La nube fácil

Así si

¿Pero cómo? ¿El Pulpo en la nube escribiendo juntas las palabras nube y fácil? ¿Pero qué ha pasado aquí? ¿Qué fantasía es esta?

Eso de la nube es a estas alturas como las leyes básicas de la física: Todo el mundo sabe que si atraviesa la ventana se va a precipitar hacia el suelo, pero a la hora de explicar con total exactitud por qué ocurre eso, aunque casi todos dirán aquello de la Ley de la Gravedad, muy pocos podrán detallarla en su desarrollo completo. Por no hablar de las teorías que nos contarán los terraplanistas al respecto…

Con la nube es parecido: Todos sabemos que subimos cosas a la nube, o las bajamos de la misma; algunos entienden por encima ciertos conceptos sobre servidores o centros de datos, etc.; pero explicarlo al dedillo ya es otra cosa. Y claro, es ahí donde el Pulpo se vuelve loco (bueno, el Pulpo se vuelve loco con mucho menos, la verdad), hasta el punto de que ni él mismo sabe resolver el examen que el mismo os puso sobre el tema.

En definitiva, que sólo oír hablar de nubes públicas, privadas o híbridas, o sobre multicloud, o sobre edge computing, o sobre frog computing, o sobre siglas tipo SaaS o IaaS, y al Pulpo le empiezan a temblar sus ocho tentáculos como si le hubieran dado una descarga eléctrica. Pero vamos a ver, ¿por qué no se lo ponemos más fácil a pobre cefalópodo, hombre ya?

Bueno, pues eso es precisamente lo que el Pulpo celebra al fin haber podido encontrar para entender un poco mejor el mundo en el que vive. En este artículo de Hay Canal se explica el asunto de forma que lo pueda entender hasta el menos informático del lugar. Casi casi como lo de la Ley de la Gravedad explicada con un manzano, una manzana, y un pionero de la física que por cierto nunca estuvo allí (es una anécdota falsa), pero servir sirve.

Lo malo de todo esto es que este descubrimiento podría suponer el final de la propia personalidad que define al Pulpo… Vamos, que pasaría de estar como un pulpo en la nube a estar como un pez en el agua. Porque claro, las nubes al fin y al cabo son gotitas de agua o cristalitos de hielo. Y además pueden ser de muchos tipos: Cirriformes, estratiformes, cumuliformes, nimbiformes. Y sus procesos de formación, muy variados y complejos, con fenómenos convectivos indisolublemente asociados a la presión atmosférica y…

…Vamos, que no, que no hay remedio para el Pulpo. Que se lía y ya está.