Seamos sinceros. Quién no ha utilizado alguna vez Internet para obtener gratis, por vía “pirata”, algo por lo que legalmente había que pagar: Ver o descargar películas, eventos deportivos, música, software, etc. Bueno, pues un estudio asegura ahora que ese pirateo está a la baja, al menos entre los más jóvenes.
Vamos a los datos concretos, ofrecidos por el Barómetro de Propiedad Intelectual y Juventud de 2019, elaborado por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) centrado en los jóvenes (entre 15 y 24 años) y cómo respectan (o no) la propiedad intelectual.
Este estudio pone de manifiesto que el 51 % de los jóvenes EN EUROPA afirma no haber utilizado, jugado, descargado o accedido a transmisiones directas de contenidos de fuentes ilícitas en los últimos 12 meses, un aumento de 11 puntos respecto a 2016. La encuesta también pone de manifiesto un descenso en el porcentaje de jóvenes que utilizan deliberadamente fuentes ilícitas de contenidos digitales, como música, películas, series y juegos: 21 % en 2019 frente al 25 % en 2016. EN ESPAÑA, por su parte, el 29 % de los jóvenes afirmaron que habían accedido deliberadamente a contenidos digitales de fuentes ilícitas, frente al 33 % en 2016 (descenso de cuatro puntos porcentuales).
El propio informe sugiere que esta reducción puede estar vinculada con el aumento de la oferta y la asequibilidad de los servicios de suscripción para contenidos digitales. Los jóvenes europeos son cada vez más conscientes de los posibles riesgos de la seguridad en línea y de la importancia de respetar la ley. Y aquí es donde el Pulpo se va a poner a discutir un poco…
Y no es que vayamos a contradecir esa conclusión, sino que vamos a darle la vuelta añadiéndole un argumento más. El argumento es el de la adicción, el de la droga tecnológica, que es droga de la dura. Nos han dado (o hemos obtenido) tanto contenido vía digital, que ya no podemos vivir sin él. Ahora es más fácil comprarlo, y (al menos aparentemente) más peligroso piratearlo, tanto por la ciberdelincuencia como por la ley. No digo con ello que todos los piratas se hayan rendido, ni mucho menos, pero parece ser que las aguas está menos revueltas.
Esto es algo que no sólo ha ocurrido a nivel pirata o ilegal. En los servicio gratuitos de video a la demanda hay compañías que han aplicado “sutiles” recortes. Por ejemplo en Youtube, donde antes se podían ver programas completos de televisión de alguna cadena de pago, legalmente facilitados para todo el mundo, ahora apenas se ofrecen pequeños resúmenes. Si alguien que ya no puede vivir sin ver esos programas quiere seguir siendo legal, contratará los servicios de la cadena. Aunque aquí se produce la paradoja de que habrá unos cuantos que buscarán una alternativa ahora pirata.
En fin, que se nos pone el caramelo en la boca, y luego ya pasamos por el aro, o no. Bueno, que cada cual saque sus propias conclusiones.