Blockchain hasta para el café

Seguimiento desde el cultivo hasta la taza

Estando como estamos al comienzo de un mes en el que cuesta ponerse lo suficientemente activos como para afrontar los quehaceres de la vida, no parece desatinado ponernos a hablar de café. Eso sí, como este blog en principio es sobre tecnología e informática, habrá que relacionarlo con ello, y estamos de suerte porque, efectivamente, la tecnología ya está hasta en el café.

En concreto, nos referimos a la tecnología blockchain, la tan nombrada desde hace ya años cadena de bloques, de la que ya hemos hablado en más de una ocasión, la última no hace mucho, cuando tratamos las criptomonedas. Antes de nada, recordamos la definición (someramente) de este concepto, extrayéndolo de nuestra querida Wikipedia:

“Una cadena de bloques, conocida en inglés como blockchain, es una estructura de datos en la que la información contenida se agrupa en conjuntos (bloques) a los que se les añade metainformaciones relativas a otro bloque de la cadena anterior en una línea temporal, de manera que gracias a técnicas criptográficas, la información contenida en un bloque solo puede ser repudiada o editada modificando todos los bloques posteriores. Esta propiedad permite su aplicación en un entorno distribuido de manera que la estructura de datos blockchain puede ejercer de base de datos pública no relacional que contenga un histórico irrefutable de información”.

Vale pero, ¿y qué puede tener esto que ver con el café? Bueno, los gurús nos dicen que el blockchain va a servir para todo, así que, ¿por qué no también para el café? En este caso, los partidarios del llamado comercio justo y la transparencia están de enhorabuena ante una tecnología que permite al consumidor seguir la trazabilidad del café, desde el cultivo hasta la mesa.

En este caso concreto ha sido IBM quien ha desarrollado una aplicación aprovechando las propiedades de la cadena de bloques, tal y como explican en este artículo, del que transcribimos a continuación parte del mismo:

 

Se calcula que, hoy en día, los amantes del café consumen más de medio billón de tazas al año. Si analizamos la franja de consumidores de entre 19 y 24 años, dos tercios afirman que prefieren comprar un café que se cultive de manera sostenible y que se obtenga de manera responsable. Pero a pesar de que los procesos de certificación de sostenibilidad desarrollados por organismos internacionales han avanzado mucho, todavía hay trabajo por hacer para entender las necesidades y el contexto de los caficultores. Debido al tamaño y complejidad de la cadena de suministro global de café, conocer exactamente la trazabilidad es muy difícil. Desde el momento en que se cultivan los granos hasta el punto en el que el consumidor disfruta de su taza de café, el producto hace muchas paradas: cooperativas, exportadores, importadores, tostadores, distribuidores, minoristas... Cada participante de esta cadena tan compleja registra únicamente su parte del viaje y, habitualmente, utilizando su propio sistema de registro de datos. Esta fragmentación provoca que la información sobre la trazabilidad del producto muchas veces esté incompleta.

La tecnología blockchain reúne a todos los integrantes de la cadena de suministro del café, lo cual simplifica el intercambio y el seguimiento de la información y los pagos, y permite generar confianza. Los integrantes de la cadena de suministro pueden trabajar conjuntamente y con mayor confianza, ya que se crea una cadena de transacciones digitalizada y permanente que no puede modificarse. Cada miembro de la red tiene una copia exacta de los datos, y cualquier información añadida al blockchain se comparte en toda la red en función del nivel de permisos de cada participante. De este modo, los agricultores, mayoristas y minoristas pueden interactuar de manera más eficiente, accediendo a los datos de una manera integral y prácticamente en tiempo real. Al mismo tiempo, por su parte, los consumidores pueden acceder a más detalles sobre el origen del producto que están consumiendo. "El objetivo es que el consumidor sea consciente de todo lo que hay detrás de su taza de café diario. Queremos “humanizar” este gesto.", ha comentado David Behrends, fundador y presidente de Farmer Connect. “Los consumidores pueden desempeñar un papel activo en el ecosistema alrededor del café, apoyando los diferentes proyectos de sostenibilidad de los caficultores en los países en desarrollo. A través de la tecnología blockchain y de esta aplicación, estamos consiguiendo crear un círculo virtuoso".