Ya sabéis que, de cuando en cuando, no podemos evitar volver al tema de las nuevas tecnologías vistas como esos grilletes de los que ya no nos podemos desprender y bla, bla, bla (hasta a nosotros, por muy pulpos que seamos, ya nos suena a argumento rancio, incluso aunque no creamos que lo sea). La última vez lo tratamos en una entrada sobre una especie de terapia para la desintoxicación.
Ya no sabemos si enfocar estas cuestiones en serio o con ironía. Ya es una ironía en sí misma que transmitamos estas ideas a través de un blog de internet, que lo difundamos por redes sociales, etc., etc. Realmente, el mundo digital parece inundarlo todo, y aunque para la mayoría de la gente, en la mayoría de los casos, sea realmente así, sorprende pararse a pensar en la gran cantidad de cosas que se pueden seguir haciendo sin necesitar smartphones u otros dispositivos, ni siquiera de manera indirecta.
Siendo reflexivos, no es difícil concluir que, igual de forzada (aunque respetable) es la actitud de ponerse en plan tecnófobo con absolutamente todas las opciones que ofrece este mundo, que el obligarse a que todas y cada unas de nuestras acciones en la vida, sin excepción, tengan que pasar sí o sí por hacer un clic, estar conectados, hablar a asistentes de voz o publicar en redes sociales (que también es respetable). En cualquier caso, si tu actitud es intermedia o natural (sin negar que lo que es natural es distinto para cada cual), es muy probable que la mayoría te considere un poco pulpo en la nube, como mínimo. Lo cual da la medida del punto al que hemos llegado y, la verdad, no me agrada mucho pensarlo.
Entiendo que va a llegar un momento (si no ha llegado ya) en que plantearse cómo resolver las tareas habituales de la vida obligue a pasar por una auto imposición, forzada, si lo que se quiere es reducir el uso de tecnología digital. Aquí veo varios niveles:
1. “Necesito o quiero hacer esto, voy a ver si puedo hacerlo sin el móvil”
2. “Para hacer esto, lo mejor es usar el móvil”
3. “Voy a hacer esto” (y lo haces con el móvil sin tan siquiera planteártelo)
4. “No tengo nada que hacer, me aburro” (y enciendes el móvil sin saber ni para qué)
5. “Estoy con el móvil constantemente encendido, y entre medias hago cosas (con el móvil)”
6. “El móvil forma parte de mi ser”
7. “Mi ser forma parte del móvil”
¿En qué nivel de dependencia tecnológica estamos actualmente en España? Eso viene a contestar el estudio que os mostramos a continuación, entre otras cuestiones, como consejos. Dado que no creemos que tengáis precisamente dependencia de este blog, no nos preocupa la contradicción antes explicada sobre tratar de reducir el uso de tecnología mientras usáis una tecnología para leerlo. Si a alguno le sirve de algo, pues fetén.
Madrid, en el top 3 de regiones con más dependencia tecnológica
Kaspersky, compañía global de ciberseguridad, ha realizado una encuesta1 entre más de 2000 españoles para saber más sobre la influencia de la tecnología en el día a día. Los resultados del estudio ponen de manifiesto la importancia de educar y mejorar los hábitos online para hacer un uso más saludable y seguro de los dispositivos.
En una sociedad cada vez más conectada, el uso de dispositivos facilita infinidad de tareas, pero también puede tener otro tipo de efectos en la vida de los usuarios. Así lo pone de manifiesto el informe ‘Influencia de la tecnología en la vida de los españoles’, elaborado por Kaspersky, que revela que un 74,5% de los madrileños tiene dependencia de la tecnología. De hecho, un 55% cree que debería reducir su uso y un 4% ha acudido a terapia para lograrlo. En concreto, son las apps de mensajería instantánea (38%) las que más dependencia generan, seguidas por redes sociales (23%) y plataformas de streaming (11%).
Por comunidades autónomas, los madrileños se sitúan en segunda posición de los españoles con más dependencia de la tecnología, solo después de Cataluña y seguida por Canarias. Por géneros, los hombres (44%) son más dependientes de la tecnología que las mujeres (36%). En lo que respecta a las edades, destacan los grupos comprendidos entre 18 y 25 (100%), 36 y 45 (83%) y 26 y 35 años (79%).
Menos horas de sueño y más tristeza
El estudio realizado por Kaspersky también revela la influencia de las pantallas en las relaciones personales y laborales. El 45% de los madrileños reconoce que pasaría más tiempo con su pareja si dedicara menos horas a sus dispositivos y el 40% duerme menos a causa del uso de la tecnología. Pero no todo queda en el ámbito privado: el 31% de los madrileños señala que el uso personal de redes sociales y apps de mensajería instantánea durante la jornada laboral les quita horas de trabajo y hace que estén menos concentrados en sus tareas.
