad (como pudimos comprobar el 28 de abril), es cuando falla y nos deja tirados. Los niveles de estrés que cada cual puede gestionar ante la falta de conexión a internet son diferentes según el grado de “pulpismo” que se tenga, pero si se buscan soluciones razonables, remediar la situación puede ser de similar nivel de dificultad para todos… bueno, bien pensado, muchos no se apañan ni con instrucciones.

Tanto para esas situaciones como para que en general podamos aprovechar bien el Wi-Fi en nuestras casas, este blog vuelve a prestar su espacio y su denodada iniciativa en aras de ser de valiosa utilidad a sus queridos seguidores, en nuestro más sincero deseo de mejorar vuestras vidas virtuosamente optimizadas gracias a la fabulosa tecnología informática, sin la cual el grado de satisfacción de vuestro ser sería notablemente inferior… Ya, bueno, que no cuela… Efectivamente, este es el blog del Pulpo, y por lo tanto lo anterior empezaba a no ser creíble…

Pero lo que sí es verdad, seas lo tecnófobo o tecnófilo que seas, es que cuanto menos sufras, con la tecnología en particular y con cualquier cosa en general, mejor, y ahí sí que nos vais a tener a vuestro favor. De ahí que os hagamos llegar los siguientes consejos o trucos para mejorar el uso del Wi-Fi doméstico. Eso sí, guardad esta página como documento en la memoria del PC o smartphone, porque si lo necesitáis porque os habéis quedado sin Wi-Fi, como comprenderéis lo vais a tener complicado…

La marca española de tecnología de consumo SPC ha recopilado 5 consejos para que hasta la persona menos techie pueda sacar el máximo provecho de su red WiFi:

1.    La solución más básica y también la más efectiva: reiniciar. Sí, puede resultar demasiado simple para ser real, pero en muchas ocasiones un simple reinicio del rúter puede ser nuestro mejor aliado. Con su uso, los aparatos van acumulando desde recursos y conexiones activas hasta datos temporales. Apagarlo y volverlo a encender permite al rúter liberar toda la información acumulada que no necesita y lo ralentiza, o incluso corregir errores de software que puedan estar afectando a la conexión.

2.    Tu WiFi tiene dos frecuencias de conexión, utiliza la más apropiada en función del uso que le vayas a dar. Los rúters esconden una funcionalidad desconocida para muchas personas: puedes elegir entre una frecuencia de 2,4 gigahercios (GHz) o una de 5. La diferencia más básica entre ambas es la velocidad máxima que pueden alcanzar y el rango de red o, en otras palabras, cuánto de rápido puedes navegar y cómo de lejos te llegará la señal. En este sentido, la red de 2,4 GHz es perfecta para conectar dispositivos alejados del rúter, ya que alcanza mayores distancias con menor velocidad de conexión, al contrario que la de 5 GHz que, al llegar a mayores velocidades en distancias más cortas, es ideal para ver series o jugar online.

3.    El número de dispositivos conectados a la red afecta a su velocidad: la conexión WiFi ha cambiado para siempre nuestras vidas y nuestros hogares. No solo teléfonos móviles y ordenadores se conectan actualmente a la red, sino también dispositivos de hogares inteligentes como termostatos, cámaras de vigilancia o incluso básculas. Para evitar una posible saturación de la red se recomienda usar repetidores WiFi o rúters de doble canal.

4.    Puedes estar compartiendo tu WiFi con alguien sin saberlo: es importante asegurarse de que nadie ajeno puede acceder y controlar el rúter. Estos dispositivos generalmente vienen configurados por defecto con direcciones IP y claves de sus puertas de acceso similares entre sí. Cambiar estas configuraciones y contraseñas por otras personalizadas que se puedan recordar bien también ayudará a evitar que alguien externo te pueda denegar o ralentizar la conexión a tu propia red, y es tan sencillo como revisar la dirección IP de tu dispositivo, que se puede consultar en tu smartphone fácilmente, en el mismo lugar que la contraseña del WiFi, e introducirla en tu navegador de internet.

5.    Si la conexión no llega al exterior del hogar, nadie podrá conectarse: disminuir la potencia emitida por las antenas del rúter ayuda a incrementar la seguridad sin comprometer la conexión del núcleo familiar. Para que alguien pueda aprovecharse de tu conexión WiFi tiene que estar conectado a la misma, por lo que reducir la potencia desde el mismo menú en el que hemos cambiado anteriormente su configuración y contraseñas, o dirigir las antenas hacia el interior del domicilio es una buena estrategia frente a amenazas.

La conexión WiFi ha cambiado para siempre nuestras vidas. Cabe esperar además que continúe evolucionando y adaptándose a nuevas necesidades. Es por ello por lo que no podemos permitir que una conexión lenta se convierta en una piedra en nuestro camino. Siguiendo estos fáciles consejos, tanto velocidad como seguridad de la red irán de la mano.