Apple, Google, Microsoft o HP piden a Obama que no coarte el cifrado de datos
Cuando las grandes tecnológicas se unen para responder a propuestas de control de gobiernos sobre dispositivos, no sólo lo hacen impulsadas por la preocupación de los usuarios por la privacidad, sino que es lógico pensar que les mueve más las consecuencias de dicho temor para el éxito de sus negocios. Eso es lo que se desprende de la carta abierta firmada por gigantes como Apple, Google, Microsoft o HP y enviada al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Junto a las compañías mencionadas han firmado también otras como Symantec, Twitter o Yahoo, así hasta llegar a más de 140 empresas tecnológicas, todas ellas preocupadas por la presión ejercida por las agencias de inteligencia del país norteamericano, como la NSA, cuando tratan de buscar la manera, legal o no, de descifrar y conseguir datos de dispositivos tecnológicos, en su lucha contra el terrorismo y la delincuencia. La carta insta a Obama a rechazar propuestas que eviten el cifrado en los dispositivos, apelando en esta ocasión a las posibles consecuencias negativas para el éxito económico del mercado tecnológico estadounidense en el extranjero, dada la desconfianza que generarían sus productos.
El texto advierte que “las compañías estadounidenses ya tienen dificultades para mantener la confianza internacional, como resultado de las revelaciones sobre los programas de vigilancia global realizados por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA)”. Si a ello se añaden propuestas denominadas por las compañías firmantes como “vulnerabilidades de fábrica” integradas en los dispositivos fabricados y comercializados por aquellas, los posibles usuarios internacionales “darían la espalda a productos que desde ya se encuentran comprometidos”.
Con medidas como las denunciadas, explica la carta, se beneficiaría a la competencia de otros países, donde otros fabricantes seguirían fabricando productos libres de dicho tipo de control. Además, el problema de la seguridad internacional seguiría sin estar garantizado, ya que los terroristas objeto de la NSA podrían seguir acudiendo a esas otras soluciones con cifrado de datos.
