Hace apenas unos días nos bombardeban con múltiples corazones que nos recordaban que teníamos encima el 14 de febrero. En estos tiempos que corren, hasta San Valentín se nos ha modernizado. La cantidad de apps para ligar que han proliferado: Tinder, Meetic, Badoo… Vamos, que quien quiera tener una pareja o pseudo pareja ese día lo tiene fácil no, facilísimo. Pero no todo es tan bonito como se nos pinta en muchas ocasiones.
Volvemos a un tema de suprema importancia: los datos y rastro que dejamos en estas aplicaciones. Al tratarse de apps para ligar, los contenidos que compartimos pueden llegar a ser extremadamente delicados. No debemos olvidarnos que nos exponemos ante desconocidos y se ha de ser sumamente cauteloso para no caer en riesgos mayores.
Los expertos, nos facilitan consejos para que nuestra experiencia con nuestro posible cupido on line, sea satisfactoria y no nos traiga consecuencias a nuestra vida real.
Como siempre que surge ocasión, en estos temas, no viene de más que nos recuerden lo que es sabido por todos:
1. Privacidad. Es importante revisar nuestros filtros de privacidad y controlar lo que compartimos.
2. Ojo con la sincronización de esas apps y nuestras redes sociales. Hay que pensar que estamos facilitando mucha información pública que, a lo mejor, no queremos que conozcan.
3. Podemos estar cediendo información a terceros, que se nutren de nuestros gustos e intereses para sus propios fines.
4. Mucho cuidado con los perfiles falsos, que haberlos haylos.
5. Apps fraudulentas vinculadas. Suelen buscar nuestros datos para hacer negocio.
6. Llega el momento de conocerse: desvirtualización. Siempre se recomienda marcar unos límites para ese primer encuentro y sobre todo, quedar en un espacio público en el que en caso de necesitarlo, que haya gente a nuestro alrededor que pueda ayudarnos.
¿Os animáis a contarnos vuestras experiencias con estas apps?. Yo fuera de redes sociales, no puedo daros mucha información, pero si puedo contaros lo que le pasó a una amiga del barrio en el que resido. Separada y con ganas de conocer a gente nueva, y quién sabe qué más, se hizo un perfil en una famosa plataforma de citas. Marcó sus gustos, preferencias, su tipo de hombre, y recibió varios perfiles, sin foto, que encajaban. Llegado el punto de curiosidad y de dar un paso más en el que creía era un posible candidato enviado por su cupido on line, accedió a pagar para pasar a la siguiente fase, y obtener más datos de ese caballero andante. Cuál no sería su sorpresa, que una vez abonado el importe y ansiosa por saber más de ese Don Juan, se encontró con el perfil de ¡su exmarido! que según ella, nada tenía que ver con lo que su perfil proclamaba…
Contadnos al hilo del post lo que os contó vuestro frutero, la vecina, la hija de la tía Carmen… Seguro que pasamos un buen rato juntos intercambiando impresiones.
Post By Rachel