¿Dónde están mis emails?

¿Andandarán...?

Hola a todos!!!! ¿Seguís por ahí? Eso espero… Comienzo como la última vez, preguntando por esta primavera loca… vamos a tener musgo para el belén navideño en cantidades industriales, no digo más.

Estos días he estado configurando un nuevo ordenador para mi casa, y no porque sepa, que no, sino porque soy un poco “echa pa’lante” que dicen, y con eso de escribir aquí y de movernos en este sector, pues eso ¡me ha tocado!

Para colmo me han cambiado el ordenador del trabajo y ¡ay señor! qué problema recordar tantísima contraseña para acceder a todas las cosas que necesito para mi actividad diaria… Tengo contraseña para entrar e identificarme en mi portátil, contraseña para el acceso al email, a las distintas redes sociales, a la base de datos… y solo para el trabajo, que si encima tengo que abrir mi email personal… A mí no me dan los cuadernos para anotarme tanta contraseña y tanta indicación de para qué es o para qué acceso es una u otra. No me gusta eso de tenerlas en el móvil en alguna de las aplicaciones que nos ofrecen. En el llavero de iCloud para IOS hay que tener el código de bloqueo del teléfono y la verdad, me es muy molesto tenerlo, ya os lo he contado en alguna ocasión.

Pues en casa no ha sido más fácil hasta configurar todo… ¡una locura!

Pero no os creáis que voy a contaros en qué aplicación guardaros las contraseñas, noooooo aunque estuve viendo Keeper . No puedo daros mucha información al respecto pero quiero seguir investigando. Aunque lo de anotarlas en un cuaderno a buen recaudo, no está descartado tampoco.

Ahora os pongo en antecedentes, dado el follón de ordenadores y tecnología en general que tenemos en casa estos días. Imaginaos la escena:

  • Situación: Un domingo cualquiera
  • Hora: 16h.
  • Te sientas en el sofá para disfrutar y descansar lo que queda de fin de semana.
  • Te acuerdas de que estabas haciendo algo en el portátil y lo coges.
  • Te vuelves a sentar en el sofá que te reclama a gritos, pero esta vez con el portátil.
  • Lo abres.
  • Te pones a escribir ese email pendiente…
  • De repente, mueves la mano, no sabes cómo.
  • Miras la pantalla.
  • “¡MI**DA!”
  • “¿DÓNDE ESTÁN MIS CORREOS DE LA BANDEJA DE ENTRADA?”

Podéis imaginar que no es que yo me quedara sin siesta, es que en mi casa casi hacen las maletas y piden asilo político a mis vecinos hasta los perros… No quiero contaros las respuestas a esas preguntas de ¿Cómo es que no tenias esos emails importantes en una carpeta guardados? ¿has mirado en la papelera? Etc etc… Casi vuelvo al estado civil de “Soltera” tras el rifirrafe por culpa de la pérdida de emails…

Menos mal que tengo recursos, y que existe SAN INTERNET, porque estuve a un tris, después de llamar previamente a las oficinas de Google en Madrid, de llamar al sobrino de mi amiga Elena, que trabaja para Google en las oficinas de Singapur (hay que tener amigos hasta en el infierno, que nunca se sabe)… Hubiera movido cielo y tierra por mis emails, así os lo digo. Pero San Internet estaba ahí, bueno, más bien un chico en un foro que me dio las pistas para recuperarlo, porque anda que la página de soporte de Google lo pone clarito, nooooooo, lo primero que lees es:

emails

Vamos, que yo empecé a girar la cabeza como la niña del exorcista…

Así que, mi salvación fueron los comentarios de un chico en su blog contando su experiencia.

Ahí sí, comencé a respirar, pero ya había pasado la tarde del domingo y en mi cabeza seguro que había un puñado de canas más…

Aquí os cuento como podéis recuperar los emails de Gmail eliminados de forma permanente de la papelera:

•  Entrad aquí  (mis mensajes han desaparecido).

•  Rellenad el formulario con vuestros datos y detallad lo que os ha pasado. Yo expliqué pero sigo sin tener claro qué pasó y cómo desaparecieron sin vaciar la papelera en un gesto tan tonto.

•  Completado el formulario se envía a Google.

Os prometo que funciona y que antes de iros a la cama, empezareis a recibir tooooodos los emails perdidos. Digo “TODOS” porque vuelve hasta el spam eliminado de vuestra bandeja de entrada desde la fecha que marcáis. Claro que, después del disgusto por la pérdida, son bienvenidos y aplaudes hasta el correo de una tal Hinata que viene con un asunto tal que’ Hi!.’

En fin, que he aprendido la lección y los domingos después de comer, portátil y sofá no son amigos … Así que a mi esto no me vuelve a pasar ¡lo juro!

Post by Rachel