El apoyo de EEUU a Oracle en su litigio contra Google preocupa a la industria del software
Más polémicas entre grandes compañías, que además vienen a unirse a la actualidad en materia de asuntos legales. Una vez más, Google sufre un nuevo varapalo en sus asuntos con la justicia, aunque en esta ocasión los afectados podrían ser muchos más, al tratarse de un litigio con Oracle cuya resolución podría marcar a la industria del software en general, en lo que a transparencia en programación se refiere.
En 2012, Oracle inició un litigio contra Google, acusando al gigante de Internet de infracción de los derechos de autor de su software Java. En la creación de su sistema operativo móvil Android, Google habría escrito sus Interfaces de Programación de Aplicaciones (API), según denunció Oracle, de una forma similar a Java, con el objeto de facilitar la labor de sus programadores.
Oracle perdió en un primer momento la causa, pero insistió en su posición mediante una apelación ante un tribunal federal de Estados Unidos, obteniendo entonces un resultado a su favor. Google reaccionó entonces pidiendo a la Corte Suprema del país que revisara la decisión del tribunal federal.
El argumento de Google va más allá de su propia defensa, al afirmar que una resolución en su contra y a favor de Oracle, dificultaría enormemente a los programadores escribir código compatible con el software de uso corriente, u obligaría a aquellos a negociar licencias. Algo que fue respaldado el año pasado por 77 expertos informáticos, que explicaron a la Corte Suprema que las API y otras herramientas de interfaz no deberían estar cubiertas por los derechos de autor.
Ahora, el Procurador General del Gobierno de los EEUU, Donald Verrilli, ha dicho que si bien es cierto que las funciones activadas por estas API no podrían acogerse a derechos de autor, la situación es distinta para el caso del propio código. Verrilli ha afirmado que la doctrina de “uso justo”, que permite la utilización parcial de materiales con derechos de autor, no puede ser utilizada a favor de Google.
La compañía del buscador líder no ha tardado en responder, manifestando de boca de un portavoz que “aunque estamos decepcionados, apoyamos el claro lenguaje de la ley y la defensa de los conceptos de interoperabilidad que tradicionalmente han contribuido a la innovación en la industria del software”.