Amigo Pulpo, como puedes ver, no hay nada que hacer en lo de tener éxito en internet: O haces mucho y sigues perdido en la nube, o haciendo una única cosa, en principio poco difícil pero sí muy “relevante”, vas y lo petas.
Años y años de destacar en negrita las palabras clave (como de hecho podéis ver que seguimos haciendo), de llenar de hashtags los mensajes en redes sociales, de crear contenido genuino, de buscar otros proyectos con los que intercambiar hipervínculos, etc., etc., etc., y al final se va un tío de público a la televisión, grita “¡Viva Cuenca!”, y pasa de tener 95 seguidores en Instagram a tener cerca de 50.000 en un par de días.
Eso es, contado a groso modo, lo que ocurrió hace unos días en el exitoso y objeto de polémica programa de La Revuelta en Televisión Española. El presentador David Broncano le pasó el micrófono a ese espontáneo (Jorge para más señas, ya no hace falta decir de dónde es), él presentó su cuenta de Instagram llamada “Curiosidosis” (me encantan los juegos de palabras, por cierto – quizá por eso mi humor no acaba de calar-), y al verse que no tenía ni 100 followers empezó el troleo y las risas.
Mientras se mostraban en el programa algunas de sus publicaciones, basadas en lo que el nombre de la cuenta indica, es decir, píldoras de curiosidades de cualquier ámbito cultural, yo me hacía mis cálculos sobre lo que era fácil adivinar: Cómo iba a crecer esa cifra de seguidores en poco tiempo y se iban a acabar las risas. Tirando por lo bajo, me decía (muy buen estadista yo): “Con que entren a ver la cuenta de Jorge el 1% de los cerca de 2 millones de espectadores que se supone que llega a alcanzar este programa, y de ese 1% el 10% se hagan seguidores, verás tú como mañana el amigo ya tiene, por lo menos, dos mil y pico seguidores…”.
¿Dos mil y pico? ¿Al día siguiente? No, amigos, no. Cuando yo ya había apagado la tele para irme a leer (no lo digo para hacerme el cultureta, sino que es mi rutina habitual cuando llevo más de 5 minutos de TV de cualquier programa o canal actual, haciendo buena la frase creo que de Groucho Marx), resulta que, a los diez minutos de honrar a su querida Cuenca con aquel grito para él ya histórico, Jorge tenía más de 22.000 seguidores, que fueron 30.000 otros diez minutos después, 43.000 al día siguiente, y alrededor de 50.000 otro día después.
Vamos, que la espontaneidad, y no los cursos de SEO, le han cambiado la vida internauta a Jorge. ¿Y cómo creéis que va el tío y se lo agradece a Broncano? Pues con un troleo en toda regla: Su última “píldora de curiosidad” es sobre hormigas, por supuesto, y obviamente no es casualidad, como se puede comprobar leyendo el contenido de la publicación… Como dice uno de los comentarios, cría cuervos…
En fin, lo dicho, querido Pulpo, no te falta razón en tu escepticismo: por mucho que te lo curres tratando de mejorar la optimización de los motores de búsqueda para dejar de estar perdido en la nube, siempre llegará alguien con un método tradicional de “dar la nota”, a través de un medio tradicional como la tele de toda la vida, y te adelantará sin poner el intermitente siquiera. Ni tecnología, ni inteligencia artificial, ni historias...