Aquí seguimos al pie del cañón. Imagino que muchos estaréis disfrutando de estos días de relax… Bueno no sé si de relax o todo lo contrario, porque en mi caso la agenda no me da para los compromisos, ratos de ocio, …
Como andamos para allá y para acá y aunque una es avispada, no me queda más remedio que acudir a Siri para buscar una calle, una dirección, o llamar a una amiga en cuestión. Me resisto a utilizarla porque a veces le dices que llame a “José Gabriel”, tu íntimo amigo, y te dice que no conoce al contacto en cuestión… Vale, para saber qué tiempo hará lo mismo no se lía tanto…
El caso es que según he leído para lo que estos asistentes no son muy recomendables es para hacerles consultas sobre salud sexual. Dice un estudio que la información que proporciona ante estas consultas es imprecisa y no emplea fuentes fiables.
Solemos acudir a buscar muchas respuestas de esta índole en internet con resultados de cierta calidad, cosa que no ocurre con estos asistentes digitales. Ojito que más del 60% de los españoles acudimos al Dr. Google para resolver este tipo de cuestiones. En el estudio que hicieron, lanzaron una batería de preguntas referentes al sexo para dar respuesta a través de Siri, el asistente de Google e Internet. El que mayor índice de errores mostró fue Siri, seguido por el asistente de Google, obteniéndose mejores resultados en la web.
Veréis, si a Siri le preguntamos sobre la “menopausia” ésta responderá: “El veloz murciélago hindú comía feliz cardillo y kiwi” y parece que en inglés, Siri invita a visitar el espectáculo “Menopausia, El Musical”. No se queda ahí, si buscamos información respecto a enfermedades de transmisión sexual (ETS, en inglés, STI) remite al código del mercado de divisas de Sun Trust, una empresa de banca comercial.
No os digo más que las únicas respuestas satisfactorias de Siri en estos asuntos fueron, por ejemplo, dónde encontrar un sitio en el que comprar preservativos o cómo se pronuncia correctamente la palabra “cunnilingus”.
Los desastres de nuestro querido asistente no se reducen solo a temas de índole sexual, resulta que este pasado otoño, Siri por algún cortocircuito confundía el himno nacional de Bulgaria “Mila Rodino”, con la canción que se ha llevado la palma este verano “Despacito”. En el caso de nuestra Siri española, no afectó, ya que más prudente, nos remitía a la Wikipedia.
La verdad que Siri, visto lo visto, nos da para más de una sonrisa y hace que nos olvidemos de esos momentos desastrosos en los que la necesitamos y nos sale por peteneras…
Post By Rachel