En medio de una ola de calor a la que deberíamos ir llamando más bien océano de calor, es posible que muchos encuentren en ello la excusa para pasarse todo el día jugando con videojuegos, con tal de no salir a la calle y perder el alivio del aire acondicionado, ese aparato que debería ser reconocido como uno de los primeros metaversos, en este caso climático.
Porque claro, lo de que los chavales tienen que jugar en la calle y hacer deporte y tal está muy bien, cuando la temperatura no es sahariana. Pero con este infierno hecho realidad, a ver quién es el guapo que sigue defendiendo que eso es sano en verano, salvo que tus zagales sean fans del waterpolo o de la natación sincronizada. Por lo tanto, se acepta la excepción.
Y ya una vez en casa, y a la espera de que la tecnología invente la app de realidad virtual que consiga que todo el mundo sienta la temperatura del aire acondicionado como la ideal y ponga fin a la batalla por su mando a distancia, hay que elegir entre jugar uno mismo o ver cómo otros juegan. Eso es así porque estamos en la era de los e-Sports, en la que uno ya no sólo hace sillón–ball para ver a jugadores reales (y millonarios) dando patadas a un balón, sino que también sirve para ver competiciones de jugadores profesionales de videojuegos.
Yo aquí haría un inciso, que indaga en la profundidad del concepto. Entiendo que no es lo mismo estar viendo un partido de fútbol en formato videojuego, pero sin salir del videojuego, que ver en mayor o en menor medida a las personas que manejan los controles del videojuego. En ambos casos estás viendo una competición, pero en el primero, pareciéndose más a ver un partido de fútbol real (por paradójico que suene), estás sin embargo todo el rato en ese “metaverso”; mientras que en el segundo caso sí estás viendo la competición del mundo real, aunque los jugones estén pendientes del partido virtual como tú en el primer caso.
Otro inciso que guarda relación con lo anterior, y con lo del calor que hablábamos antes, es el hecho de que, en honor a la verdad, jugando a videojuegos se suda, y mucho, y no te digo ya los jugadores profesionales. Al final, es el espectador perezoso, el del sillón-ball, el que va a disfrutar de la sana calma de no hacer ni el huevo, tanto si está viendo un partido de fútbol real, un videojuego, una convención de e-sports, o una etapa del tour de Francia (en este último caso con el valor añadido de la inevitable siestecita, mientras Perico Delgado hace comentarios tan sabios como “el calor aplatana”). Bueno, puede ser que ciertos partidos de fútbol también hagan sudar la gota gorda a ciertos aficionados, pero a lo que vamos es a que lo de los e-sports en realidad es un deporte, con entrenadores y todo.
Para que quede mejor explicado este último concepto, os traemos hoy un artículo que, entre otras cosas, trata sobre ello. Y no sólo eso, sino también sobre hasta qué punto el sector de los e-Sports está creciendo a nivel global y en España, y fruto de ello demanda profesionales de diferentes ámbitos. Mientras tanto, animamos a los programadores a que vayan pensando en la utilidad que podría tener aplicar los e-Sports al ciclismo… utilidad, por supuesto, para la calidad del sueño de sobremesa.
El sector de los esports genera 35 millones de euros anuales en España
El sector de los esports evoluciona a pasos agigantados y se consolida como una de las industrias digitales más emergentes y con mayor recorrido profesional. En concreto, se estima que actualmente el mercado de los deportes electrónicos alcanza una audiencia global de 198 millones de usuarios. De todos ellos, casi 3 millones de aficionados se encuentran en España, que se posiciona como el decimosegundo país con más audiencia a nivel mundial y como el país europeo con una mayor penetración entre la audiencia femenina, que representa el 36% del total.
La consolidación de los esports, que generan aproximadamente 950M€ de ingresos en el mercado global, está tomando especial relevancia a nivel nacional, donde logra mover 35M€ anuales, lo que supone el 4% del mercado mundial. Sin lugar a dudas, este auge está provocando grandes cambios dentro del ecosistema digital y de la industria del entretenimiento. Leticia García, de Tokio School, escuela de formación online especializada en nuevas tecnológias que acaba de lanzar formación profesional en esports, afirma que "los esports son actualmente uno de los formatos más top dentro de la industria del entretenimiento y esto está aumentando notablemente el interés de los inversores, así como la demanda de nuevos perfiles profesionales". En este sentido, cabe destacar que las compañías inversoras son conscientes del potencial que tiene este mercado y realizan grandes inversiones con el objetivo de estar presentes en un mercado emergente que ofrece grandes posibilidades.
Un sector en auge que demanda profesionales cualificados
Como en todas las industrias, la evolución y la penetración de la tecnología requiere de la incorporación de perfiles profesionales cualificados y capaces de dar respuesta a las necesidades de un mercado que presenta un modelo de negocio innovador. Para ello, es imprescindible que los centros de formación se actualicen y ofrezcan formaciones adaptadas a las nuevas posiciones que demanda la industria de los deportes electrónicos.
En concreto, el funcionamiento de este mercado de entretenimiento pone sobre la mesa la importancia de incorporar perfiles especializados en gestión y management. "Dirigir y gestionar de forma eficaz los proyectos de eventos y equipos de esports es una cuestión clave para garantizar el éxito de la industria" afirma Leticia García, de Tokio School.
En otro orden, el funcionamiento del mundo de los esports también requiere de profesionales del marketing y la comunicación totalmente adaptados al plano digital y capacitados para interactuar con una audiencia muy específica. "La conversión publicitaria que se da en la industria de los esports se debe a su potencial digital y al uso de redes sociales, escenario que demanda a profesionales formados especialmente para operar dentro de un ecosistema muy concreto que se caracteriza por la gestión de patrocinios, la presencia de influencers y un lenguaje totalmente adaptado la comunidad", explica Leticia García.
Bajo la misma premisa, los deportes electrónicos también requieren de profesionales expertos en cuestiones de entretenimiento y coaching deportivo. En concreto, el apoyo psicológico es una de las cuestiones más importantes en una profesión que comporta una gran visibilidad a los competidores. "Los esports son un deporte de alto rendimiento donde es necesario que exista apoyo profesional tanto a nivel deportivo como nutricional o psicológico" señalan desde Tokio School.
Así pues, se trata de un mercado que se está profesionalizando y en el que cada vez es más importante la incorporación de perfiles técnicos cualificados para operar en un sector que ha dinamitado por completo el funcionamiento tradicional de la industria del entretenimiento.