Respecto al impacto de las publicaciones de otras personas en su estado de ánimo, el 53% de los encuestados dice sentir indiferencia ante las fotos de vida idílica de sus amigos en redes sociales, ya que saben que “no es oro todo lo que reluce”. Aun así, el 13% de los madrileños reconoce experimentar envida o tristeza porque su vida no es tan perfecta como la que ven en su feed de Instagram, Facebook o TikTok.
En cuanto a las actividades que los madrileños ya prefieren realizar en formato digital frente al tradicional, las más habituales son las gestiones bancarias (26%), pedir comida a domicilio (17,5%) y escuchar música (15%).
“El uso frecuente de dispositivos conectados para realizar gestiones bancarias o descargar películas o series es muy útil en el día a día, pero también nos expone a determinados riesgos, sobre todo si se utilizan las apps del banco desde Wi-Fi públicas o si se descargan contenidos en webs no oficiales. En este sentido, hay que ser cauteloso y contar con una buena solución de ciberseguridad”, explica Marc Rivero, Senior Security Researcher de Kaspersky.
La ciberseguridad, una asignatura pendiente
Precisamente, la ciberseguridad es una asignatura pendiente para muchos madrileños, y es que, a pesar de que el smartphone es el dispositivo que más usan para sus actividades online, solo un 35% tiene una solución de ciberseguridad instalada. Este es un dato especialmente preocupante, ya que la encuesta pone de manifiesto que seis de cada diez madrileños han sido víctimas de un ciberataque o estafa online, siendo las más comunes:
1. Descargar sin querer un virus informático que estropeó el dispositivo o hizo que funcionara más lento (26%)
2. Comprar en una web fraudulenta y no recibir nunca el producto (22%)
3. Comprar entradas para algún espectáculo (musical, deportivo…) y que estuvieran duplicadas o eran falsas (12%)
Las mujeres (85%) son más responsables que los hombres (71%) a la hora de instalar este tipo de programas en sus aparatos conectados, y el grupo de edad comprendido entre los 46 y los 55 años es el más protegido.
Respecto a las principales preocupaciones de los madrileños en lo referente a sus smartphones, las más frecuentes son que roben sus datos bancarios (30%), perder todas las fotos y vídeos (19%) o que un ciberdelincuente pueda acceder a dicho material gráfico almacenado en sus dispositivos (13%).
“Son muchos los españoles que todavía piensan que no es necesario instalar una solución de ciberseguridad en sus smartphones. La realidad es que este tipo de software es fundamental para mantener a salvo información delicada y personal, desde fotos y vídeos hasta datos bancarios o contraseñas, que pueden ser robados por los ciberdelincuentes en cualquier de nuestros dispositivos, ya sean ordenadores, teléfonos móviles o tablets”, añade Marc Rivero.
Con todo ello, el experto comparte algunos consejos para hacer un uso más saludable, responsable y seguro de la tecnología:
• Limita el tiempo. Analiza el uso que haces de tus dispositivos y cuenta las horas que dedicas a las pantallas. Puedes hacer una lista de aquellas actividades a las que te gustaría dedicar más tiempo, de modo que te sirva de motivación para reducir el uso que haces de la tecnología.
• Fórmate en materia de ciberseguridad. Estar al tanto de las principales amenazas es de gran ayuda para evitar caer en determinados ataques y estafas.
• Cuenta con una solución de ciberseguridad de confianza y sigue sus recomendaciones. Las soluciones de seguridad resuelven automáticamente la mayoría de los problemas y avisan al usuario cuando es necesario.
• No hagas clic en enlaces que procedan de remitentes desconocidos. Incluso si el link te lo ha enviado alguien de confianza, revisa siempre la URL. Los sitios web originales tienen una URL que comienza por “https:”, precedida habitualmente por el incono de un candado.
• Utiliza un gestor de contraseñas. Este tipo de herramientas genera contraseñas distintas para cada plataforma y las almacena de forma segura en una base de datos. De este modo, el usuario no tiene que memorizar todas las credenciales ni guardarlas en navegadores o documentos susceptibles de ser descubiertos por los ciberdelincuentes.
• Instala las actualizaciones. Activa la opción de actualización automática siempre que sea posible. Presta especial atención al sistema operativo, el navegador, el correo electrónico y la mensajería instantánea. Se tarda un par de minutos y protege a los equipos contra virus y demás malware.
• Haz copias de seguridad. Si no quieres perder documentos u otro tipo de archivos como consecuencia de algún incidente, desde ciberataques hasta fallos de tu dispositivo, es recomendable que hagas copias regulares de tus datos.