Tema peliagudo el que tratamos hoy. Y complicado. Para la mascota de este blog, es la combinación perfecta para volverle loco: Tecnología y finanzas. No tenía bastante con estar perdido en la nube, como para encima añadirle una de esas cosas con las que siempre se ha liado más que la pata de un romano, que son los números de los dineros y las cosas de la bolsa y todo eso…
Con respecto a lo de peliagudo, nos referimos a las no pocas controversias que despierta todo esto de los llamados “inversores de smartphone”, que ya de por sí es una expresión que a algunos puede sonar burlesca, al estilo de “poeta de carpeta”. El caso es que todos hemos visto a personajes famosos, como el futbolista Iniesta (de mi vida) animando al personal a ponerse a invertir en criptomonedas, y cosas por el estilo. También está lo de las apuestas por internet, y lo del trading online en plan salvaje. Por mucho que haya que separar el grano de la paja, todo eso también está ahí, con sus cosas respetables y sus cosas peligrosas.
Por lo tanto, cuando más abajo empecéis a leer el artículo que os dejamos sobre los llamados “neobrokers”, tened en cuenta dos cosas: Primera, no es un artículo nuestro y por tanto no proviene de nuestros conocimientos ni opiniones. Segunda, está elaborado por una compañía de ese mismo sector financiero en su vertiente digital, y por lo tanto proviene de quien obviamente está interesado en dar una buena imagen de los susodichos “inversores de smartphone”. Lo cual no significa necesariamente que no puedan llevar razón, pero sí (tal vez) que toda la razón, o todas las perspectivas, no van a estar reflejadas, al menos con ecuanimidad.
A partir de ahí, ya todos somos mayorcitos, y que cada cual piense o haga lo que considere conveniente. En esta ocasión sólo hemos querido reflejar una realidad relacionada con la transformación digital que está ahí, que prácticamente no habíamos mostrado antes. Eso sí, por mucho que os empeñéis en convencer al Pulpo de que el mundo de las inversiones es fácil y no necesariamente para expertos (así lo asegura el artículo), el va a seguir con el tema como si le hablaran en chino, me temo.
‘Inversores de smartphone’, una nueva generación llega a la bolsa
¿Por qué triunfa la inversión entre los jóvenes? ¿Es para ellos un juego, o tienen suficiente información para tomar decisiones racionales respecto a su patrimonio? ¿Cómo se informan? Son algunas de las preguntas que nos hacemos con motivo del Día de la Educación Financiera, que se celebra el 3 de octubre.
Nativos de las nuevas tecnologías, huyen de los bancos tradicionales, se informan de manera autónoma en Internet y abrazan a los neobrokers para gestionar su patrimonio e invertir en productos financieros mediante apps user friendly, que permiten la negociación de valores de forma sencilla. La plataforma de inversión digital Scalable Capital, cuyo grupo más numeroso de inversores (32%) tiene entre 27 y 34 años, denomina a este nuevo perfil ‘inversores de smartphone’.
Hasta hace poco, invertir era un asunto de las clases más adineradas. En primer lugar, existía una importante barrera de entrada económica, pero además, solventada esta, uno se daba de bruces con la falta de cultura financiera y con una serie de prejuicios sobre el funcionamiento de los mercados y sus riesgos. Las nuevas tecnologías permiten superar ambos escollos: los precios de la adquisición de valores han disminuido considerablemente, y los jóvenes y no tan jóvenes tienen acceso a todo tipo de información en diferentes canales, desde su dispositivo móvil. Incluso en redes sociales como YouTube, donde existen perfiles muy solventes.
Durante la pandemia, la CNMV constató una entrada masiva de nuevos inversores minoristas en el IBEX 35, y que la edad de las nuevas incorporaciones era menor (especialmente al inicio), como también eran más pequeño el volumen de las aportaciones. Estos datos coincidían con la llegada a España de los conocidos como neobrokers, plataformas digitales que facilitan el acceso a los mercados de valores a costes más bajos que los bancos tradicionales. El confinamiento habría favorecido que los jóvenes, viendo limitadas sus opciones de ocio, se animasen a invertir con apenas unos clics, y de paso iban preparando su patrimonio para el futuro.
Ciertamente, ya no necesitamos acudir a un banco de forma presencial para planificar nuestras inversiones. Pero es que, además, en el caso de las nuevas generaciones, tampoco quieren, porque no se sienten comprendidos por ellos ni están ‘en la misma onda’. Los datos lo reflejan: un informe de The Boston Consulting Group sostiene que los bancos tradicionales no tienen suficientemente en cuenta las necesidades de los clientes respecto a la autonomía en las decisiones y a la interacción digital, y solo el 9% de los inversores en planes de inversión desean contar con sesiones de asesoramiento cara a cara.
Conscientes de los riesgos y poco apasionados
La democratización de la inversión no ha estado exenta de polémicas. Según Adrián Amorín, country manager en España de Scalable Capital, “se ha acusado a los recién llegados a la bolsa de caer en todo tipo de trampas psicológicas, diversificar de forma inadecuada y perseguir valores populares en las redes sociales”. Sin embargo, para el experto esta visión no se corresponde con la realidad: “Al contrario de lo que podríamos pensar, los inversores online no solo son conscientes de los riesgos de invertir, sino más bien poco apasionados”.
La mirada a largo plazo con planes de inversión y la diversificación de sus carteras con la adquisición de ETF (que están a medio camino entre las acciones y los fondos de inversión) serían otras dos muestras de que los jóvenes invierten con la cabeza fría y de que su perfil está muy alejado de los aficionados a las apuestas online. “Dos tercios del dinero invertido a través de nuestro servicio de broker online fluye hacia los ETF. Entre los menores de 27 años, la proporción llega a las tres cuartas partes. En un análisis de nuestra base de clientes, vimos que, sobre todo, los inversores jóvenes invierten según las normas”, apunta Amorín, para quien estos datos demuestran que los inversores que se consideran inexpertos son aún menos proclives a arriesgar.
Labor divulgativa
El riesgo es un aspecto inherente a la inversión, y una buena educación financiera es esencial para evitar caer en errores a la hora de manejar nuestro patrimonio. En este sentido, es necesario que los nuevos players se involucren en la divulgación de contenidos de interés para sus comunidades. De hecho, muchas fintech ya están utilizando sus canales para explicar de manera didáctica los diferentes productos y servicios a los que es posible acceder gracias a las nuevas herramientas, y cómo debemos manejarnos en un entorno hasta hace no mucho desconocido para la mayoría.
“Es muy importante mostrar a los recién llegados a los mercados de capitales que no es tan complejo como parece. Parte de nuestra divulgación consiste en eliminar creencias erróneas, como la de que la inversión es muy complicada y, por lo tanto, solo para expertos”, explica Amorín.